“En Cambiemos se asume que hay cierto riesgo de perder”

Por Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva mayoría. 

En Cambiemos se está asumiendo que hay un riesgo cierto de perder. Esta percepción surge de dos situaciones: la pérdida de intención de voto del Presidente y la complicación de la economía, con la volatilidad del dólar y la inflación como termómetros que preocupan a la gente, más allá de la baja del dólar del último viernes.

En la Cumbre de Cambiemos que se realizó el 11 de marzo pasado, la línea que bajara el jefe de Gabinete Marcos Peña fue clara: la gente vota por razones más profundas que la inflación, todas las variables están mejor que en 2015 y el presidente de la Nación Mauricio Macri será reelecto. Es la línea que niega la realidad y que cree se volverá a ganar como en 2015 y 2017, argumentando que la gente no votará por la economía.

La otra línea, se manifiesta en forma sorda, pero impulsa la idea de sustituir a Macri por la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, como candidata a Presidente, dada su ventaja sobre el actual jefe de Estado. La Casa Rosada rechaza esta posibilidad, aunque algunos asesores del Presidente sostienen que es un error anticipar esta jugada, asumiendo que si a comienzos de junio la ventaja de Vidal fuera contundente, no hay que descartar un cambio de candidatura.

Al mismo tiempo, la relación con la UCR entra en crisis con la interna de Cambiemos en Córdoba estallando. El candidato radical “puro” (Ramón Mestre) la estaría ganando y acaba de recibir el apoyo del sector anti-abortista de la provincia, por su posición sobre el tema.

El sector que responde a la Casa Rosada rechazó la interna, aún a costa de dividir la coalición e ir a elecciones con dos candidatos, aunque ello implique asegurar el triunfo al gobernador Juan Schiaretti que va por su reelección. Ante esta situación. Macri no descartaría imponer a su candidato (Mario Negri) dar un paso al costado.

La otra vereda

La reunión del Congreso Nacional del PJ puso en evidencia el respaldo a Cristina y el intento de llevar adelante una política de unidad en lo electoral, como se intentó sin éxito en Neuquén. Estuvieron 643 de los 927 congresales. No concurrió ninguno de los cuatro referentes relevantes del PJ anti-K (Schiaretti, el líder del Frente Renovador Sergio Massa, el presidente del bloque de senadores justicialistas Miguel Pichetto y el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey).

Hubo muy pocos gobernadores, pero algunos mandaron sus vice-gobernadores (el caso del chaqueño Domingo Peppo, del sanjuanino Sergio Uñac, de la fueguina Rosana Bertone, del santiagueño Gerardo Zamora y de la santacruceña Alicia Kirchner). La participación de congresales del conurbano en cambio fue masiva. Tanto el Presidente del Congreso (el gobernador de Formosa Gildo Insfrán) como el titular del PJ (José Luis Gioja) hicieron llamados a la unidad, la que pretenden alcance al sector anti-K. La posibilidad de un acuerdo con Massa para asegurar el triunfo en la provincia de Buenos Aires, fue un tema analizado. Pero el fracaso de Neuquén indica que un Peronismo muy identificado con el Kirchnerismo es una alternativa que genera resistencias en la opinión pública. Simultáneamente, desde esta corriente política, se siguen emitiendo señales a favor de Maduro. El intendente K de Avellaneda, Jorge Ferraresi, inauguró la plaza “República Bolivariana de Venezuela”, en un acto en el cual participaron 6.000 militantes, intelectuales y artistas, en apoyo del chavismo. La versión de que Cristina Fernández de Kirchner renunciará a ser candidata parece más la expresión de deseos de muchas, antes que una decisión tomada por ella.

Los otros

Fuera de la polarización Macri-Cristina, se va afianzando la figura del ex ministro de Economía Roberto Lavagna, mientras irrumpe el conductor televisivo Marcelo Tinelli en el escenario político y se prepara el lanzamiento de la candidatura de un militar. El ex ministro de Economía sigue dando señales de que quiere competir. Se reúne con dirigentes políticos y sindicales, opina cada vez más sobre la realidad y mantiene su posición de ser nominado por consenso y no por internas.

Los gobernadores demorarán su definición hasta resolver la elección provincial -como ha hecho Gutiérrez- mientras que Massa y Urtubey, continuarán con sus campañas durante dos meses más. Si Lavagna se consolida para entonces, negociarán con él, pero no antes. Un sector del radicalismo -el más desconforme con Cambiemos- se está acercando a este “tercer espacio”. Tinelli irrumpió en el juego político con una definición muy clara a favor de Lavagna y alineándose con el proyecto que se articula entorno al PJ anti-K. Conciente de que un tema vulnerable para Lavagna es la falta de un candidato competitivo para la provincia de Buenos Aires -Massa no parece dispuesto a serlo- Tinelli podría pretender esta candidatura. Mientras tanto desde las entrañas del PRO, pero enfrentando su estrategia electoral, un militar retirado que hasta ahora milita en este partido (Juan José Gómez Centurión, “héroe de Malvinas”) ultima el lanzamiento de su candidatura, buscando canalizar el voto antiabortista, el de la familia militar y los decepcionados de Cambiemos, en una alternativa que se ubica a la derecha del PRO. Esa es también una evidencia de que los votantes desconformes del oficialismo pueden buscar otros cauces.