Coworking, un espacio donde el trabajo se transforma

Coworking, un espacio donde el trabajo se transforma

Se genera un constante brainstorming, se comparten sugerencias y fluye la inspiración y el diálogo, afirma un consultor de empresas.

TRANQUILIDAD. Estos espacios se caracterizan por su ambiente de profesionalismo y de silencio. la gaceta / fotos de analia jaramillo TRANQUILIDAD. Estos espacios se caracterizan por su ambiente de profesionalismo y de silencio. la gaceta / fotos de analia jaramillo
17 Marzo 2019

En Argentina el coworking se encuentra en pleno auge y a nivel internacional lleva siendo desde hace más de cinco años la solución perfecta para los pequeños emprendedores que deciden abaratar costos y para las empresas que predican una nueva visión de negocios.

“Las generaciones millennials y centennials que se insertan en el mercado laboral tienden al emprendedurismo y a una mirada diferente del mundo del trabajo. Esto se relaciona con la idea del coworking, de los espacios compartidos y de la flexibilidad de horarios y espacios físicos”, explica Julio Bresso, dueño de la consultora Bresso.

Para el especialista, el coworking facilita las conexiones profesionales y agiliza los proyectos. “La riqueza del trabajo en red se aprecia cuando hay personas de distintas empresas en un mismo piso. Se genera un constante brainstorming (tormenta de ideas): se comparten sugerencias y fluye la inspiración y el diálogo porque están todos en la misma situación”, agrega.

Esta tendencia es también conocida como “la antiorganización” que viene a romper los esquemas tradicionales de trabajo, jugando con los límites entre lo individual y lo grupal. “Con el coworking se transforman las relaciones laborales, la comunicación, los espacios físicos y la dinámica general del trabajo. Se va sustentando bajo la idea de formar parte de algo; no sólo compartiendo un espacio físico sino también al compartir valores, experiencias y crearse un clima distendido y amigable”, dice Erika Tirador, consultora de empresas.

Hay distintos tipos de emprendedores y trabajadores que, según sus hábitos, prefieren conservar un silencioso cubículo o alquilar una oficina privada. “No todo el mundo está preparado para trabajar en un coworking y puede ocurrir lo mismo incluso con el trabajo desde casa. Hay que disponer de cierta autodisciplina y capacidad de concentración porque tenés muchos elementos que te dispersan, como las llamadas por teléfono”, aclara Bresso.

SALAS DE REUNIÓN. Su uso viene incluido como parte de los servicios que ofrecen los coworking. SALAS DE REUNIÓN. Su uso viene incluido como parte de los servicios que ofrecen los coworking.

Cuestión de gigantes

Si tomamos en cuenta las multinacionales, el tipo de oficinas y de ambiente laboral que proponen Google, Microsoft y Facebook siguen los parámetros del cowork e incluso usan este tipo de espacios para desarrollar sus proyectos bajo un clima descontracturado y de continua inspiración.

“El gran negocio del coworking es que empresas de peso alquilen las instalaciones, ya que utilizan pisos completos y van en concordancia con la multiplicidad de trabajos y la dinámica moderna. Si estas empresas necesitan de algún programador, pueden encontrarlo entre los integrantes del espacio de cowork”, detalla Brossio.

Y, si de espacios imponentes (donde hasta el más mínimo servicio queda incluido) se trata, en Buenos Aires hay edificios de más de cinco pisos que funcionan con esta modalidad. Entre ellos se encuentra la empresa argentina Urban Station, con sedes en México, Colombia, Chile y Egipto. “Al principio la idea del coworking sobre pagar un espacio de trabajo durante un tiempo determinado traía bastante confusiones para los clientes pero, de a poco, el concepto se fue internalizando”, explica Florencia Faivich, socia fundadora de este cowork que fue capaz de capturar Coca-Cola, Telecom y Unilever.

“La verdad es que las redes de contacto que se generan en los espacios de cowork se dan en forma espontánea, las personas van generando sus grupos de trabajo en situaciones tan informales como ir a comer o dar paseos en bicicleta y terminan compartiendo datos o creando nuevos proyectos”, comenta Faivich.

Dato aparte: ¿quién no querría ir a trabajar si en la oficina hubiera bicicletas para rentar, salones de recreación, un microcine y hasta un servicio de librería incluido?

> ¿Cómo funcionan ?
• Algunos coworking ofrecen el alquiler de oficinas privadas.
• Dependiendo del espacio de coworking se puede alquilar el lugar por hora, por día, por semana o en forma mensual.
• El plan de servicios incluye el uso de la sala de reuniones, de la impresora, de la cafetería y de los espacios de recreación compartidos.
• Los precios que se manejan dependen de la cantidad de horas. Se puede usar todo el día o durante la mañana o por la tarde.
• Cuando se alquila el espacio quedan contemplados en el precio todos los gastos de servicios (como el agua, el internet, la luz, etcétera).

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