El cello será la estrella de los románticos

El cello será la estrella de los románticos

Con “Los Tres Períodos del Romanticismo” comienza la temporada en el Teatro Alberdi. Una solista suiza con una pieza de Saint-Säens.

La Orquesta Sinfónica de la UNT comenzará su Temporada de Conciertos con “Los tres períodos del Romanticismo”.

Desde las 22 en el Teatro Alberdi (Jujuy 92), se escucharán “Alla Fuga (Allegro para cuerdas)”, de Gaetano Donizetti; la “Sinfonía N°8, Inconclusa”, de Franz Schubert; “Dos melodías vespertinas”, de Carl Reinecke, y el “Concierto N° 1 para cello” de Camille Saint-Säens.

La solista para esta última obra, será la suiza Milena Umiglia, que a pesar de su juventud, ha tocado en distintas orquestas de Europa y en la prestigiosa Gustav Mahler Jugendorchesters (Austria).

“Me gusta respetar la base del autor, de su obra, pero también tener cierta libertad en algunos detalles”, le contó la cellista a LA GACETA. Lo que en otros términos se llama una “licencia artística”.

Milena Umiglia tiene 20 años y aprendió a tocar el cello a los 4, junto a su madre. En Lucerna, de donde proviene, pero también en Zurich participa de diferentes competencias y hoy brinda master-class. También toca el piano y canta (alto y mezzosoprano).

No integra ninguna formación porque elige trabajar con sus propios proyectos. Y llegó a esta provincia de la mano de Alexis González, un trombonista tucumano que toca en Berlín (Alemania).

“No tengo preferencia por ningún estilo ni autor. Me gusta tanto la música clásica como los románticos o la contemporánea. El cello es un instrumento muy antiguo y me permite acceder a los géneros más diferentes”, le responde a este diario.

El director de la Sinfónica, Roberto Buffo, preparó el programa del Romanticismo pensando en la solista y en su repertorio. Y porque además, Schubert o Camille Saint-Säens son autores que se disfrutan y tienen su público.

Mientras la cellista se ubica en el centro del escenario del Teatro Alberdi y el resto de los músicos aguarda el ensayo, desenfunda el instrumento y comienza suavemente a generar notas, sonidos y a reconocer el espacio donde actuará.

- Cuando decís que te permitís incorporar algo tuyo en una pieza, ¿qué sería?

- Respeto toda la base de la obra, en primer lugar, pero me permito intervenir con algunos detalles, no es que lo reproduzca exactamente. No sé bien cómo llamarlo pero sería ralentizar, volver lento algún movimiento, espaciarlo, y de repente continuar, y acelerar. Hay un cambio de ritmo.

- Siempre con el cello...

- Me encanta todo lo que puede dar ese instrumento, tan amplio para los distintos estilos. Hay otros que tienen límites, como por ejemplo el clarinete. Pero el cello tiene un repertorio muy grande y es tanto para hombres como para mujeres, no hay distinción de género, todo es igualitario. Rococó y romántico, clásico, jazz... Pero además, desde los 4 años lo aprendí con mi madre y desde ahí inicié el recorrido, con presentaciones y competencias que son muy numerosas en Europa.

- Y si estás en tu casa, ¿qué preferís?

- Bach, por supuesto, porque compuso esas suites específicamente para solos de cello, que son maravillosas.

- ¿Ser solista es mucha presión?

- Sí, te genera una mayor energía y mucha satisfacción, es una especie de adrenalina, pero que es buena; es una fuerza especial.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios