Por Irene Benito
28 Febrero 2019
La primera dama tucumana, Sandra Mariela Mattar Sabio, no acudió a prestar declaración indagatoria a la Justicia Federal de Tucumán porque el juez sanjuanino Miguel Ángel Gálvez dejó sin efecto la citación que había librado a comienzos de este mes. El magistrado federal subrogante desistió de indagar a la esposa del gobernador Juan Manzur por videoconferencia transmitida desde el Juzgado Federal N°2 a cargo de Fernando Luis Poviña. Gálvez había convocado a Mattar Sabio por la supuesta evasión de aportes de la seguridad social de empleados de la empresa de aceitunas Tío Yamil SA. Según fuentes cercanas al caso, el juez informó que la declaración como imputada iba a tener lugar en San Juan, provincia de donde proviene la empresaria, aunque no trascendieron los detalles de la reprogramación.
La contramarcha fue comunicada horas antes del inicio de la audiencia programada para las 10 de este miércoles. Según el oficio enviado al Juzgado de Poviña, Mattar Sabio debía ser interrogada por siete hechos de posible retención indebida de aportes detectados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Fernando Echegaray, abogado de la primera dama en la provincia cuyana, negó la existencia de una deuda con el fisco y afirmó que su clienta había dejado de pertenecer al directorio de la firma en 2015.
La decisión de llamar a Mattar Sabio a declarar por la presunta infracción del Régimen Penal Tributario en forma remota no pasó inadvertida. Más allá de la destinataria y del objeto de la citación, sorprendió la modalidad. Hasta este antecedente, la videoconferencia solía ser usada sólo en causas de lesa humanidad, cuando la piden los defensores y para declaraciones testimoniales. En este caso fue el propio juez sanjuanino el que dispuso que Mattar Sabio concurra a la sede de la jurisdicción que gobierna su marido, acompañada de un abogado particular. En su defecto, Gálvez dijo que iba a actuar la defensa oficial.
El abogado de la primera dama dijo que no existe deuda alguna con la AFIP y que ella es ajena a la empresa Tío Yamil SA.
La posibilidad de que Mattar Sabio se presentara a declarar alteró la rutina del Juzgado N°2, en parte porque Fernando Poviña, padre del juez N°2, se desempeña como defensor de Manzur y cabía la opción de que cumpliera la misma tarea profesional respecto de la primera dama. Pero nada de eso ocurrió en el quinto piso del edificio de Las Piedras y Congreso. Sin perjuicio de ello, agentes de la Policía Federal intentaron echar -con buenos modales- a la prensa que aguardaba novedades en esa planta. Todo acabó en un pedido de disculpas.
La causa penal que involucra a Mattar Sabio fue iniciada por la AFIP en 2018. En el entorno del Gobierno insisten en que el proceso es un error. “La señora Mattar dejó de pertenecer al directorio de Tío Yamil SA hace casi cuatro años. Esa compañía fue objeto de una inspección de la AFIP entre mayo y julio de 2018, que determinó una mora en el pago de los aportes previsionales de febrero, marzo y abril de ese año”, había indicado Echegaray. Y añadió: “los saldos impagos fueron cancelados en julio. No obstante ello, la AFIP radicó la denuncia en noviembre”.
El letrado sanjuanino atribuyó la falta de pago a la mecánica propia de las aceitunas y a que las liquidaciones suelen ser practicadas al final de la cosecha, y no durante su desarrollo. Echegaray agregó que Mattar Sabio había dejado su cargo en la dirección de la sociedad y que ello constaba en el Registro Público de Comercio. “Por lo tanto, es ajena al proceso contra Tío Yamil SA”, dijo. En la declaración jurada nacional de 2012, Manzur había consignado que su participación en esa sociedad ascendía a $ 1,2 millón. Aunque con una valuación de $ 272.000, el activo seguía formando parte de su patrimonio en 2015, año de la última manifestación de bienes accesible al público.
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