Tres historias del deporte

Tres historias del deporte

Un equipo mexicano posó en la vecindad del Chavo. Una zapatilla le causó una lesión a un basquetbolista. Y el embajador que fue a ver a Sacachispas.

27 Febrero 2019

Un embajador fue a ver a Sacachispas

Desde enero de 2018 que el embajador de Estados Unidos en el país es Edward Prado. En los primeros días de su gestión usó Twitter para estar en contacto con los argentinos y pedir consejos sobre los lugares que debía conocer i las comidas típicas que debía probar.

En paralelo a sus actividades oficiales, Prado puede ser visto jugando al fútbol o comiendo locro. Lleva más de un año viviendo en el Palacio Bosch y hasta participó de la campaña #EmojiDelMate para que el servicio de mensajería instantánea, WhatsApp, cree el icono de la típica infusión Argentina.

El 31 de enero el embajador pidió nuevamente consejos a sus seguidores para que su hijo conozca lugares turísticos tradicionales (foto). Entre las 789 respuestas que recibió hubo una llamativa. Sacachispas, el famoso club metropolitano de la Primera B le propuso: “vengan a nuestro próximo partido de local”. Prado le respondió encantado a la invitación a Villa Soldati. El lunes 18 fue el día de la visita, Sacachispa recibía a San Miguel por la fecha 16 del torneo de ascenso. Aprovechando el feriado estadounidense, el diplomático fue a alentar al local cómo un hincha más. Además del reconocimiento de la directiva y de los hinchas, Prado disfrutó de garrapiñada (foto inferior) y hasta gritó un “golazo de Sacachispas”, cómo relató en su cuenta.

La relación entre el fútbol argentino y los embajadores de EE.UU. es de vieja data. Entre 1993 y 1996 -presidencia de Carlos Menem- James Cheek fue embajador en Argentina. El diplomático se enamoró de San Lorenzo, al que iba a ver seguido y disfrutó con el campeonato ganado en 1995.

Una foto al estilo chavo del 8

La foto previa al arranque de cada temporada marca el comienzo de la acción. Los protagonistas de los torneos venideros, posan para que los medios y los cientos de hinchas, usen esa foto para sus portadas.

Pero en México, tienen ideas originarias que suelen sorprender. Los jugadores y el director técnico de América posaron en la vecindad del Chavo del 8. ¡Si, en la que juegan el Chavo, Quico y la Chilindrina!

La foto no sólo es una propuesta original, si no que además se trata de un homenaje a Roberto Gómez Bolaños, quien personificó a figuras como el Chavo del 8 y el Chapulín Colorado.

El escenario elegido para el recuerdo, fue el barril del Chavo, pero también usaron la entrada de la casa de Doña Florinda para que pudieran entrar todos en la foto. Esto no fue sólo protagonizado por el plantel masculino. Las chicas del equipo de fútbol femenino del club América también posaron de manera similar, en la misma escenografía.

El Chavo del 8 se convirtió en un personaje histórico, y quien mejor que los mexicanos para mantener vigente la memoria de quien le dio vida a la serie televisiva.

Una insólita lesión en el básquet

Las lesiones suelen ser un complemento del deporte. Las causas son múltiples: algunas pueden ser evitadas si se toman precauciones. Otras, son impensadas.

En el básquet universitario de Estados Unidos, donde juegan muchas de las próximas estrellas de la NBA, ocurrió una insólita lesión. Zion Williamson, jugador de la Universidad de Duke, fue la víctima de una molestia en su rodilla izquierda ¿El culpable? Su propia zapatilla. El equipo de Williamson se enfrentaba al de la Universidad de Carolina del Norte cuando Zion intentó amagar ante uno de sus rivales. La zapatilla no acompañó el movimiento y terminó por despegarse toda la suela del calzado. Esta mala maniobra lesionó al jugador, que salió de la cancha descalzo.

La marca de la zapatilla no se desatendió de lo ocurrido y realizó una publicación en su cuenta de Twitter. “La calidad y el rendimiento de nuestros productos son de gran importancia para nosotros, y aunque esto es un hecho aislado, estamos trabajando duro para identificar el problema”, dijo Nike, que calificó al incidente como un hecho aislado. Pero la marca no pudo evitar las consecuencias: sufrió perdidas de casi 1.200 millones de dólares. Quién se hizo eco del insólito episodio en el básquet universitario, fue una de sus principales competidoras. “Con Puma esto no pasaba”, escribieron, pero luego lo borraron.

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