27 Febrero 2019
Aunque se juegue bajo las mismas reglas, el fútbol no es el mismo en todo el mundo. En muchos lugares se lo vive de manera muy distinta a lo que conocemos. No sólo entre los hinchas -en algunos países carecen de la pasión y del folclore, que por estas latitudes abundan-, sino también en lo que respecta al juego en sí: mientras que en algunos lugares se pone el acento de la gambeta, en otros se privilegia el músculo.
De esto sabe mucho Ignacio Giampaoli porque jugó en Estados Unidos y en Australia. “El fútbol australiano es muy fisico. Allá se entrena muchísimo. Pero las decisiones no son tan acertadas. El australiano usa la velocidad y la fuerza, pero no tanto la cabeza. El argentino, por el contrario, es más creativo, y sabe qué hacer cuando tiene la pelota, tiene más calidad. Y el de EEUU es muy parecido al de Australia”, contó a LG Deportiva.
En las tribunas también nota la diferencia. “Los partidos no tienen mucha convocatoria; va gente, pero no como acá. Y los hinchas se lo toman como un evento social: van, compran una hamburguesa y se sientan a conversar. No se involucran 100% en el partido. Se distraen mucho, no cantan. (En Australia) uno juega más tranquilo. No hay presión ni silbidos”, resaltó.
En diciembre, “Colo” firmó un contrato semiprofesional con Devonport Strikes, un club de la segunda división de la National Premier Leagues del Estado australiano de Tasmania. “En Australia, la mayoría de los equipos de la segunda división son semiprofesionales, a diferencia de la Primera, donde todos son profesionales. El contrato semiprofesional me sirve; implica que además de casa, auto y comida tengo un sueldo básico”, contó “Colo”. Devonport viene de se campeón la temporada pasada, lo que entusiasmó al tucumano. “El equipo es muy bueno. Lamentablemente en Australia no hay ascensos. Hay que poner mucho dinero para jugar en Primera. Pero tengo muchas expectativas. El año pasado llegaron hasta octavos de final de lo que sería la Copa Argentina”, indicó.
Pero más allá del objetivo para con su nuevo equipo, Giampaoli viajó a Australia con una meta personal. “Quiero hacer la mejor campaña y ser reconocido en la Liga. De ahí, ver qué oportunidades surgen. Algo aparecerá, tengo mucha fe. Ya sea un llamado de algún equipo de la Primera división de Australia, o en cualquier otro país: no es lo mismo jugar en la Segunda división australiana que hacerlo en la segunda de Italia o en la tercera de Inglaterra”, señaló.
La importancia de un título
El viernes pasado, con la presentación de su trabajo final, Ignacio Giampaoli se convirtió en ingeniero en informática. Transitó sus estudios en paralelo a su carrera de futbolista, que lo llevó por Buenos Aires, pero también por otros países, como Estados Unidos y Australia.
Esta simultaneidad impactó en ambas facetas de su vida: demoró sus estudios y, a la vez, redujo sus posibilidades de trascender con el fútbol. Pero “Colo” -su apodo desde niño- siempre fue consciente de lo que resignaba. “Fue muy difícil hacer la carrera en paralelo a la vida deportiva. Uno pierde muchas oportunidades por estudiar. Cuando estuve en Estados Unidos, algunos clubes estaban interesados en mí. Pero no eran del nivel que quería, así que preferí volver para avanzar unos seis meses con la facultad. Y así iba perdiendo un poco de tiempo en el fútbol y un poco de tiempo en el estudio. Por eso se me hizo tan largo”, contó a LG Deportiva.
“Colo” cumplió 27 años el martes 19. No reniega, sin embargo, de su decisión. Por el contrario, de sus dichos se desgrana que si pudiese volver al pasado tomaría la misma decisión de transitar ambos caminos en simultáneo. “Sé que si no hubiese estudiado habría tenido más oportunidades en el fútbol y habría llegado un poco más lejos. Pero también sé que el estudio es importante. El fútbol se termina a cierta edad, y si uno no fue un ‘distinto’, si no hizo una diferencia económica, debe vivir de otra cosa. Por eso le doy mucha importancia a mi título”, manifestó el ahora ingeniero en informática. De hecho, no descarta en el futuro vivir de su profesión. “Por el momento pienso en el fútbol (esta temporada jugará de enganche en Devonport Strikes, un club de la segunda división de la National Premier League del Estado australiano de Tasmania). Cuando el fútbol se termine me gustaría trabajar como ingeniero, incluso en otro país”, afirmó.
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