Un nido de emprendedores acentúa el valor de la cooperación

Un nido de emprendedores acentúa el valor de la cooperación

Omar Rivas, presidente de una asociación que nuclea a pymes tucumanas, considera que el ambiente emprendedor local es cada vez más complejo.

Un nido de emprendedores acentúa el valor de la cooperación

“Detrás de cada emprendimiento hay un ser humano que lo dirige. Detrás de esa persona, existen egos, recelos y competencia” sostiene Omar Rivas, presidente de la Asociación de Empresas Tucumanas de Tecnología de la Información (Aetti). El disgusto con esa visión -que se asemeja, quizá sin querer, a la concepción pesimista de la naturaleza humana del filósofo inglés Thomas Hobbes- es, según el ejecutivo, la que motivó el surgimiento de la asociación en 2011. Todavía más, es la que impulsó el “relanzamiento” de la incubadora tecnológica este año, tras mudar su sede al microcentro de esta capital.

“Dentro del común de las asociaciones de emprendedores suele haber un constante ‘yo’. Por lo general, los encuentros están dedicados a la vanagloria de unos y otros”, señala el empresario, que es ingeniero en Sistemas y tiene una maestría en inteligencia artificial. “Es por ello que nace Aetti. Somos un conjunto de emprendedores que creemos que debemos cooperar y complementarnos para seguir juntos”, agrega.

La asociación que preside Rivas se dedica a la promoción y a la articulación de actividades vinculadas con el desarrollo de la cultura empresarial en la provincia. De esa manera, tiene como meta fortalecer el ecosistema emprendedor y nuclea a diversas pymes tucumanas vinculadas con el desarrollo de soluciones tecnológicas. Dentro de ella funciona una incubadora, que es un área cuyo objetivo es recibir ideas para convertirlas en emprendimientos mediante asistencia y financiamiento. En otras palabras, la meta es transformar proyectos en negocios.

Rivas, que es padre de dos niñas, admite que la tarea de acompañar emprendimientos no ha sido sencilla. Por ello asegura que aprovechó la mudanza de las instalaciones de la asociación para corregir las experiencias negativas del pasado. “Ahora vamos a generar una economía interna entre nosotros para llegar a buen puerto juntos”, sintetiza.

El empresario compara los problemas del emprendedurismo en Tucumán con las cuatro patas de una mesa. Si una de ellas presenta fallas, toda la estructura tiembla. Según su análisis, en la provincia, todas están dañadas. En primer lugar, Rivas realiza una autocrítica. “Las incubadoras suelen confundir su función”, expone. Luego, el propio emprendedor, a veces, tendría la “mala costumbre” de esperar beneficios gratuitos a la hora de recurrir a las capacitaciones. Como tercer problema, Rivas menciona la ausencia de políticas públicas de apoyo. Finalmente, la falta de inversores que se arriesguen a colocar sus capitales en emprendedores novatos constituiría otra de las dificultades del sector.

“Estoy convencido de que lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no lo son es la pura perseverancia”, dice un cuadro con la imagen de Steve Jobs colgado en la habitación donde dos emprendedores del sector tecnológico desarrollan sus proyectos. Esa frase motivadora parece resumir la misión de Rivas en la presidencia de Aetti. Y él mismo lo pone en estos términos: “nadie sería buen emprendedor si no aprendiera de sus fracasos. Si fuese fácil, todo el mundo lo haría”. 

La receta de AETTI

1. Cambiar de visión cada vez que resulte necesario
Uno de los principales objetivos de la Asociación de Empresas Tucumanas de Tecnología de la Información (Aetti) es lograr que las ideas se conviertan en proyectos y, luego, en negocios. Omar Rivas (foto) considera que el último eslabón de esa cadena resulta cada vez más complejo. Por ello, a la hora de asistir a emprendedores, más que atender a su oferta, la atención de Aetti está puesta en la demanda de la economía. “Invertimos el proceso y ahora vemos qué necesitan los mercados. Con esa información, desarrollamos productos para convertirlos en emprendimientos”, señala el presidente de la asociación.

2. Asistir financieramente a los proyectos
Las inversiones que realiza Aetti provienen de fondos privados de un grupo de empresas, entre las que se encuentra una compañía de software que dirige Rivas. A cambio de una participación accionaria en los emprendimientos, estos reciben financiamiento, equipos de trabajo y diversos recursos por parte de la incubadora.
El ejecutivo destaca que el Ministerio de Producción de la Nación ha calificado a la asociación como una “entidad de capital emprendedor”, la primera de ese tipo en todo el Norte argentino y la décima en el país. “Eso quiere decir que puedo presentarme a una empresa y captar hasta el 10% del pago de ganancias para ‘coinvertir’ en un emprendimiento. Es decir, que la plata sale de los impuestos”, explica el empresario.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios