Pasó el día clave y Venezuela sigue sin ver salida a la crisis

Pasó el día clave y Venezuela sigue sin ver salida a la crisis

El operativo para ingresar ayuda humanitaria no melló el poder fáctico de Maduro.

SECUELAS. Así quedó el puente internacional Simón Bolívar después de los enfrentamientos entre las fuerzas venezolanas y los antichavistas.  reuters SECUELAS. Así quedó el puente internacional Simón Bolívar después de los enfrentamientos entre las fuerzas venezolanas y los antichavistas. reuters
25 Febrero 2019

CARACAS, Venezuela.- El 23-F, el día esperado por millones de venezolanos, pasó finalmente sin mellar el poder fáctico que ejerce el gobierno chavista de Nicolás Maduro, generó más dudas que certezas entre la huestes del presidente interino Juan Guaidó y no dejó indicios de que la crisis institucional sin precedente que vive Venezuela vaya a resolverse a corto plazo.

La jornada del sábado, en la que el antichavismo venía anunciando que intentaría ingresar cargamentos de ayuda humanitaria que el chavismo rechaza, transcurrió como otras consideradas clave en la historia reciente venezolana: con símbolos más fuertes que ciertos hechos reales, y errores de ambas partes.

La oposición a Maduro sólo logró entrar al país dos de los 14 camiones con alimentos y productos de higiene que planeaba introducir desde Colombia, según datos que la Comisión Especial de Seguimiento a la Ayuda Humanitaria de la Asamblea Nacional exhibió a sus voluntarios en el comando en el Centro Cultural Chacao, en Caracas.

El operativo dejó cinco muertos, 131 heridos y 34 detenidos, de acuerdo con el balance de esa comisión, aunque algunos dirigentes antichavistas afirmaron que s{olo en la frontera con Brasil hubo 25 muertos entre los aborígenes pemones.

Relación de fuerzas

El entusiasmo que intentó transmitir en la última conferencia de prensa el presidente de la Comisión, el diputado Miguel Pizarro, contrastó con las expresiones graves de los rostros de los legisladores y dirigentes que lo acompañaban en el estrado.

Tampoco pudieron mostrar la entrada triunfal de Guaidó, que había abordado en Cúcuta (Colombia) uno de los camiones que no logró llegar a Venezuela y el mandatario interino debió dar en suelo colombiano la rueda de prensa que tenía previsto dar del otro lado de la frontera. Allí, condenó el bloqueo al ingreso de ayuda, pero no llamó a nuevas acciones contra Maduro.

Un día después, fue recibido con honores de jefe de Estado en Bogotá, a donde arribó para asistir a la reunión de los cancilleres del Grupo de Lima, que procurarán acordar un aumento de las sanciones que sus países ya aplicaron al gobierno chavista y a varios de sus integrantes, con el apoyo estadounidense.

Ayer, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo que hoy anunciará “pasos concretos” y “acciones claras” para enfrentar la crisis de Venezuela cuando se reúna con el Grupo de Lima y con el propio Guaidó.

No es un dato menor que Guaidó haya quedado en territorio colombiano: la administración chavista “que conserva el control fáctico del aparato estatal” le había prohibido salir de Venezuela y se espera que haga todo lo posible por dificultar su regreso al país.

Según analistas, Maduro se salió con la suya sin pagar un costo mayor que el que venía asumiendo en los últimos años, pues su rechazo al ingreso de ayuda humanitaria ya había sido largamente expresado y la represión no fue mayor que la que aplicó a otras protestas o iniciativas de sus adversarios.

Por lo demás, Maduro atravesó otro día clave sin que se pusiera en duda la lealtad que le profesan las fuerzas armadas y los “colectivos” (grupos de civiles armados, responsables de la masacre de indígenas en Santa Elena de Uairén).

Las decenas de uniformados que desertaron ayer, declararon lealtad a Guaidó y, sobre todo, quedaron refugiados en Brasil y Colombia, no afectan la relación de poder en unas fuerzas que, en conjunto, tienen alrededor de 250.000 efectivos. (Télam)

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