Están todos conformes con las audiencias orales civiles, según la Corte

Después de décadas de insatisfacción y de desencanto, el Poder Judicial provincial pudo, por fin, mostrar una faceta distinta. Ese perfil positivo e incipiente aparece en la primera medición oficial del desempeño del esquema de audiencias incorporadas a los juicios civiles a partir del 1 de octubre de 2018. El cambio tiene un grado de aceptación alto entre los abogados y sus clientes, según la Oficina de Gestión Judicial de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. Este informe indica que el 100% de los demandantes, demandados, terceros y testigos que pasaron por las audiencias de recepción de las pruebas aprobó el trato que recibió; comprendió lo que había ocurrido en su presencia y se retiró satisfecho con la posibilidad de haber sido escuchado por la Justicia.

Si bien la muestra es aún pequeña -refleja lo sucedido durante los tres primeros meses de vigencia del programa-, la Oficina de Gestión Judicial considera que los resultados son alentadores. Entre octubre y diciembre del año pasado, 23 juzgados civiles, y de documentos y locaciones de la capital y de Concepción concertaron 89 audiencias y celebraron efectivamente 81. La mayor cantidad de los actos desarrollados (76) corresponden al primer contacto “cara a cara” con los jueces para definir las pruebas requeridas en cada caso. Hubo cinco de las segundas audiencias, que apuntan a la recepción de las medidas. Un dato se destaca: la tasa de ejecución del 71,4% del primer acto sube al 92,7% en el segundo (ver cuadro). Y para este mes y el próximo ya hay 139 audiencias programadas, previsión que da cuenta del aumento de la actividad desplegada durante el trimestre inicial (ver cuadro).

La oralidad así formateada rompió la hegemonía de la escritura y el papel existente en el pleito civil desde 1991. Ese proceso, en promedio, se extendía durante cinco años y medio sólo en el trámite de la primera instancia, según la estadística oficial de 2017. Desde finales del año pasado, los jueces empezaron a “ver” a las partes y estas a aquellos. Ese contacto directo -sin intermediarios- permitió conciliar y terminar al menos media decena de juicios en los Tribunales de la capital. Estos frutos no surgen del informe de la Corte, sino de la consulta con los magistrados involucrados en el ensayo que lidera la jueza suprema Claudia Sbdar. Aunque los propósitos declarados del programa de audiencia son reducir los plazos, y aumentar la calidad de las decisiones y la satisfacción de los usuarios, la oralidad debería favorecer el encuentro de las posiciones y el acuerdo.

“No podemos quedarnos con la impresión buena del comienzo, sino avanzar y profundizar esta herramienta. Un auto siempre es lindo cuando sale del concesionario. El desafío es que siga gustando con el tiempo”, ejemplicó un juez comprometido con el proyecto en marcha.

La intención de ir más allá de un acto formal y tratar de arreglar los litigios choca de frente contra la cultura del litigio eterno funcional al deudor, que, para colmo, aprovecha la inflación. Al respecto, llama la atención que el 95,4% de los abogados que pasaron por la audiencia de especificación de pruebas expresó su beneplácito con los intentos de conciliación que plantearon los jueces. El monitoreo de la Oficina de Gestión Judicial es otra novedad de este proyecto impulsado por el alto tribunal local con apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

La puesta en marcha de las audiencias surgió de un comité interno a cargo de Sbdar que integraron los jueces José Dantur, Viviana Gasparotti, Jesús Abel Lafuente, Pedro Pérez y Carlos Molina; el funcionario Luis Marcelo Zelarayán de Escalada (Oficina de Gestión Judicial), y Héctor Chayer y Juan Pablo Marcet, los expertos de la Nación. En 158 días corridos, esa comisión comenzó a funcionar, preparó las salas y reglamentó el ensayo, que se recuesta sobre la ley procesal en vigor. A diferencia de lo sucedido para la Justicia penal, que tiene un código de rito nuevo desde 2016 cuya aplicación fue postergada tres veces, en el fuero civil pudieron empezar al revés: con un test de la oralidad en el terreno cuyos hallazgos cristalicen, el día del mañana, en un cambio legislativo.

Próximos pasos

Monteros se incorporará a la iniciativa y habrá notificaciones electrónicas.

Los Tribunales de Monteros se sumarán próximamente al programa de audiencias civiles, según informó la Oficina de Gestión Judicial de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. Esa dependencia añadió que, además, el fuero de la capital usará las notificaciones digitales a partir de mayo. La incorporación paulatina de esa herramienta empezó en las tres salas de la Cámara en lo Contencioso Administrativo: las instrucciones están disponibles en justucuman.gov.ar.