Cartas de lectores
21 Febrero 2019

Lo bueno, lo malo y lo feo

Me permito recordar que hace muchos años se presentó en los cines de Tucumán una película titulada igual que esta carta, por supuesto con argumentos distintos. Mi texto es con relación a la carta del 4/2 en LA GACETA, redactada por el señor Chávez sobre el dique El Cadillal, quien nos hace recordar para bien de todos los tucumanos, y para mal de los empleados públicos, situación que yo tenía en esa época. La colosal obra que hizo construir el doctor Celestino Gelsi fue “lo bueno”: el dique El Cadillal, que solucionó en esos años el sufrimiento de la población por la carencia de agua. “Lo malo” fue que nuestra población, que en ese entonces eran unos 750.000 habitantes, todos responsables de pagar los impuestos y servicios de contado, no fue suficiente para saldar la cuota que debían pagar en libras esterlinas (el costo de la obra). “Lo feo” del caso es que se ordenó suspender el pago de sueldos a los empleados públicos para que el Gobierno pudiera cumplir con el pacto. Se llegó hasta dos y cuatro meses sin cobrar, y para peor nos abonaban con bonos, que el comercio no quería recibir. Así, aparecieron compradores de bonos, quienes pagaban entre el 20% y el 40% del valor escrito en cada bono, y nos vimos obligados a hacernos estafar para cumplir con nuestras obligaciones. Tienen que enterarse lo que sufrieron los ex empleados del Estado.

Juan A. Barboza

Avenida Independencia 122
, San Miguel de Tucumán

Argentina y la India

La noticia de la apertura del mercado de la India es trascendente, al ratificar el modelo político y económico concebido desde el inicio de la gestión del presidente Macri. La recurrente apertura de nuevos mercados (EEUU, Japón, Asia, Europa, etcétera), con importante impacto en nuestras economías regionales, es la síntesis de la réplica aggiornada a los tiempos actuales de un modelo que posicionó a la Argentina, a fines del siglo XIX, como potencia mundial. Estoy convencido de que ese es el camino para un crecimiento sostenido, en una Argentina acostumbrada a la inmediatez y a la subsistencia. Los problemas coyunturales y las dificultades que hoy afectan distintos sectores, serán sólo anecdóticas ante la enorme perspectiva que deparan el desarrollo, la producción y el crecimiento de nuestras industrias. Sin desatender las necesidades básicas de los sectores de mayor vulnerabilidad, considero que es fundamental confiar y acompañar el rumbo de este proceso; difícil y con turbulencias, que tardará en consolidarse, pero que nos devolverá definitivamente, la confianza, la dignidad y el orgullo de ser argentinos.

Tobías Gordillo

Lamentable Tucumán

Asisto perpleja a la ruina progresiva de Tucumán. No hay obras nuevas y las que nos legaron grandes hombres de otra época están en un estado de total abandono. Si algún turista desinformado viene, es seguro que no vuelve más. Al principal circuito turístico de la Capital a San Javier, se accede por avenidas poceadas y llenas de peligrosos “reductores de velocidad”. Ya en la subida al cerro, el camino está destrozado, sin demarcación ni poda de banquinas. “El Rulo”, obra maestra de ingeniería de los años ‘30, está agrietado y en inminente peligro de derrumbe. Lo notable es que este camino se hizo en sólo dos años, en épocas en las que no se contaba con los recursos técnicos actuales, y ahora son incapaces, aunque más no sea, de mantenerlo. Tafí del Valle, otro destino imprescindible, tiene la Capilla de la Banda en ruinas y la ruta a Amaicha destrozada y muy peligrosa. El Cadillal, copado por jaurías de perros vagabundos. La Ciudad, con calles destruidas, veredas de diversos niveles y revestimientos, con un tránsito caótico, desprovista de árboles que mitiguen los rigores del clima, con una contaminación sonora y ambiental extrema, resulta desagradable y riesgosa. Se suma la ruinosa Casa Histórica; el clausurado Templo de San Francisco, con serios problemas estructurales; las peatonales desprovistas de plantas y de fuentes, y la piqueta que voltea edificios venerables para transformarlos en eternos baldíos. El tucumano vive en permanente estado de zozobra, entre la inseguridad reinante y la infraestructura deficitaria, responsable de continuos accidentes. La excusa es siempre la falta de medios. Siendo la economía “la aplicación de recursos escasos a fines alternativos”, los pocos recursos que hay no deberían dilapidarse en costosa propaganda partidaria, viajes ostentosos a países lejanos acompañados de enormes y abigarradas comitivas, ni en dádivas carentes de toda justicia ni fundamento, como no sean lograr una reelección para seguir haciendo “nada”. Añoramos dirigentes como Juan B. Terán, Campero, Paz Posse y tantos otros visionarios que dedicaron tiempo y fortuna a hacer de esta provincia lo que alguna vez fue.

Elena Mainardi de Marengo

Jubilados transferidos

Como de costumbre, recurrimos a este prestigioso medio para, una vez más, mostrar nuestras quejas sobre el trato brindado por el Ejecutivo a los jubilados transferidos con juicios ganados y sentencias en firme. Si bien es cierto que a algunos se nos autorizó los aumentos en nuestros haberes, pero las demoras en efectuar los decretos respectivos para abonar las retroactividades adeudadas en algunos casos de los años ‘16 y ‘17 (en otros pendientes los años ‘13/’15 de sentencias), los que durmieron en la Fiscalía de Estado con el anterior fiscal, y ahora también con la nueva designada, quien no sacó un expediente desde que asumió, a pesar de haber manifestado que trabajaría con todos, ¿o reciben instrucciones superiores para tal demora?, y así les alcanza la plata para dar a las empresas automotrices que siempre lloran por aumentos de boletas, campaña política desde ya, o para el emprendimiento del Centro Cívico, que es muy costoso y según lo manifestado hay poco dinero disponible. Volviendo a los aumentos, hasta la fecha no se pudo cobrar en los haberes los aumentos de paritarias del año 2018 primer semestre, cuyos expedientes siguen en Fiscalía, y los del segundo semestre que se encuentran para instrumentar el decreto respectivo para volver a hacer el pedido de este nuevo aumento -con el tiempo que demora-, para recién pedir el pago de la retroactividad del año indicado, y cuando lo hacen es a valores históricos sin ninguna actualización. Por lo expuesto, reiteramos a las autoridades que nos den el mismo trato a los “jubilados no transferidos” que como algunos retirados con entre 17 o más años de servicio, los que por un arreglo especial con el gremio bancario ya en octubre del año pasado cobraron en sus haberes los primeros aumentos, y la retroactividad correspondiente desde el comienzo del año. Por ello, solicitamos que, una vez decretados los aumentos, la oficina previsional, que es la que confecciona las planillas, aplique en forma automática los aumentos y comunique para el pago a Anses, y creo que con esto tendríamos un mejor panorama de ahora en más.

Mario Oscar Rivet Vozza

El paraíso de “El Corte”

La zona denominada como “El Corte”, en Yerba Buena (al oeste de San Miguel de Tucumán) fue un paraíso. Como vecina desde los años ‘90, soy testigo del progresivo deterioro que ha sufrido la calidad de vida de los ciudadanos que vivimos aquí. Hechos de inseguridad reiterados y anomia absoluta en lo que respecta a las leyes vigentes sobre medio ambiente son moneda corriente: proliferación de salones de fiestas que no cumplen con las normas de insonorización, conductores ebrios a alta velocidad que salen de sus fiestas, tránsito de ciclistas y peatones en la calzada de la ruta 338, ya que no existe banquina, accidentes casi todos los fines de semana. ¿Hasta cuándo? Señor Intendente, urge que se tomen medidas.

Nicole Lemaitre

Mediocres e incompetentes

Hace un par de días leí lo expresado por la autoridad que, refiriéndose a Río Nío, justificó que el pavimento en este lugar y sus zonas aledañas no merece atención a causa de los pocos vehículos que circulan. Debo aclararle algo a este señor: voy a Río Nío desde cuando no había puente sobre el río Salas, distante 10 km de El Sunchal, donde termina el pavimento. Muchos como yo teníamos casa en Río Nío; en época de lluvias el río crecía, y ante esta eventualidad Vialidad Nacional ponía una topadora (que la manejaba “El Negro” Palavecino); él nos hacía pasar tirándonos con cadena. Este muchacho que manejaba la topadora, y con su trato afable y su sonrisa permanente volvía más fácil lo que era una verdadera problemática (dentro de lo complicado que resultaba poder pasar a la otra orilla). Años después nos pusieron la luz; ¡después agua corriente!. Lo que las autoridades no pudieron superar en tiempos de lluvias son los lodazales y las zanjas que vuelven el camino intransitable. Río Nío, Cerro de Medina y sus zonas aledañas, poco a poco acobardan a los más osados; consecuentemente el tránsito disminuye. Es evidente que la falta de capacidad para evaluar es mediocre e incompetente; esta zona, a sólo 61 km de nuestra plaza Independencia, si tuviera buenos caminos y por su potencial, su belleza y el río que se desliza a pocos metros en paralelo, podría desarrollarse como un lugar para el turismo, generando trabajos genuinos. Es demasiado evidente que las autoridades, en su gran mayoría, no saben que Río Nío existe, como también, los distintos problemas que deben afrontar todos los que viven allí, desde falta de médico, en épocas de clases las escuelas cierran sus puertas o los pocos policías para desplazarse en los 40 km que cubren para la seguridad de los que viven allí o tienen sus casas para descansar. No es una historia que me contaron. Creo que había que visitar esta zona y conocer estos hermosos lugares, ubicados a solo poco más de nuestra Casa de Gobierno. No caben dudas, a veces sobra pan, pero no tenemos dientes y nadie que advierta que los buenos caminos acortan distancias y abren posibilidades al progreso.

Héctor Leonardo Bravo

Urgente asistencia

Blanca Nelly Ríos es jubilada y cuenta con 94 años. Viuda, sin hijos, reside en el barrio sur, y su estado físico-mental dista de ser el ideal. Poco y nada se alimenta e ingiere líquidos, escasamente, con una evidente apariencia física de abandono, siendo socorrida por los vecinos cuando sufre caídas, que ya se volvieron frecuentes por lo que permanece tirada en algunos casos muchas horas, en total soledad. Su caso justifica con creces, por razones humanitarias, la intervención urgente del Estado a través de sus áreas competentes, o de instituciones solidarias o de un juez que, previa verificación de su estado de salud, ordene su internación de oficio, a fin que la vecina Blanca sea asistida y compensada. Para conocer su domicilio, por razones de seguridad, escribir al correo del firmante. Muchas gracias.

Ramón Alfredo Maldones

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