Inquietud por los ataques de motociclistas “rompevidrios”

Inquietud por los ataques de motociclistas “rompevidrios”

Al menos cuatro ataques de “rompevidrios” en cuatro días sembraron temor en las principales avenidas capitalinas. Un efectivo dijo que los delincuentes que salen en moto con esta modalidad de robo actúan teniendo en cuenta los horarios y acciones policiales.

Inquietud por los ataques de motociclistas “rompevidrios”
16 Febrero 2019

Al menos cuatro casos nuevos de víctimas de rompevidrios ocurrieron en distintos puntos de las avenidas Mate de Luna y Belgrano en la última semana. Los robos ocurrieron en áreas concurridas y en horas pico.

“Mi mamá estaba en el semáforo, esperando a que dieran el verde; un chico le rompió el vidrio del acompañante y le sacó la cartera con toda la documentación que tenía”, relató Yamila María Amado, de 24 años, sobre ataque que sufrió su madre, Jorgelina Inés Abeldaño, ayer por la mañana. Ocurrió en el cruce de las calles Ayacucho y General Paz, a las 9. “Ella es fonoaudióloga, trabaja en el CAPS de Alderetes y de La Banda”, dijo Yamila. Jorgelina iba hacia si trabajo y en esa esquina fue interceptada por dos arrebatadores. “Era uno en motocicleta y el otro venía caminando; el que rompió el vidrio venía caminando atrás, se metió en el auto, sacó la cartera y se subió a una moto”, explicó.

“Ella estaba indefensa, no pudo hacer nada”, agregó Yamila. “(El ladrón) metió medio cuerpo dentro del auto para sacarle la cartera; la tenía debajo del asiento, como todas las mujeres ponemos, pero eso ya no está sirviendo”.

Los motoarrebatadores escaparon a contramano por calle Jujuy, dejando a Jorgelina con cortes en los brazos y sin cartera. “La gente la quiso ayudar pero no pudieron, por la velocidad a la que se manejan (los ladrones)”, agregó Yamila.

Otro caso tuvo lugar el jueves, en el cruce de avenida Belgrano con calle Deán Gregorio Funes. La víctima fue Silvana (pidió que reserve su apellido), que, también, se dirigía hacia su trabajo, cerca de las 14. Estaba detenida en un semáforo cuando “de la nada sentí un estallido; me habían roto el vidrio del acompañante”, relató. “Yo no llevaba cartera ni nada; traía una campera negra; deben haber creído que era un bolso”, agregó. “Al mismo tiempo que me di vuelta, ya estaban huyendo: alcancé a ver que eran dos en una moto que iban a contramano”.

Inquietud por los ataques de motociclistas “rompevidrios”

Después de eso, “quería marcar en el celular para avisarle a alguien pero me temblaban las manos. Tenía algunos tajos chicos por los vidrios que cayeron; sentía mucha impotencia”, concluyó.

El caso de Silvana ocurrió casi al mismo tiempo que el de Catalina Lonac, que fue asaltada mientras ingresaba al Consulado de Croacia, en Mate de Luna 3.000. A la empresaria le sustrajeron tarjetas, llaves y dinero en efectivo.

El primer caso de la semana había sido el de Guillermo, a quien le rompieron el vidrio para sacarle dinero que había sacado de un banco de Yerba Buena poco antes. En la intersección de calle Pablo Rojas Paz y avenida Mate de Luna, le rompieron el vidrio de atrás del conductor y le sacaron un maletín donde había puesto el dinero.

Testimonios y opiniones

Estos cuatro se sumarían a varios ataques de “rompevidrios” que, aparentemente, no fueron registrados. Así lo entiende Sergio Saracho, que atiende un local en el cruce de avenida Belgrano con Deán Funes. “Dos veces ocurrió en hora pico, a las 9.30 y a las 17, hace una semana y hace 15 días respectivamente; ambas veces, en moto”.

Por otro lado, en los alrededores de Colón y Mate de Luna se ven motoristas de la Dirección de Prevención, que aseguraron que los crímenes se han reducido en la zona desde que fueron destinados allí. “Nosotros estamos emplazados preventivamente para contrarrestar el tema de los ‘rompevidrios’”, declaró el cabo primero Daniel Ardiles. “Si estamos acá y pasa alguien sospechoso, se va; esa es la prevención”, destacó.

“La idea es estar antes de que sucedan los hechos; si no, no sirve de nada”, agregó el cabo Saveiro Maruzza. Por su parte, el cabo primero Diego Cardozo reflexionó que “por más que haya 10.000 oficiales acá, si los fiscales no ayudan a la prevención, sigue todo igual; por más que nosotros detengamos, por ejemplo, tres delincuentes por día”.

Elizabeth Cárdenas dijo que, en la esquina de Mate de Luna y Rufino Cossio “hay vidrio por todos lados”. “Está rejodido; a las tres de la tarde es tierra de nadie”, agregó. “Acá a la vuelta hay un jardín maternal, y siempre que las madres se bajan, les rompen el vidrio o las esperan con un caño”.

En concordancia, José María Barba, que atiende un quiosco en el mismo cruce, dijo que “cada dos días veo vidrios tirados en la Rufino Cossio; en medio de la Mate de Luna también”. No obstante, dijo, “nunca vi nada en vivo, ni he revisado las cámaras tampoco”, agregó.

En ese mismo cruce hacen rondas de vigilancia oficiales del Grupo de Operaciones Motorizadas (G.O.M.). El cabo Ariel Costilla dijo que este método de robos “se comete en todas las avenidas; retomamos esta sección por órdenes de nuestro superior”. “(Los criminales) ven dónde están más cómodos para delinquir, teniendo en cuenta nuestros horarios y nuestro actuar”, explicó. “La idea es que ellos erren a nuestro horario para poder superponernos; la delincuencia trabaja hasta más organizada, así que uno tiene que estar a la par de esa evolución”. (Por Facundo Valero)

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