Tres razones y una omisión

Tres razones y una omisión

Tres razones y una omisión

La advertencia del Poder Ejecutivo a la Corte respecto de una eventual violación a la independencia de poderes es el asunto institucional más serio en lo que va del manzurismo. De las muchas cuestiones que hay detrás, tres son casi manifiestas.

La primera es presupuestaria: en la crisis, la Justicia impone invertir en el sistema carcelario, y el poder político reniega de no poder volcar esos fondos en educación, salud o infraestructura.

La segunda es política: el Gobierno asume que la Corte, al endilgarle toda la tarea para sanear la crisis carcelaria, no asume su parte de la responsabilidad.

La tercera es electoral: el Ejecutivo dice no comprender la utilidad de una audiencia pública sobre seguridad en el año de los comicios. Entiende, entonces, que se trata casi de un linchamiento. Luego, se pregunta por qué.

Eso sí: el escrito es rudo, pero omite decir “conflicto de poderes”. Los puentes no están rotos... aún.

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