26 Enero 2019
Santiago Garmendia es escritor, Doctor en filosofía y docente en la Unt. es colaborador en la Gaceta Literaria y en la revista cultural “Dixi (He dicho)”.
-Mr. Vértigo
Paul Auster
Editorial anagrama (288 páginas)
Lo elijo porque...
Esta novela es una buena iniciación para quienes quieran aprender a volar (sufriendo lo que hay que sufrir para lograrlo). Paul Auster no escribe, habla y siempre lo hace entre la delgada línea de lo real y la locura, el azar y las coincidencias. Es así que la obra camina entre los personajes y el lector, escuchando la voz del autor modularse para generar la tensión justa.
Fragmento de “mr. vértigo”
“En aquel momento no sentí más que confianza hacia él, y aunque su cara tenía una expresión severa y ensimismada, no se me pasó por la cabeza que fuera a hacer algo que quebrara esa confianza. Probablemente así es como se sentía Isaac cuando Abraham le llevó a aquella montaña según el Génesis. (...) Si un hombre dice que es tu padre, aunque sepas que no lo es, bajas la guardia y te vuelves estúpido por dentro. No imaginas que vaya a conspirar contra ti con Dios. El cerebro de un niño no trabaja tan deprisa, no es lo bastante sutil para adivinar semejante engaño”.
-Cómo me reí
César Aira
Editorial BEATRIZ VITERBO (128 páginas)
Lo elijo porque...
El autor hace una profunda reflexión sobre lo que implica el acto de narrar, mostrando lo mucho que se enoja cuando sus lectores le dicen “cómo me reí con tu libro”. César Aira refleja que esta frase no sólo se utiliza para los libracos, sino también para los recuerdos, donde la risa es una fórmula de la memoria que tergiversa los momentos para hacerlos “soportables”.
Fragmento de “cómo me reí”
“Deploro a los lectores que vienen a decirme que 'se rieron' con mis libros, y me quejo amargamente de ellos…. Me repito, es inevitable, pero se debe a que la causa también se repite, me lo dicen de cada libro que publico: cómo me reí, cómo me reí.
La bandita de chicos y chicas con la que yo andaba entre mis quince y dieciocho años, allá en Pringles, recurría mucho al 'cómo me reí' para todos sus relatos, anécdotas y descripciones… Pero esto último es raro: no recuerdo que nos haya pasado nunca”.
-Crónicas Marcianas
Ray Bradbury
Clásicos Minotauro (264 páginas)
Lo elijo porque...
Entre las páginas de este libro, de apariencia fantasmagórica, el autor depositó sus largos domingos vacíos, su tedio y su soledad. Las obras de Ray Bradbury son un juego entre el presente y el futuro, entre lo cotidiano y lo extraordinario. Especialmente en estas crónicas donde el espacio exterior es el escenario donde despliega con maestría las pasiones universales del hombre.
Fragmento de “crónicas marcianas”
“-¡Pero las ruinas lo demuestran! Demuestran que yo soy el futuro, que yo estoy vivo, que tú estás muerto.
-Todo en mí lo desmiente. Me late el corazón, mi estómago siente hambre, mi garganta sed. No, no. Ni muertos, ni vivos, más vivos que nadie, quizás. Mejor, entre la vida y la muerte. Dos extraños cruzan en la noche. Nada más. Dos extraños que pasan.
-Admitamos nuestro desacuerdo -dijo el marciano-. ¿Qué importa quién es el pasado o el futuro, si ambos estamos vivos?”.
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