25 Enero 2019
Los investigadores saben desde hace mucho tiempo que la calidad de la vida romántica de un adulto está estrechamente relacionada con la salud física y mental durante la adolescencia. Ahora, un nuevo estudio buscó identificar los factores en esa época de la vida que mejor pueden predecir quién tendría, y quién no lo hará, una vida romántica satisfactoria a finales de los 20 años.
El estudio descubrió que las habilidades que los adolescentes aprenden en sus relaciones de amistad con compañeros del mismo sexo (estabilidad, asertividad, intimidad y competencia social) fueron los factores más importantes para predecir la satisfacción romántica posterior.
El estudio se llevó a cabo en las universidades James Madison y de Virginia, de EE.UU, y se publicó en Child Development, revista de la Sociedad de Investigación del Desarrollo Infantil.
“A pesar del énfasis que los adolescentes ponen en las relaciones románticas, estas no son el factor predictivo más importante”, dice Joseph Allen, profesor de Psicología en la Universidad de Virginia, director del estudio.
Los investigadores entrevistaron y observaron 165 jóvenes de 13 a 30 años de áreas suburbanas y urbanas en el sureste de EE.UU, y evaluaron sus informes sobre la calidad de sus relaciones sociales y románticas (el grupo era racial, étnica y socioeconómicamente diverso). Además, cada año (durante tres) a los que tenían más de 20 les preguntaron sobre su satisfacción con la vida romántica.
El estudio encontró que el progreso, en la adolescencia, en tareas clave de desarrollo social predecía la competencia romántica en el futuro (entre los 27 y los 30 años). Por ejemplo, las habilidades, desarrolladas entre los 13 y los 15, para establecer expectativas positivas de relación y ser asertivos con sus compañeros eran los mejores predictores de la futura satisfacción romántica. A los 15 y 16 años, el mejor predictor fue la capacidad de establecer amistades cercanas y manejar una amplia gama de relaciones con los compañeros.
Y desde los 16 a los 18 años, la capacidad para establecer y mantener amistades cercanas y estables fue el mejor indicador.
“Las relaciones románticas de los adolescentes son propensas a ser fugaces, y como tales, no parecen ser la principal forma en la que ellos aprenden habilidades necesarias para el futuro”, sugiere Rachel K. Narr, coautora del trabajo.
Lo más popular
