La batalla de los mensajes

La batalla de los mensajes

¿Por qué Juan Manzur invocó a Cristina Fernández de Kirchner en el proceso de reestructuración interna del Partido Justicialista? El gobernador se defiende afirmando que es lo que viene diciendo desde el 17 de octubre pasado, cuando convocó a distintos referentes partidarios al multitudinario acto que realizó en el Hipódromo de Tucumán. Ese día no estuvo la ex Presidenta. Es lo que algunos kirchneristas recuerdan ahora como el gran desaire del mandatario tucumano para quien lo tuvo, siendo jefa de Estado, como su ministro de Salud Pública. En aquel acto, Unidad Ciudadana, la fuerza que acompaña a Cristina, se dividió y, en gran medida, no participó del mitin convocado por el gobernador local.

“¿Por ahí me preguntan por Cristina? Yo lo dije públicamente y le vuelve a decir: tiene que ser con CFK adentro del peronismo. Yo voy a trabajar y estoy convencido de esto”, dijo en el video que se viralizó en las redes sociales. Lo curioso de esa grabación es que se realizó en el mismísimo antedespacho gubernamental de la Casa de Gobierno. Y que, durante el encuentro con algunos intendentes de ascendencia peronista, el propio titular del Poder Ejecutivo asintió su realización. Manzur no sólo fue el productor, sino también el libretista y el acto principal de ese corto denominado “todos unidos triunfaremos”. Es el mismo que dijo que el ciclo de Cristina ya se cumplió y el que hoy sostiene que, sin ella, el Partido Justicialista no tiene garantizada una victoria frente al Cambiemos del presidente Mauricio Macri.

El alperovichismo se refriega las manos. El propio José Alperovich recuerda que le dijo a la fórmula gobernante que apoyen a la ex mandataria nacional. La oposición local le enrostra a Manzur que tiene doble discurso, ya que pasó de cerrarle la puerta a una nueva candidatura presidencial a abrirle la ventana partidaria a la actual senadora nacional.

¿Fue un mensaje espontáneo o tuvo algún propósito? Manzur no es propenso a la soltura de las palabras cuando hay una cámara prendida. Generalmente se aferra a un libreto y no se mueve de esos conceptos. La espontaneidad esta vez estuvo en la definición, pero no en la transmisión del mensaje. Fue preparado, pensando en el congreso nacional partidario que se hará el mes que viene.

Otra curiosidad: Manzur lanzó la convocatoria para que Cristina se sume a las internas el mismo día en el que, en Salta, dos presidenciables del tercer sector, Alternativa Federal, se reunieron para tratar de delinear la contienda que se viene. El anfitrión de ese encuentro, Juan Manuel Urtubey, claramente ha dicho de que su límite no sólo es Macri, sino también Cristina. Pero con el resto está dispuesto a hacer una gran coalición nacional. Sergio Massa, el visitante, sigue transitando por la ancha avenida del medio; no rompe con la ex Presidenta, y dialoga permanentemente con los principales referentes de Alternativa Federal.

El desembarco del líder del Frente Renovador a Tucumán está relacionado con la idea de seguir construyendo alianzas para su potencial candidatura presidencial al lado del tucumano Manzur. Tal vez el mes que viene los principales referentes de la tercera posición vuelvan a verse las caras, pero en Mar del Plata.

Tejiendo redes

La efervescencia electoral es, hasta ahora, justicialista. La fórmula que busca la reelección en Tucumán sale todos los días a supervisar obras pequeñas que se agigantan en períodos eleccionarios. Los abrazos con la ciudadanía son más frecuentes, en tiempos en los que todo se potencia en las redes sociales. Lo hace Manzur, también Osvaldo Jaldo, el vicegobernador, y hasta José Alperovich, el tercero en discordia que avisó que luchará en las urnas por fuera del PJ. La cercanía con la gente también es un atributo del intendente capitalino Germán Alfaro que, en las mismas redes, salió a potenciar su cercanía con los vecinos y otras facetas personales. Otro de los políticos que también usan las redes para mostrarse con la gente es el referente del Libres del Sur, el ex diputado nacional Federico Masso. Y siguen las firmas. En Cambiemos, la senadora Silvia Elías de Pérez, el diputado José Cano y el ex ministro de Finanzas de la Nación, Alfonso Prat-Gay también adoptan la misma estrategia. El objetivo es prácticamente el mismo: ser los elegidos para competir por el principal cargo público de la provincia.

Más allá del carisma y de otros atributos que puedan a llegar a tener estos potenciales candidatos, la sociedad observa que los políticos tienen baja tolerancia al diálogo. No hay campañas en las que, verdaderamente, compitan más los programas de gobierno de las distintas fuerzas electorales, sino que la compulsa se centra más en las personalidades y en los personalismos. Como dijo el director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral, Mario Riorda, con la aparición de las redes, en campaña no hacen falta verdades, sólo verosimilitudes, contenido ficcional o post verdad. “La racionalidad como explicación electoral es difícil de sostener por sí sola. Contenidos circulares y posturas dogmáticas se filtran cada vez más hacia los medios tradicionales y ya no son sólo un fenómeno de redes”, indica el experto.

Una. Dos. Tres. Cuatro. Esas pueden ser las ocasiones que los tucumanos deban recorrer para ir a las urnas. Una por la elección provincial, que sería en junio; otra por las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto; la tercera para las generales de octubre y la última si es que hay balotaje.

La carrera electoral cobra velocidad. Durante febrero quedará definido si Manzur puede anticipar la fecha de las elecciones y que los tucumanos concurran a las urnas antes de cerrarse el primer semestre. Como dijo a LA GACETA el analista Sergio Berensztein, las fortalezas de los candidatos residen en las profundas debilidades de sus adversarios, más que en sus propios atributos o propuestas para seducir a los votantes. Esa será otra regla aplicable a Tucumán.

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