La “otitis de pileta” puede afectar tanto a niños como a adultos

La “otitis de pileta” puede afectar tanto a niños como a adultos

Es una infección del oído medio causada por bacterias que aprovechan la irritación que causa el cloro. Animate a los tapones.

NADIE ESCAPA. Las medidas de prevención deben ser tenidas en cuenta por todos los miembros de la familia. NADIE ESCAPA. Las medidas de prevención deben ser tenidas en cuenta por todos los miembros de la familia.
24 Enero 2019

A pesar de que el Sol parece no decidirse respecto de qué quiere hacer, y no deja de ir y venir, las piletas y el lago de El Cadillal siguen siendo una importante alternativa para combatir el calor del verano. Y hay en la ciudad piletas climatizadas, así que se puede disfrutar del agua (y de paso aprender a nadar) hasta cuando llueve.

Nadar, de hecho, se considera la actividad física más completa; sólo hay que tener unos pocos recaudos en este espacio acuático compartido. Uno de ellos es cuidar los oídos, y no sólo los de los chicos.

“El contacto con el agua de las piletas es la mayor causa de la otitis externa, la típica del verano, porque los productos utilizados para mantener el agua, como el cloro, irritan la piel del conducto auditivo externo y provocan microlesiones”, explicó Marcela Djivelekian, pediatra del Hospital del Niño Jesús.

Si bien el centro del conflicto respecto del contagio de enfermedades suele ubicarse en las colonias de vacaciones o en las piletas de clubes o gimnasios, también deben cuidarse los adultos: el riesgo de contagio es igual de probable para ellos.

“El conducto auditivo externo tiene forma tubular y conecta el pabellón de la oreja con el tímpano. Está formado por hueso y cartílago cubiertos de piel, y tiene pH ácido, lo que funciona como protección contra las infecciones. Los productos con los que se limpia la pileta, e incluso la salinidad del mar, irritan la piel y, en ese caso, los gérmenes actúan con más facilidad”, señaló Daniel Pérez Gramajo, jefe del Servicio de Otorrinolaringología en el Hospital Eva Perón, de San Martín.

Dos tipos

Si la bacteria encontró la puerta abierta y actúa, la otitis puede presentarse de dos formas: aguda (del momento) o crónica, que se manifiesta de forma repetitiva durante largo plazo.

“Las molestias se van agudizando; suele empezar con picazón, luego duele”, explicó Djivelekian y agregó con insistencia la importancia de no automedicarse y, en cambio, recurrir siempre al médico.

“Es importante confirmar de qué tipo de otitis se trata”, señaló y recalcó: “nunca hay que colocar alcohol en el oído. Esto reseca la piel y agudiza el cuadro. Tampoco hay que usar hisopos. Ni siquiera cuando no hay otitis... ”.

Tratamiento

Si el médico confirma que se trata de una bacteria, el tratamiento, en general, es antibiótico tópico. “Por vía oral se prescribe sólo en caso de que haya compromiso del oído medio”.

“Es muy importante tratar estos cuadros, que en verano son muy contagiosos y muchas veces menosprecian por ser enfermedades conocidas. La otitis media crónica tiene riesgos de generar pérdida auditiva, que se instaura en menos de 72 horas y afecta en mayor medida a personas de entre 40 y 55 años”, advirtió Pérez Gramajo.

EN CASA

GOTAS PARA PREPARAR
Si no se tiene los tímpanos perforados, se pueden usar unas gotas caseras como prevención antes y después de nadar. La doctora Djivelekian indicó una mezcla compuesta por 50% de vinagre blanco y 50% de agua (si es destilada, mejor). Ello ayudará a prevenir el crecimiento de bacterias u hongos que pueden provocar otitis del nadador. Se aplica una cucharadita (alrededor de 5 mililitros) de la solución en cada oído y luego hay que dejarlo salir. Se pueden encontrar soluciones similares y de venta libre en la farmacia. Pero cuidado: que no tengan antibiótico.

Cómo prevenir
- Mantener las orejas limpias y secas (puede usarse el secador de pelo con aire frío) después de cada baño.
- Sumergirse de a poco en el agua, para que el líquido no ingrese bruscamente en los oídos.
- Utilizar protectores a medida, ya que son el método más efectivo para que el agua no entre en los oídos.
- Tener cuidado con los cambios de temperatura.
- Intentar que el agua de la piscina o de la playa esté limpia, ya que las aguas contaminadas aumentan el riesgo de infecciones auditivas.

Señales de alerta
- Dolor que se acentúa al tocar o mover la oreja
- Dolor al masticar
- Calor intenso en la zona cercana a la oreja
- Cuando la enfermedad es más profunda, pueden aparecer otras manifestaciones, como fiebre o dolores de cabeza

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