El peligro de que se repitan las inundaciones

El peligro de que se repitan las inundaciones

21 Enero 2019

Con las copiosas lluvias de diciembre, el insomnio suele apoderarse de miles de tucumanos, en particular, los que habitan en el sur de la provincia. Todavía está fresca en la memoria esa catástrofe ocurrida a fines de marzo y comienzos de abril de 2017, cuando las aguas anegaron una buena parte del territorio llevándose las pertenencias de miles de comprovincianos. Una de las poblaciones más castigadas fue La Madrid que quedó bajo las aguas y sus más de 5.000 pobladores debieron ser evacuados. Las promesas de ayuda y de obras que nunca antes se habían hecho para evitar que la tragedia se repitiera nuevamente, se multiplicaron entonces.

Afortunadamente, el año pasado les dio un descanso a las víctimas de las inundaciones que ocurren con algunas pausas desde la década de 1990. Las intensas lluvias de este mes alcanzaron en dos semanas la cuota de precipitaciones normal para enero. Los sectores más afectados fueron distintas localidades del este tucumano, donde se registraron 200 milímetros, el registro correspondiente a todo el mes. Hace 10 días, unas 450 familias de los departamentos Cruz Alta y Burruyacu:

Las Cejas, San José, Los Ralos, Garmendia, Pampa Pozo, La Florida y de El Lapachito, se vieron afectadas por las inundaciones.

Un experto en Climatología afirmó que a partir de una condición inicial de saturación del suelo ocurrida a finales de diciembre, como consecuencia de las intensas precipitaciones de ese mes, la situación actual se torna compleja ante cualquier tormenta. Señaló que el agua quedará en la superficie o correrá de alguna manera, sin control y poco se puede hacer salvo ajustar los mecanismos de mitigación una vez ocurrido el fenómeno o de adaptación. Pronosticó que las precipitaciones de marzo serán de largo período temporal, más de 10 días y las de fines de enero, cinco días. “Bajo una condición de saturación de suelo, el agua no tiene otra opción que irse por la pendiente y termina siendo un recurso no manejable. Estamos con alguna comezón porque podríamos tener problemas. Como hubo un diciembre muy llovedor; en general las lluvias de febrero y marzo terminan produciendo efectos importantes, que es lo que suponemos que pasará este año”, dijo el especialista. Estas consideraciones las expuso ante el Comité de Crisis por las inundaciones, convocado por el gobernador la semana pasada.

Durante 2017 y parte de 2018, las víctimas de las inundaciones expresaron su protesta de diversas maneras, preocupadas porque no se estaban realizando obras importantes para evitar una nueva catástrofe. Desde aquel mayúsculo anegamiento con dolorosas pérdidas materiales para los pobladores, funcionarios provinciales y nacionales se pasaron discutiendo acerca del monto de dinero que se necesitaba para emprender obras, si la Nación había o no enviado plata, poniendo en evidencia una vez más que la política era más importante para ellos que la aflicción de los damnificados.

Ante el inminente riesgo de que se cumplan los pronósticos meteorológicos, el Gobierno se ha puesto en alerta; difícilmente pueda hacer trabajos importantes cuando los suelos están anegados y el caudal de los ríos ha crecido, menos aún las obras de sistematización largamente prometidas desde los años 90. Es como querer aprender una materia en una semana, cuando no se estudió demasiado durante el año. Habrá que rogar entonces que la naturaleza se apiade de los tucumanos.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios