Los espacios de estacionamiento reservado le dejan al municipio unos $ 800.000 anuales

Los espacios de estacionamiento reservado le dejan al municipio unos $ 800.000 anuales

En San Miguel de Tucumán hay 325 metros lineales en las calles céntricas donde sanatorios, clínicas, oficinas públicas o negocios tienen permitido estacionar. Cada expediente otorga entre cinco y 12 metros como espacio reservado. La tarifa mensual cobrada por la Intendencia es $ 216 por metro.

LÍNEAS AMARILLAS PINTADAS. Muchos de los espacios reservados para estacionar en las calles del centro tienen 10 metros; como la tarifa es $ 216, implica un gasto mensual de $ 2.160, y un importe anual de $ 25.920. la gaceta / Foto de José Nuno LÍNEAS AMARILLAS PINTADAS. Muchos de los espacios reservados para estacionar en las calles del centro tienen 10 metros; como la tarifa es $ 216, implica un gasto mensual de $ 2.160, y un importe anual de $ 25.920. la gaceta / Foto de José Nuno

En San Miguel de Tucumán hay 4.100 cuadras. Y en todas hay zonas donde no se puede estacionar. Además de los garajes, las esquinas y las paradas de colectivo -entre otros-, hay 40 espacios reservados en la vía pública por la Municipalidad. La recaudación anual para ceder algunos metros junto a la vereda ronda los $ 800.000. “El tucumano se siente omnipotente: siente que es dueño de hacer lo que se le de la gana. Por eso cuando ve un cartel de “Prohibido Estacionar”, piensa que rige para los 3 metros alrededor del cartel y estaciona más adelante. El argumento es: en el resto de la cuadra sí se puede. Piensa que es solo al lado del cartel”, explicó Enrique Romero, titular de la Unidad Operativa de Tránsito y Transporte Público. Las multas por estacionar en lugares indebidos pueden ascender desde los $ 2.500, aunque varían en cada caso.

“Reservado”, en amarillo

Comercios, sanatorios, constructoras, hoteles, centros de asistencia de salud y oficinas públicas solicitan por expediente que se los autorice a pintar una línea amarilla en las calles céntricas, dentro de las cuatro avenidas.

El régimen fue establecido en el Código de Tránsito (sancionado en 1987). La Ordenanza N° 942/1987 (que sancionó las normas de tránsito en la capital) establece en su artículo 274 y 274 bis el sistema de “Estacionamiento en Reservas de Espacios Frente a Sanatorios, Hoteles o Establecimientos para Actividades Públicas o Privadas”. La tarifa por el metro lineal es la fijada por la Ordenanza Fiscal Anual: $ 216 por metro. Se abona mensualmente.

De acuerdo al listado de “Espacios Reservados Vigentes”, de la Subsecretaría de Tránsito municipal, actualmente hay 40 puntos delimitados con estacionamiento reservado. La mayoría tiene entre cinco y 12 metros habilitados. Para un hotel mantener el espacio para estacionar, por 10 metros, implica un gasto mensual de $ 2.160 ($ 25.920 al año).

Los metros lineales en total en toda la ciudad suman 325: mensualmente significan para el municipio una recaudación de $ 70.200. Por año, la cifra alcanza los $ 842.000, aunque hay algunos establecimientos que forman el listado de morosos (ver La UNT y la Justicia Federal...).

Según el listado, la mayor parte de los espacios reservados corresponden a negocios, clínicas y oficinas públicas. De acuerdo a las ordenanzas vigentes, la condición para ceder algunos metros en la calle es que no afecte “la fluidez del tránsito, ni perturbe la circulación”. En 2002 se incorporó una cláusula al régimen: “los permisos se otorgarán para un lapos de 15 a 40 minutos para vehículos particulares de hasta 12, 22 y 40 asientos”, establece la ordenanza N° 3.190.

“La incultura”

Romero atribuye el inclumplimiento de las normas de tránsito a la falta de educación. “La gente sabe qué está bien y qué no se debe hacer, pero hace lo que quiere. Con los autos mal estacionados siempre pasa lo mismo: está el cartel que marca la prohibición, pero te dicen ‘no está pintado el cordón de amarillo’, que ‘me bajé a comprar un remedio’ o ‘buscaba un análisis’. El clásico es el familiar enfermo: ‘mi madre se está muriendo’. Bueno, que traiga un certificado y se analiza la multa. Pero en general no lo tienen. El tucumano vive ‘matando’ a sus familiares, a rolete”, relató Romero. 

Aseguró que los incumplimientos no tienen relación con las clases sociales o los niveles de acceso a la educación: “muchísimas veces fuimos con la grúa a llevarnos el auto mal estacionado cerca de un hospital. Sale un médico corriendo a excusarse diciendo que venía a ver un paciente. Pero no salía del hospital, sino que vino corriendo de un bar”. 

El funcionario del intendente, Germán Alfaro (Cambiemos), se jacta de haber intensificado los controles. “Si sumamos todos los permisos que concedemos, sólo en cuanto al estacionamiento o a los lugares para carga y descarga, la recaudación mensual alcanza a $ 1,3 millón. Cuando asumí en el cargo en 2015 el monto alcanzaba los $ 300.000. Una golondrina no hace verano, pero lo anuncia. Por eso insisto en que se aplique la ley nacional 24.449 para que se enseñe educación vial en todos los niveles educativos, y además intensificamos los controles”, finalizó.

Multas desde $ 2.500

Destrabar el cepo cuesta $ 500, y el acarreo al corralón municipal, $ 600

La multa por estacionar en un sitio prohibido un auto varía dependiendo del lugar donde se produzca la infracción, pero suelen rondar -de base- unos $ 2.500. Las multas se establecen en base a unidades móviles, equivalentes a un litro de nafta súper (ronda los $ 42, depende de la petrolera). 

“Los montos son fijados por el juez de faltas municipal, y depende del criterio. Por ejemplo, si estacionaste en una zona indebida y ante el juez de faltas explicas que era una emergencia y se puede probar, quizás imponga una suma de $ 1.000. Cuando se pone un cepo, se deben pagar $ 500 para destrabarlo, y luego la multa. 

Cuando se acarrea el vehículo al galpón se deben pagar $ 600 por el acarreo y además la multa. Cada zona prohibida tiene sus características”, explicó Romero.

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