Cartas de lectores
05 Enero 2019

Ingenio Ñuñorco

El pueblo de Monteros se encuentra movilizado en apoyo a los obreros del Ingenio Ñuñorco. La localidad,  ante la incertidumbre de no saber si el ingenio molerá en el 2019, fue escenario de una  multitudinaria movilización en defensa de las fuentes laborales. “El ingenio Ñuñorco, erigido a escasas cuadras de la plaza principal de la ciudad cabecera del municipio, marcó el impulso de la vida social y política de la región desde su primera molienda en 1929 hasta la actualidad” (Historia del municipio de Monteros). “En esas circunstancias, un sector de productores cañeros de Monteros cansados de depender de los dueños de los ingenios azucareros de la región para la molienda de su caña de azúcar y de los pagos insuficientes por su materia prima, comenzaron a organizarse con el propósito de industrializar ellos mismos su producción”. “El 8 de junio de 1929 se inauguró el ingenio de la Unión Cañeros Azucarera Monteros Limitada. Con el concurso de la Caja Popular y el Banco de la Provincia”. Aunque su fundación y objetivos estuvieron al servicio de los cañeros, los protagonistas principales van a ser los obreros y empleados. “En noviembre de 1979 la crisis estalló cuando el Ñuñorco entró en cesación de pagos y no abonó a los cañeros y a los obreros. Esta situación impactó en la población, que se organizó en defensa de la fuente de trabajo”. Era plena dictadura militar. “El 24 de febrero de 1980, frente a la amenaza de que no moliera el ingenio, los obreros y empleados llevaron a cabo un paro de brazos caídos por tiempo indeterminado. Exigían el pago de dos meses de salarios adeudados, la reanudación de los servicios sociales suspendidos y implementación de medidas que permitiesen superar el ahogo financiero”. “Lejos de amedrentar a los obreros, el intento de la dictadura de aplacar la protesta generó la reacción contraria. Al día siguiente la huelga se extendió y fue apoyada por el comercio de Monteros que cerró sus puertas por 24 horas en solidaridad”. La población, en 1985, va a protagonizar una marcha hacia Plaza Independencia. “En los inicios de la década de 1980 comenzó una historia que parecería repetirse de forma clínica”: los arriendos. Sus trabajadores, hoy, están en protesta por falta de pago y despidos. “Los obreros aguantaron durante toda la zafra la manera que Colombres les ha estado pagando, ya que los salarios no estaban al día, la mitad en negro y la mitad en blanco” (“El Monterizo”). Los trapiches no fueron desarmados, ni se constató cuales son los daños que presenta la maquinaria. Las piezas ya tendrían que estar en una metalúrgica para la puesta a punto de cara a la zafra, a mediados del 2019. Se cierne una amenaza: la pérdida de 500 puestos de trabajo. La iniciativa, ante el desamparo sindical, es de los obreros autos convocados. En mayo del 2018, LA GACETA explicaba que el estado provincial, con el municipio de Monteros, “logró llegar a un acuerdo para asistir de manera financiera al Ingenio Ñuñorco”. La municipalidad había rescindido “fondos destinados a comercios a cielo abierto y planta de residuos sólidos urbanos”. Un salario azucarero cayendo en picada y una molienda de un poco más de 45 días, bastante más corta de lo esperado. La puja de intereses entre los actores de la actividad (productores cañeros, los industriales y dueños de ingenios, y el sector obrero), tanto en  épocas de expansión como de crisis, fueron arbitrados, por parte del estado, en detrimento obrero. Entre el pasado y el presente sobresale un hilo conductor estratégico: la acción de sus trabajadores. Los únicos que, a diferencia de los cañeros, retomando tradiciones y experiencias del pasado, recuperarán, para bien del pueblo de Monteros, al ingenio Ñuñorco, como, también, el destino de la industria azucarera.

Pedro Pablo Verasaluse


Casa para madres y chicos

Con alegría vemos que el Gobierno de Tucumán apunta a desarrollar el plan “Cuidamos la infancia”, por el que niños y niñas derivados a hospitales de Buenos Aires por patologías de alta complejidad son asistidos por el Gobierno provincial para solventar su estadía y la de sus padres durante el tiempo que dure la internación. Conocemos el drama de los papis de chicos enfermos con alguna patología de alta complejidad, que además de afrontar el tratamiento a 1.300 km de distancia, deben sufrir la falta de un lugar para pernoctar durante la internación o los días que prescriben alta transitoria para control. Al respecto, y en razón que esta situación se repite en nuestra provincia con chicos que viven fuera del Gran San Miguel de Tucumán, consideramos el Gobierno debe adoptar similar cobertura con chicos internados en el Hospital del Niño Jesús. Los padres duermen sentados o acostados en el piso, carecen de instalaciones sanitarias durante la noche. O sea, además del drama de su hijo enfermo de gravedad, sufren el drama de la falta de un lugar digno para pasar el tiempo que sea necesario su cuidado. A título ilustrativo, pedimos al gobernador que tenga a bien analizar la posibilidad de la construcción de una Casa para Madres y chicos del Hospital de Niños en el terreno donde está ubicada la plazoleta Sarmiento (a 250 metros del hospital). Si los recursos presupuestarios no lo permiten, le  comunicamos que la Fundación Si a la Vida gestionó en la Legislatura (mediante sendos proyectos de ley de José Orellana y de Luis González y otros) la expropiación del terreno de referencia, para la construcción con la solidaridad de personas/empresas que comparten la idea. No pedimos dinero al Estado que lo necesita para otras prioridades (salud, educación, seguridad, etc…), solamente necesitamos del Estado el terreno por la cercanía con el Hospital y la construcción se encarará con recursos aportados por el mundo solidario tucumano, argentino y empresas del exterior. El “Tucumán Solidario” ya donó 55 millones de tapitas plásticas para Fundación Garrahan. El anteproyecto prevé la Casa Si a la Vida, espacios verdes, lugares de esparcimiento y nuestra responsabilidad en la construcción y en la sustantibilidad de la Casa. El tiempo urge y hacemos votos para que triunfe la sensibilidad humana-social de las autoridades de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Si a la Vida Fundación

Miguel A. Noguera


La casita de Belgrano

Días atrás llevé a mis nietos a conocer la Casita de Belgrano. Ellos tienen seis y siete años, son de Rosario de Santa Fe. Me dijeron que era linda la casita de Belgrano con los cañones, el techo de paja, el piso de ladrillos. “Hermosa la casita abu, ¿pero Belgrano no creó la bandera?”. Sí les dije. Replicaron: pero aquí no hay ninguna bandera, nosotros tenemos el Monumento a la Bandera y allí en Rosario hay bandera. La verdad que podía haberles mentido, pero me dejaron callados porque me sorprendió la pregunta. ¡No hay bandera en la casita de Belgrano!

Salvador José Argiró

Bolivar 1.887

San Miguel de Tucumán


¿Dónde está el problema?

Ayer, mientras almorzábamos, mi esposa, mi hija, mi yerno, unos amigos y yo, discutíamos (un poco en serio y un poco en broma) en voz alta por la diferencia que encontrábamos en el sabor de la comida. De pronto, mi nieto, de cinco años, que estaba mirando dibujitos en el celular mientras comía, interrumpió la discusión con una llamativa pregunta: “¿me pueden decir dónde está el problema?”. Nos dejó a todos callados. De inmediato me dispuse a sacar su pregunta del entorno en el que la realizó, para trasladarla al ámbito del Parlamento, donde la mayoría de las veces se discuten cosas sin razón ni dirección definida. E hice esto porque considero a la pregunta de mi nieto aleccionadora, o sea, instructiva y edificante (para quienes no conozcan el significado de dicha palabra). Por esto, aconsejo a los representantes del pueblo que, antes de cada sesión, se pregunten y luego les pregunten a quienes hablan sin son ni ton, dónde está el problema al que se está refiriendo. Porque ese es el objetivo principal que debe tener el Parlamento: reconocer y solucionar los problemas que afectan al pueblo.

Daniel Chávez


Kakistocracia

A criterio y entender del filósofo y político de la Universidad de Turín, Michelángelo Bovero, el término “Kakistocracia” significa el gobierno de los peores. Esta palabra, que por tratarse de un neologismo aún no reconocido no se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española, proviene del griego kákistos (pésimo, el peor de todos) y krátos (fuerza, poder), por lo que su versión sería “el gobierno de o por los peores”. Ya conocida mejor la interpretación de aquel vocablo, aun no reconocido reitero, por la RAE, vemos, permítaseme el plural, atónitos que quien o quienes estuvieron al frente de una repudiable kakistocracia, la que padecimos los habitantes de esta castigada provincia durante casi dos lustros y medio, donde esencialmente no se respetaron y vulneraron casi todas las instituciones republicanas,  pretenden un regreso insípido, ya sin ninguna gloria. Regresarían para dignificar a los más pobres e indigentes, los que entonces no fueron escuchados, ayudados ni contenidos debidamente, y recibían sólo “migajas” de los “festínes pantagruélicos” que sólo se “saboreaban” por pocos en las altas esferas. Regresarían para erradicar la inseguridad, que ellos permitieron crecer a pasos agigantados, y que hoy se tornó cuasi inmanejable. Regresarían para terminar con la impunidad (cientos de crímenes y asaltos no resueltos) y la corrupción (cursos ficticios y entregas de viviendas en forma irregular, obviando a personas de escasos recursos, entre otras arbitrariedades), de las que ellos se desentendían o minimizaban mirando para otro lado, cuando no silenciaban su complicidad. Regresarían para poner fin a la desigualdad económica y social, que ellos mismos generaron con su vergonzoso y asqueante nepotismo, amiguismo y favoritismos por doquier. Y así seguiríamos y seguiríamos con anormalidades, que sería largo enumerar. Realmente increíble que quieran regresar. La gente harta ya de los abusos de poder, privilegios aberrantes y de las burdas mentiras, necesita y exige gobernantes creíbles, honestos, caritativos, capaces, inteligentes, comprensivos, empáticos, coherentes, avezados, imaginativos, competentes, solidarios y comprometidos  con el bien común, con la esperanza de ver, aunque sea pequeña, la luz al final del túnel. En alusión al pretendido regreso, como si aquí nada hubiera pasado, resta preguntarnos, parafraseando a Cicerón: ¿Hasta cuando, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?

Ramón Alfredo Maldones


Pileta del complejo Ledesma

Con suma tristeza observé desde el balcón de la casa de una sobrina la pileta olímpica del complejo Ledesma, vacía. Esa pileta donde aprendí a nadar, donde participé de varias competencias de natación, donde pasé casi toda mi adolescencia; cerrada por una filtración que por falta de presupuesto no se pudo reparar. Yo le pregunto al Intendente: ¿realmente no hay dinero para eso? ¿Se puede dejar de lado algo tan necesario para miles de niños que podrían estar disfrutando de una colonia de vacaciones durante el verano? Hay miles de personas que no pueden irse de viaje y aprovechan los espacios públicos para pasar mejor el calor agobiante del verano tucumano. Realmente me parece una vergüenza que esto esté sucediendo. Hay dinero para erigir un súper edificio legislativo o tribunalicio, que justamente aparece al lado de la pileta del complejo. ¿Y para esto no? Creo que las autoridades deberían revisar esta situación y realizar la habilitación del natatorio lo más pronto posible para beneficio de los usuarios.

Sonia Cabbad

Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected],  consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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