Abel Pintos, La Beriso y Nicole Neumann, todo en la misma noche

El solista más convocante de la escena musical argentina cantará mañana en El Mollar. Al mismo tiempo, en el otro extremo del valle calchaquí tucumano estará tocando La Beriso, banda que llenó la cancha de River y crece inmune a la llamativa despolitización que promueve en los shows su vocalista, Rolo Sartorio. No se recuerda semejante oferta durante un primer fin de semana del año, mucho menos en escenarios vírgenes para esta clase de convocatorias, como Colalao del Valle. La cartelera promete ser intensa en semanas sucesivas, sobre todo en Tafí del Valle, donde el mes próximo la Fiesta del Queso celebrará sus 50 años. “Lindos lugares con poco para hacer”, es la definición que suele acompañar a nuestras localidades de montaña. En ese sentido, ¿hay un cambio en marcha o el volumen de los amplificadores disimula la realidad del “más de lo mismo”?

“No hay de qué preocuparse”, apunta Jorge Cruz, delegado comunal de El Mollar. No lo asusta la posibilidad de que la multitud que sigue a Abel Pintos desborde la infraestructura de la villa o del club elegido como sede del recital. Y eso que se trata de un aluvión calculado en no menos de 8.000 fans (y pueden ser más). Nada de eso; Cruz promete lugares suficientes para estacionar, para alimentarse y para el alojamiento. Por las dudas, la Policía desplegará 900 efectivos en los Valles durante el fin de semana. No se hizo la aclaración, pero se descuenta que no se afectará en lo más mínimo la seguridad en aquellas jurisdicciones que perderán a sus efectivos, de lo contrario sería como la manta corta: cubrir la cabeza destapando los pies. Esas cosas no suceden en Tucumán.

Habrá que ver cómo funciona la experiencia en Colalao del Valle, impulsada por una bodega de la zona. Es un punto geográfico valioso, capaz de traccionar público desde tres provincias por la cercanía con Amaicha, con Santa María y con Cafayate. Junto a La Beriso actuará la estrella indie Miss Bolivia y no faltarán los músicos locales. La ruta sigue en malas condiciones, aunque esto dejó de ser una novedad para transformarse casi en un pintoresco clásico vial. Sería hasta simpático si no redundara en la destrucción del tren delantero. Lo dicho: al parecer, viajar de Tafí a Colalao del Valle nunca dejará de asemejarse a una etapa del Dakar, condimentada por los animales que pasean sin control por el asfalto. No es el único aplazo en materia de infraestructura.

Veranear en los Valles tucumanos nunca fue barato. Los alquileres compiten con los de la costa atlántica y en muchos casos los superan, mientras en las villas se encapsula un fenómeno inflacionario por encima de la media nacional. Durante enero y febrero los precios se disparan sin distinción de productos. Aún así, el nivel de reservas hoteleras anticipa una temporada por lo menos interesante. Para algunos fines de semana, por ejemplo el que se inaugura hoy, se complica encontrar camas disponibles. Mañana, como jamón del sandwich entre Abel Pintos y La Beriso, Tafí tendrá su propio show: por la pasarela montada en la avenida Perón desfilarán Nicole Neumann, Rocío Marengo y Hernán Drago, al compás de la conducción del “Chino” Leunis.

Teniendo en cuenta que para la Fiesta del Queso es necesario esperar al 20 de febrero, la grilla de enero eleva el nivel de la Fiesta Provincial de la Chuscha (el 19 y 20), apuntalada por El Chaqueño Palavecino, Los Manseros Santiagueños y Piñón Fijo. Unos días después, el 26, se superpone en Tafí la agenda deportiva, ya que por un lado se desarrollará el tradicional Seven de rugby y, por el otro, el Campeonato del NOA de motocross ¿Se restarán público uno al otro? Del 8 al 10 de febrero se anuncia una nueva edición de los Juegos Intervillas, un encuentro tan histórico como atractivo al que vale la pena oxigenar dotándolo de relieve y difusión. Tuvo ediciones inolvidables, por lo general sostenidas a pulmón y gracias al esfuerzo del Club de Tafí del Valle. Con mayor respaldo los Juegos tomarán otra dimensión.

Sensiblemente menor, en cantidad y en calidad, es la oferta en otras localidades turísticas. San Pedro de Colalao es un caso emblemático en ese sentido, mientras Amaicha no deja de caminar al ritmo de la Pachamama. De allí lo disruptivo y novedoso de las propuestas de El Mollar y Colalao del Valle, iniciativas mixtas en las que confluyen la inversión privada y el esfuerzo público por presentar escenarios apropiados.