Un año difícil atravesado por la tecnología voraz

Un año difícil atravesado por la tecnología voraz

Se va un año difícil. Los argentinos tenemos un país más pobre. Los servicios más que servirnos nos interpelan con aumentos poco amables. Los tucumanos han logrado alegrías en el fútbol aunque este sea un deporte que tiene más deudas con los fanáticos que el país con la banca extranjera. Hay empresas que despiden el año con despidos. Las discusiones han ganado las marquesinas políticas. El paisaje se completa con tasas que andan por las nubes, y con ventas y crecimiento por el piso. Hasta Ginóbili guardó la pelota en el ropero.

El periodismo, que atraviesa un proceso de transformación sin igual, aportó sorbos de agua fresca cuando salieron a luz los cuadernos de la corrupción. Allí estaba la confirmación de que la política es capaz de corromperse pero que sí o sí necesita de cómplices. Y esos estaban en esa investigación periodística que humildemente no se dejó llevar por su soberbia y dejó todo servido para que actuara la Justicia. Felizmente se oxigenó la democracia con políticos y empresarios procesados por los delitos que habían cometido. El esfuerzo de los periodistas abrió este camino.

A las rencillas políticas les respondieron la pasión militante de los jóvenes que salieron a las calles a defender sus causas, sus pensamientos y sus ideales. Desafiaron a los partidos políticos que no encuentran el camino de la seducción ni del diálogo.

Las mismas pasiones atravesaron generaciones y se condensaron en el “#MeToo” que ayudó a entender que las mujeres pasaron años de maltrato y que era hora de que recibieran el respeto debido. Fue el año de las minorías.

Al mundo se le perdió la brújula. China mostró su poderío; el Papa se mareó entre los casos de abuso y su mirada puesta en el país; la Unión Europea se resquebraja en sus síntomas de desunión y Estados Unidos no entiende aún a su presidente.

Cada uno de estos cambios son el resultado de un proceso lento que se viene gestando hace años y que es atravesado por la transformación tecnológica. Es la tecnología la que nos invita a una nueva forma de ser, y nos desafía a aprender y emprender en un mundo totalmente diferente al mundo en el que la gran mayoría nació y creció. Aceptando este desafío es que LA GACETA propone en este anuario trabajos desarrollados por periodistas que han estudiado cómo la tecnología ha transformado nuestras vidas en este Tucumán. ¡Hasta el año que viene!

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