El penoso estado del tramo El Infiernillo-Amaicha

El penoso estado del tramo El Infiernillo-Amaicha

29 Diciembre 2018

Se suele escuchar con mucha frecuencia que los padres quieren por igual a los hijos. Sin embargo, la realidad muestra desnuda muchas veces favoritismos por uno o por otro. Algo parecido sucede con las poblaciones de los Valles Calchaquíes. Desde hace años, los gobernantes parecen haber puesto toda su energía en el desarrollo de Tafí del Valle, que se ha dejado de ser una villa veraniega para convertirse en una ciudad. No ocurre lo mismo con su hermana Amaicha, que afortunadamente, por ahora, conserva aún el espíritu pueblerino, pero que cada vez más es de difícil acceso por el mal estado del camino.

La ruta provincial N° 307 ha sido renovada por el Gobierno provincial hace unos años hasta El Infiernillo y su mantenimiento es constante. A partir de allí, se convierte en un dolor de cabeza para los conductores y el tren delantero de sus vehículos.

En febrero pasado, se celebró una nueva edición de la Fiesta de la Pachamama, un periodista de nuestro diario constató que en los 50 kilómetros que separan El Infiernillo de El Tío, en las proximidades de Amaicha, hay una ausencia total de vallas y/o guardarraíl, de cartelerías informativas, de murallas para contener la caída de piedras. El pavimento consiste en pozos con rellenos de alquitrán y piedritas. El peso de los camiones y ómnibus ha ocasionado ondulaciones en el asfalto en varios tramos, que pueden producir la pérdida de control a quienes circulan sobre todo a alta velocidad.

Uno de los padecimientos frecuentes lo sufren los accidentados que reciben primeros auxilios en el CAPS de Amaicha y deben ser trasladados al hospital de Tafí del Valle. Un enfermero de ese servicio contó en una ocasión que los pacientes trasladados a Tafí, a veces llegan peor porque “uno en la ruta anda a los tumbos. El paciente traumatizado llega nervioso, no se lo puede tranquilizar ni estabilizar, y el profesional que acompaña llega igual”, contó.

Durante el gobierno de Miguel Critto, en 1940, comenzó a construirse la ruta a los Valles Calchaquíes; se empezó simultáneamente de los extremos: Acheral y Amaicha. Fue diseñado por el ingeniero estadounidense Richard Fontaine Maury y se inauguró el 16 de enero de 1943. A causa de la sinuosa traza y los derrumbes, frecuentes en época de lluvias, la ruta 307 siempre necesitó un mantenimiento permanente de Vialidad Provincial; el tramo Acheral-Tafí del Valle fue el que más atención recibió.

El deterioro de la otra parte del camino ya se advirtió en 2007. El Gobierno provincial firmó en la ocasión un convenio con Vialidad Nacional para la realización de obras viales por $150 millones. Para la N° 307 se destinaron $61 millones. Se dijo en la oportunidad que la repavimentación se haría desde Tafí del Valle hasta la ruta nacional 40, que conduce a Colalao del Valle. También se vería beneficiada Ampimpa, donde está montado el convocante observatorio astronómico.

Aquel que desee recorrer la promocionada Ruta del Vino, deberá sufrir los penosos baches para llegar a varias de las bodegas que se hallan en Amaicha y Colalao del Valle.

Han transcurrido 11 años. Da la impresión de que ningún gobernante local llega hasta Amaicha por vía automovilística porque si tomarían conciencia del mal estado del camino. En febrero próximo habrá que reforzar las rogativas a la Pachamama para que anime a la clase dirigente a ocuparse de estos tucumanos a los que tiene olvidados.

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