Debate de género: Una herencia del siglo XIX

Debate de género: Una herencia del siglo XIX

19 Diciembre 2018

> PUNTO DE VISTA

LAURA ZAMBRINI
(SOCIÓLOGA - INVESTIGADORA DEL CONICET - PROFESORA TITULAR DE LA CÁTEDRA DE SOCIOLOGÍA DE LA CARRERA DE DISEÑO DE INDUMENTARIA Y TEXTIL DE LA UBA

Desde el siglo XIX, el binarismo femenino/masculino operó como un discurso ideológico que suponía jerarquías en menoscabo de lo femenino, apelando a la biología como fundamento último. Es decir, la asociación de los varones con el poder, la racionalidad, la fuerza y la política en oposición a las mujeres asociadas a la maternidad, la debilidad, el cuidado, el cuerpo, la belleza y el hogar. Ese modelo patriarcal del siglo XIX tuvo implicancias en casi todos los ámbitos sociales, en los modos de distribución del poder y de habitar los espacios. Y tuvo implicancias en la vestimenta a partir del uso de modas con códigos morales. Es decir, la historia del vestir en occidente está relacionada con la historia de la sexualidad y con los usos del cuerpo. En especial, la sexualidad femenina ha sido mucho más cuestionada, politizada y reprimida. Esta es una de las razones principales por las que mediante la indumentaria se ha tratado de ordenar la sexualidad de las mujeres a partir de estereotipos machistas. Por ejemplo, mediante discursos y representaciones que asociaron la decencia o la deshonra de las mujeres según sus prendas de vestir. El tema del cuerpo es fundamental pues en este mismo sentido el cuerpo femenino ha sido y sigue siendo un tema de debate público (aborto, acoso callejero, abuso). Estas cuestiones invitan a interrogarnos acerca de cómo ciertos discursos moralizantes históricamente han intentado construir el cuerpo femenino como un cuerpo peligroso que tienta la mirada y despierta el deseo masculino. Por mucho tiempo se ha naturalizado esa responsabilidad en las mujeres y en su vestimenta, sin cuestionar el sistema patriarcal y la cultura machista que cosifica el cuerpo femenino. En síntesis, la idea del recato femenino sigue siendo uno de los legados principales del siglo XIX y que, actualmente como nunca, se está poniendo en crisis.

Comentarios