Fue el dueño de la tierra

Fue el dueño de la tierra

Collado (h) triunfó en un final que tuvo al polvo en suspensión como un rival a vencer.

NO SE LA QUISO PERDER. Si bien no estaba compitiendo, Collado (h), cuando supo que Lules sería la sede de la sexta fecha, no dudó en correr con el VW Gol A-6. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni NO SE LA QUISO PERDER. Si bien no estaba compitiendo, Collado (h), cuando supo que Lules sería la sede de la sexta fecha, no dudó en correr con el VW Gol A-6. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni
01 Octubre 2018

Pasada por polvo, así transcurrió la sexta fecha del Rally Provincial. En los dos primes que se completaron ayer entre El Siambón-Potrero de las Tablas y Potrero de las Tablas-Papelera, la tierra en suspensión fue un factor a tener en cuenta. Pero en el Súper Especial, que se corrió en persecución por parejas, fue el tercer rival. Ricardo Collado (h) fue el más veloz del fin de semana y el que mejor dominó todos los condicionantes climáticos y geográficos. “Esta carrera me tentó porque para mí es la más linda”, reveló el ganador también en la clase A-6. Collado (h) había empezado la segunda etapa como escolta de Tito Sánchez, pero fue reduciendo la diferencia que consolidó en el último especial, favorecido por el trompo que hizo Sánchez. “El primer día tuve problemas, por eso quedé atrás. Hoy (por ayer) tomamos ritmo. Fuimos de menor a mayor. En La Papelera me jugué todo porque sabía que ‘ahí’ estaba la carrera”, contó Collado (h).

Tercero en la clasificación general irrumpió Bernardo Ortega (h) que corrió por primera vez en la temporada. “Beroso”, que hizo una incursión por el TN, se anotó en la N-1, la más poblada en los últimos años. “Por eso alquilé un auto de esa clase: es muy competitiva. No me esperaba el triunfo, pero el rally es así: uno larga sin saber qué auto tiene y se da con una sorpresa”, reconoció Ortega (h).

La otra divisional que finalizó con más máquinas fue la RC5. El mejor fue Fabián Ghiggia que sintió la falta de competencia. “Costó bastante”, remarcó el monterizo, que sufrió la espera por correr, que databa de julio.

En la N-2 sólo se anotó Eduardo de la Riestra y sumó lo necesario para que, a falta de dos fechas, el título quede en su poder. “Debutamos este año en una categoría nueva del torneo y en la que se esperaba se sumen más autos. Hubo siete u ocho, pero sin constancia. Fuimos constantes y por eso ganamos”, analizó De la Riestra, con su navegante Alberto Álvarez a la par que portaba una enorme sonrisa.

En la A-7, también en solitario, terminó Andrés Reginato, que junto con Ariel Villagrán venían protagonizando un buen duelo hasta que al piloto de Famaillá se le rompió el motor de su auto. En la clase más chica, la A-5s, Francisco Martín fue dueño de la victoria.

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