El garbanzo se consolida como cultivo de invierno

El garbanzo se consolida como cultivo de invierno

Esta legumbre se ha convertido en una alternativa casi permanente para nuestra zona, proceso de inserción que comenzó hace varios años, gracias al impulso que recibió desde instituciones como la Eeaoc, a través del Proyecto Legumbres Secas, que trabaja desde el año 2002 a través de trabajos interdisciplinarios de investigación.

En varias oportunidades, en este Suplemento Rural de LA GACETA quisimos mostrar cómo se vienen desarrollando los cultivos invernales que se producen en la región, y cómo el hombre de campo fue adaptándose a los cambios y necesidades para lograr tener un cierto éxito en este tipo de cultivo.

En la edición de hoy informamos, a través de las entrevistas a investigadores y productores, sobre las vicisitudes que tuvieron que afrontar para llegar al día de la fecha, con cultivos que se encuentran a pocos días de cosecha y que presentan estados de crecimiento y desarrollo muy diferentes entre sí, por el impacto que sintieron al enfrentar condiciones climáticas muy duras durante todo el ciclo de vida del cultivo.

Según la información que suministraron los entrevistados, la falta de humedad al inicio de la siembra, la carencia de precipitaciones durante el desarrollo de cultivo y la presencia de muchos días con temperaturas mínimas, por debajo del promedio normal de nuestro invierno, hicieron que los cultivos se encuentren en una situación bastante complicada.

Los productores afrontaron al comienzo del otoño una trilla muy tardía de la soja, que sumada a la falta de humedad edáfica en el suelo, hicieron que la siembra (de invierno) se desarrollará muy lentamente y de acuerdo a sus posibilidades.

En lo que respeta al garbanzo como cultivo, ya considerado una alternativa casi permanente para nuestra zona, fue tomando auge desde hace ya unos años y todo este impulso se debe, en parte, a la difusión que se dio al cultivo desde instituciones como la Eeaoc, a través del Proyecto Legumbres Secas, que viene trabajando desde el año 2002. El trabajo de investigación de estas legumbres en la Estación Experimental se realiza a través de un trabajo interdisciplinario acompañando por el mejoramiento genético con otros, como estudio de fertilización, control de malezas en pre y post emergencia, evaluación de hormonas, uso de fungicidas, manejo del “gusano del cascabullo”, análisis de calidad de grano y semillas, análisis de costo producción y margen bruto, que son aspectos indispensables para poder ajustar el manejo integral del cultivo.

Cultivos alternativos

No hay dudas de que este es hoy un cultivo alternativo, pero, además, complementario al trigo porque no compite por las tierras, ya que el trigo, a pesar de la mala rentabilidad que tiene muchas veces, se convirtió en numerosos lotes en un cultivo de limpieza o de servicio para un posterior cultivo de verano.

Está demostrado que el garbanzo es un cultivo que se adapta a un rango amplio de temperaturas, resiste a las heladas -no así la flor y el grano tierno-. Además, se desarrolla mejor cuando la amplitud térmica entre el día y la noche es moderada. Requiere bajo contenido de humedad -300 milímetros-, aunque se recomienda evitar que sufra déficit hídrico en los períodos de germinación, floración y llenado de vainas. Otra alternativa más como (cultivo) invernal es la lenteja que, al igual que el garbanzo fue probado en la región con cierto éxito.

Experiencias

En este sentido los técnicos de la Eeaoc y de los grupos CREA, de diferentes zonas del país y de nuestra provincia, vienen trabajando desde hace tiempo en estos tipos de cultivos en diferentes ensayos y en distintas fincas de productores tucumanos ubicadas sobre la franja oriental.

En la Argentina, este cultivo representa una alternativa válida, no sólo para las zonas de regadío sino también para otras regiones del NOA -que poseen las mejores condiciones agroecológicas en el país-, para la producción de esta legumbre invernal.

El período de siembra del garbanzo va desde el inicio de abril, con materiales de ciclo más largo, y se prolonga hasta junio (principalmente en lugares con disponibilidad de riego) con materiales más cortos (tipo mexicano).

Técnicos del Proyecto Legumbres Secas de la Eeaoc, realizaron diversos convenios internacionales, que le permiten contar con una fuente de germoplasma promisorio para evaluar, seleccionar y obtener genotipos de garbanzos con buen comportamiento agronómico, sanitario y calidad comercial adaptados al NOA.

Las principales áreas de producción de esos cultivos corresponden a las provincias de Salta, Catamarca, Córdoba y Santa Fe, Tucumán y Santiago del Estero.

Actualmente, el productor tucumano y de la región tiene al alcance de sus manos todas las herramientas tecnológicas y la información disponible, tanto en manejo como las comerciales, a través de técnicos e instituciones especializadas en producción agrícola, para poder seguir trabajando en una región donde el invierno tiene condiciones muy particulares y que a veces hace muy difícil producir.

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