Con la fuerza del corazón

A unos 1.700 kilómetros de Tucumán, los tres hubieran deseado que el teletransportador, tecnología imaginada en el universo Star Trek (franquicia de series de televisión y de películas de ciencia ficción) ya sea un invento de uso común. Es que a la alegría que sentían por haberse consagrado campeones argentino de enduro en la lejana Neuquén la querían compartir en el preciso momento en que lograron la corona, con sus familias, sus amigos, su entorno. A cambio, José María Mercado, Gustavo Almada y Jorge Rodríguez, recibieron el afecto de quienes habían viajado a hacerles el aguante o de sus propios colegas tucumanos. Una ola de cariño que bien merecido tenían.

El más joven de los tres, José María, se consagró en la categoría Junior A, tras una carrera en Rincón de los Sauces que fue dura, tensa. “Con ser 3° me alcanzaba y había ido con la idea de administrar la ventaja que le llevaba a Santiago Corazza. Pero no era una tarea sencilla, encima con la cantidad de rivales que tenía”, recuerda el piloto de la KTM EXCF 250cc. La cuestión es que la definición llegó recién en el último especial de cross, previa arenga de su papá José. Estaba 2°, y con eso era suficiente para coronarse. Pero... “Tenía que ser prolijo, no regalar nada. Hubiera sido una picardía perder todo siendo que fui puntero del torneo desde la primera fecha”, analizó el juvenil alberdiano.

Si Mercado debió controlar los nervios para lograr el objetivo, Almada fue sobre seguro y golpeó a fondo. “Desde la carrera de La Rioja que veía que estaba bien perfilado. Y fui a Neuquén confiado”, aseguró el cordobés de Hernando, que vive en La Cocha desde hace 23 años. Con el título de la Master D bajo el brazo, recuerda lo sacrificado que fue para él haber hecho toda la temporada del Nacional. “El resultado logrado es muy lindo, pero uno no puede sustraerse del sacrificio económico que significa hacer este tipo de torneos. Si lo pude llevar adelante es porque viajamos juntos con los miembros de la familia Echazú, que también participan del certamen, y porque el intendente Leopoldo Rodríguez nunca me abandonó y me brindó su apoyo. Hoy quiero disfrutar de lo logrado; mi próximo desafío será el Rally Transmontaña y después veré. Estoy un poco grande para estos desafíos”, dijo con cierta resignación, pero sin ceder un ápice de la pasión que siente por las motos.

¿Y qué hay de Rodríguez? Con un perfil bajo pero un andar trepidante en las sendas, el campeón de la Master A logró su meta en el reto neuquino. El piloto, que vive en Yerba Buena, corre con una KTM 500cc que él mismo prepara. Fue el único de nuestros representantes que debía lidiar mano a mano con un comprovinciano por la corona. Y con la última fecha en carpeta, sólo con presentarse le alcanzaba para dejar segundo al monterizo Ariel Rojano. “Fue la primera vez que hice un Argentino completo, y haberlo terminado así me hizo muy feliz. Igual, y aunque lo vivido haya sido muy lindo, lo mío es tomarme las cosas con tranquilidad. A mi favor tuve tres cosas: yo me sentí muy bien, conté con una buena moto y venía de una buena base”, aseguró el corredor. En su haber, además del certamen nacional, puede contar también para esta temporada el haberse coronado en la misma categoría del Tucumano.

Consagrarse campeón nacional no es sencillo. Estos tucumanos lo lograron a una distancia considerable de su tierra. Y es que, para poder hacer aflorar el corazón de nuestro enduro, no les era necesario ningún teletransportador.