La situación de Credimás: “estamos en una situación difícil y seguimos peleando para que esto tenga una solución”

La situación de Credimás: “estamos en una situación difícil y seguimos peleando para que esto tenga una solución”

“Nunca dejamos de dar la cara y seguiremos dando explicaciones”, dijo Carlos Castaño. Acotó que a la firma le avala una trayectoria de más de 30 años. El gerente general de la compañía dijo que se espera una respuesta de un banco, mientras se habla con más inversores

EXPLICACIONES. Castaño dijo que un banco adujo problemas en el país y suspendió un financiamiento. Buscan nuevos inversores para el negocio. la gaceta / foto de Analía Jaramillo EXPLICACIONES. Castaño dijo que un banco adujo problemas en el país y suspendió un financiamiento. Buscan nuevos inversores para el negocio. la gaceta / foto de Analía Jaramillo
16 Septiembre 2018

El rostro de los accionistas es de la misma preocupación de la que tienen los empleados. Para ellos no es una semana cualquiera. Es complicada. Pero, como le dijo ayer a LA GACETA Carlos Alberto Castaño, gerente general de Credimás, la tarjeta de crédito regional que cuenta con más de 140.000 plásticos emitidos, en los momentos difíciles no se bajan los brazos y tampoco se deja de dar la cara ante los empleados, ante los clientes, ante los comerciantes y todos aquellos que, de forma directa o indirecta, forman parte del negocio. “Estamos en un momento difícil, pero vamos a seguir peleando para que todo esto tenga una solución”, indicó Castaño.

Con más de tres décadas de trayectoria, la compañía se encuentra en un momento complicado por las derivaciones de la situación económica que vive la Argentina. En nombre de los accionistas y del suyo, Castaño expone sobre la mesa que la situación financiera se desató de forma intempestiva porque un banco , con el que habitualmente realizaban el fideicomiso para fondearse, le negó esa posibilidad, aduciendo que “el mercado de capitales está prácticamente cerrado para la Argentina; por lo tanto, no se colocan fideicomisos, mucho menos devolver un Underwriting (una operación a través de un banco, mediante la cual se compromete a colocar una emisión o parte de ella, para posterior reventa en el mercado)”.

En medio de este proceso, en las redes sociales se difundieron distintas situaciones acerca del presente y del futuro de Credimás. Los rumores hablaban de cesación de pagos, de despidos de personal y de situaciones financieras insalvables. Castaño expuso que, en su mayoría, se trata de comentarios maliciosos que no toman en cuenta la trayectoria de una compañía que se fundó en 1987, de la que dependen 288 empleados y sus familias, que tiene 7.000 comercios adheridos a su red, con 14 sucursales en distintos puntos del país.

“Por allí se dijo que Credimás no pagaba los sueldos, pero el 5 de este mes depositamos el salario de todo nuestro persona”, indicó. Remarcó que el objetivo de la compañía sigue intacto: una firma comprometida en contribuir al bienestar de nuestros asociados superando sus expectativas, facilitándoles el consumo y la financiación de bienes y servicios, en forma segura, confiable y personalizada.

“Credimás no tiene ninguna cuota impositiva atrasada, como tampoco pagos atrasados a comercio. La empresa no tiene cuotas bancarias atrasadas y lleva una trayectoria de 12 años en el mercado con 33 fideicomisos por más de 2.100 millones”, explicó.

El gerente general de la firma puntualizó que, en la actividad, la situación se ha deteriorado por un cúmulo de factores, como el de una baja en la comisión que se le cobra a los comercios.

Castaño insistió con que, desde hace cinco años, hay exigencias del Banco Central que poco tenían que ver con una economía de libre mercado en la que todos los precios eran libres. “Estaban regulados los precios de los resúmenes y de nuestros ingresos, cuando teníamos liberados el valor del grueso de los egresos, con tasas de interés altas, con Ingresos Brutos que pasó de una alícuota impositiva del 2,5% al 5%, o un TEM municipal que, en vez de funcionar como una tasa de servicios, lo hacía como un impuesto directo en un volumen de facturación que no es todo nuestro, al tratarse de una administradora de tarjeta que tiene cierto criterio de intermediación”, detalló. El ejecutivo precisó, además, que las tasas de interés de los últimos dos años “son insoportables para cualquier tipo de actividad, mucho más desde febrero pasado”.

¿Qué pasó?

El gerente general de Credimás reconoció que la empresa está pasando por “una situación complicada y difícil”. Recordó que en agosto pasado colocaron el último fideicomiso, “cuando se llenó el libro, como se dice, y se colocó el 93% de los valores ofrecidos, del que participaron importantes inversores institucionales que confían en Credimás”. A su vez, expresó que, así, los inversores cobraron todos los anticipos del fideicomiso “y nosotros quedamos a cero con los bancos. En ese proceso, luego nos queda pagar los títulos que los inversores, gracias a Dios, confiaron e invirtieron en la empresa”. Para este mes, la tarjeta regional fue a pedir la línea de crédito habilitada y, según Castaño, el banco en cuestión le negó aduciendo la situación económica del país.

“Nuestra empresa no le pidió un peso más de la línea autorizada. Se entrega una cartera de $ 84 millones de pesos para obtener un crédito de $ 50 millones; es decir, hay un aforo”, explicó. Castaño, asimismo, puntualizó que esa cartera está revisada por la calificadora de riesgo y por el cuerpo de abogados vinculados con ese proceso. “Al no darnos ese crédito, desde el 8 surgieron los inconvenientes. Hay comercios que ya se le entregaron los valores. Y ahora estamos gestionando y ofreciendo garantías para obtenerlo. Se le llegó a ofrecer las acciones de la empresa como garantía y creemos que todavía no está cerrada la puerta. Estamos esperando”, reafirmó.

Castaño indica que hay varias alternativas para superar esta situación. Por caso, mencionó que los accionistas están en contacto con inversores locales y nacionales interesados en participar del negocio. “En 31 años, nunca Credimás le dejó de pagar a los comercios que trabajan con nosotros; incluso tenemos el apoyo de grandes cadenas tucumanas y nacionales de retail y de otros rubros. Una empresa como la nuestra no desaparece de un día para el otro. Los accionistas y quien les habla estamos permanentemente buscando alternativas. Todos los días hablamos con tres y cuatro interesados. Nunca dejamos de dar la cara y seguiremos dando las explicaciones del caso”, finalizó Castaño.

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