La falta de monedas representa un sobrecosto para los consumidores

La falta de monedas representa un sobrecosto para los consumidores

El Banco Central reduce los pesos en la calle y sube la impresión de billetes de más valor.

La falta de monedas representa un sobrecosto para los consumidores ARCHIVO

La falta de cambio para las transacciones cotidianas redunda en un sobrecosto que afecta a los consumidores, que a menudo se ven obligados a aceptar -a regañadientes- golosinas u otros productos que el comerciante ofrece como opción ante la escasez de monedas.

Más allá de que en Tucumán haya quiosqueros y almaceneros inescrupulosos, que esconden el cambio para así asegurarse ventas de golosinas "al menudeo", la práctica perjudica al conjunto de la población, que ya demasiado hace a diario para combatir la inflación, asignatura pendiente de la gestión de Mauricio Macri.

Precisamente, hoy el Presidente admitió ante ruralistas que el Gobierno no ha podido erradicar la inflación. "Hoy todos comentamos las tasas de interés que castigan a nuestras pymes (pequeñas y medianas empresas). Esto pasa por un Estado desequilibrado que se lleva toda la plata que hay y nos somete al flagelo de la inflación, que no hemos podido erradicar, porque tenemos que erradicar el problema estructural", dijo el primer mandatario. En esta línea, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, sintetizó la gestión de Macri en lo económico: "Iba a demoler la inflación y terminó demoliendo a la clase media".

Pagar $ 10 por una compra de $ 8 seguramente será poco relevante para los sectores de mayor poder adquisitivo, pero es un verdadero problema para los sectores medios y bajos. Para colmo, la reducción del dinero de bajas denominaciones parece ser una de las estrategias de la administración Macri para combatir la devaluación del peso.

El plan del Gobierno es "secar" el mercado de pesos para calmar el apetito dolarizador de los ahorristas y que no recaliente más al precio de la divisa, destaca Iprofesional. Según se desprende de los datos duros del Banco Central, la táctica oficial es incrementar el volumen de billetes de mayor valor de la economía doméstica.

De acuerdo al último balance de la entidad monetaria, el mes pasado se imprimió un 4,4% más de ejemplares de la máxima denominación, el de $ 1.000. Aunque es el de mayor valor, en cantidad todavía es el de menor circulación debido a que este papel que posee la imagen del hornero fue una de las últimas lanzadas a la calle, desde el 30 de noviembre de 2017. Como contrapartida, descendió el número de billetes de $ 100 y $ 50.

Lo concreto es que en Tucumán nunca hay monedas para vueltos, más allá de que el Central haya informado que el mes pasado aumentó un 32,5% la cantidad de monedas de $ 5, un 2,8% las de $ 2 y un 1% las de $ 1. Tal vez todas se queden en Buenos Aires, como suele pasar. 

Comentarios