Construcciones en San Javier: “los derechos posesorios valen más que la escritura”

Construcciones en San Javier: “los derechos posesorios valen más que la escritura”

El dueño de “Las Pirámides”, que edifica cerca de Villa Nougués, dice que continuará con el emprendimiento.

EN LAS ALTURAS. Avanza la construcción de las casas en el predio que reclama la UNT, a 1.310 m de altura.  EN LAS ALTURAS. Avanza la construcción de las casas en el predio que reclama la UNT, a 1.310 m de altura.

Próspero Marcelo Sosa, el dueño del emprendimiento habitacional “Las Pirámides”, ubicado en el cerro, dentro del predio que la Universidad Nacional de Tucumán reclama como parte del parque Sierra de San Javier, dice que va a probar que tiene la posesión de las tierras. La UNT, según contó el secretario de Bienestar Universitario, Gustavo Vitulli, va a iniciar acciones judiciales luego de constituirse como querellante, para recuperar el terreno cercano a Villa Nougués, sobre la ruta 338. Pero Sosa, aunque no mostró aún sus presuntos títulos, insiste en que la discusión está acabada. Conversó con LA GACETA en un bar, acompañado por su hijo, Marcio Sosa.

- La UNT dice que esos terrenos están muy bien mensurados, que son del parque Sierra de San Javier y que tiene la escritura desde 1948, cuando se expropió la tierra a Paz Posse.

- Todo el mundo sabe y mucho más los abogados de la Universidad, que no significa nada que tengás el título. Fundamentalmente esto ya se lo ha discutido durante cerca de 10 años y los resultados para la Universidad han sido totalmente adversos. Ellos han perdido el juicio (se refiere a un juicio por usurpación que le inició la Universidad, según dice, en 1997). Pero podemos hablar un año de esto. Quiero que lo hagamos más tranquilos porque estoy mal de la garganta. En materia de tierras ellos mal pueden haberle pagado a quien no era el dueño. Supongamos que le han pagado a Paz Posse. Mal han hecho porque Paz Posse nunca ha tenido más posesión que yo. Y nosotros estamos de antes que ellos ahí. Mucho. Mi familia estaba ahí. Ahí no había camino. Mi familia llevaba verdura a lomo de mula al mercado ese que era un tartagal.

- Al de abasto?

- Claro, el antiguo, era un tartagal. Y los primeros pobladores eran un tal Griet. ¿Sabés qué ha hecho este Griet? Ha llevado los ligustrines, los siempreverdes para ahí; creo que los ha importado de Inglaterra. Mi papá cuando era joven ha llevado las primeras plantitas y las plantó al frente de mi casa. No es una casa precaria. Es una vivienda que antes de que la Universidad me haga la primera demanda, yo ya estaba desde hace más de 100 años ahí. Nosotros tenemos doble titularidad: tenemos las vivencias de muchísimo tiempo; pero vivencias, no avivadas. El resto ya lo vamos a discutir judicialmente.

- Entonces lo que es “Las Pirámides” ocupa esas 39 hectáreas...

- Esperá. Nadie está hablando de 39 hectáreas ni de dos millones de hectáreas tampoco. Estamos hablando de que vamos a discutir y vamos a llegar a la verdad. Hay una cosa que te quiero decir. Nosotros no estamos avasallando derechos de nadie. Los derechos los tenemos animus domini desde hace muchisimo tiempo. La Universidad miente, no sé por qué. Vamos a ver quién tiene la razón porque para eso existe la justicia.

- Pero va a demorar la justicia y mientras tanto...

- No hay nada que discutir si hubo un fallo de la justicia... (el hijo, Marcio, interrumpe: -”¿le muestro los papeles?” y Marcelo contesta: “No, después, cuando yo esté bien”)

- ¿Van a seguir con la construcción del barrio?

- Te vuelvo a repetir, yo nunca puedo dejar de ser Marcelo Sosa. Yo nunca puedo dejar de respirar porque a la Universidad le parezca que yo soy un tipo que me puedo volver una especie de flipper o algo; no, no puedo dejar de vivir. Eso es lo que me están pidiendo ellos, que deje de existir para que existan ellos ahí. Y no van a tener ese beneplácito.

- También dicen que, de acuerdo a la ley de Bosques, a esa altura (1.310 m) no pueden hacer un emprendimiento. Es zona roja, restringida.

- Bueno hay algo que vamos a aclarar después. Yo no les tengo miedo, nada; esa es mi vida; escapar de mi vida no puedo. Ahí han vivido mis abuelos, mi papá y yo. Pero te quiero decir que quiero seguir con esto, con vos, y vamos a llegar a un acuerdo entre vos y yo.

- ¿Pueden mostrame el expediente del juicio que le han ganado a la Universidad?

- Sí, la próxima vez.

-La UNT va a mostrar su papel.

- No te confundás. El título que puedan tener ellos van a pretender que eso me afecte. Pero para eso se ha librado el juicio. Ese tema está acabado, terminado. No se puede repetir.

- ¿Pero no temen que la Universidad, diciendo “tenemos el título”, pongan la fuerza pública?

- Bueno, la Universidad tiene un currículum bastante negro con respecto a la dictadura militar. Yo ya he puesto denuncias en la Justicia Federal hace tiempo ya. El otro día, cuando han ido, han ido con un ejército atrás. Aparte esto es un ataque poblacional al estilo de la dictadura, solapado por algunas cositas como la suavidad con que ellos hablan, pero eso no los va a hacer inocentes porque ya tienen antecedentes.

- Pero, Sosa, no tiene nada que ver eso con que presenten una escritura...

- Sí. Vos me preguntás eso, si ellos llegan con la escritura y la fuerza pública, habiendo una sentencia como la que hay y un fallo de la justicia federal, un sobreseimiento definitivo...

- ¿Puedo ver la sentencia?

- Yo te la voy a mostrar en otra oportunidad porque te voy a traer más documentación, no solamente la sentencia esa. Pero si ellos se animan a violar el domicilio, como han violado el otro día, sin orden judicial, avasallando todo...

- ¿Pero usted no los dejó pasar?

- No; yo me di cuenta cuando ya estaban adentro con la policía. Ellos son capaces. Por eso cuando vos decís que van a venir diciendo que tienen escritura y yo sí tengo temor de lo que son capaces de hacer.

- Pero, insisto, ellos van a mostrar la escritura. Usted dice “tengo una sentencia”, pero no la muestra. Múestrela.

- Es que esto ha sido todo rápido. No vale la escritura nomás.

- ¿Y qué vale?

- Los derechos posesorios valen más que la escritura. La posesión material; vale más el dominio del hecho. Yo soy un poseedor animus domini ahí. He probado en la Justicia. No puedo probar más que eso. Si a ellos eso no les basta, vamos a tener que volver a la justicia, una demanda o algo por el estilo. Y yo, bueno, ya me defenderé de todos esos atropellos. Es un atropello del poder público del Estado.

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