09 Septiembre 2018
Por Marcelo Zavaleta
PARA LA GACETA - TUCUMÁN
Las columnas y los comentarios televisivos de Jorge Asís no generan opiniones moderadas. Generan un rechazo automático o un goce cómplice. Su estilo desenfadado, mordaz, ácido, de compadrito que está de vuelta, es una marca personal. Despiertan bronca y fastidio o carcajadas y sonrisas socarronas. Es autor de motes célebres: “el descuidista”, “la Argentina neopastoril”, “dadores voluntarios de gobernabilidad”, “Geniol”, “los Buscapina de la comunicación”, “los Peronistas Perdonables”, “los Radicales Abducidos”.
Leer su análisis de los primeros dos años del experimento Cambiemos, en estas horas, provoca desasosiego. Describe la fragilidad de un proyecto, anuncia la caída de una epopeya. El título plantea, desde el inicio, los riesgos -y las contradicciones- de la alta vara ética que se fijó el oficialismo. El conjunto es un inventario de errores, forzados y no forzados, que intentan explicar los obstáculos que el Gobierno encontraría en su marcha.
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