Tienen menos de 10 años y donaron su pelo para las personas que sufren cáncer

Tienen menos de 10 años y donaron su pelo para las personas que sufren cáncer

Durante dos días, en la plaza Independencia se montó una carpa para realizar cortes. El objetivo es formar el Banco de Pelucas.

SONRIENTE. A pesar de que nunca se había cortado el pelo, Nayla decidió donar su cabello al salir del colegio y lo hizo con mucha alegría. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA. SONRIENTE. A pesar de que nunca se había cortado el pelo, Nayla decidió donar su cabello al salir del colegio y lo hizo con mucha alegría. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA.

Nunca se cortó el pelo desde que era bebé, salvo las puntitas para que creciera mejor. Aunque tiene ocho años, Nayla siempre fue muy coqueta. Se pasaba horas cepillando su largo pelo que le llegaba hasta la cintura. Por eso le sorprendió tanto a su mamá Paola Casares, cuando la vio plantarse y decirle: “mamá, quiero donar mi cabello a los chicos con cáncer, que se les cae el pelito”. ¡Ella nunca quería que le toquen el pelo!”, dice. El miércoles, al mediodía, cuando volvían de la escuela San Martín pasaron por la plaza Independencia. Nayla saltó de alegría. “¡Mirá mamá, ahí están cortando el pelo!” Y así, como estaba, con su delantal blanco, la niña entregó su larga cabellera como un regalo al primer Banco de Pelucas de Tucumán para pacientes oncológicos.

“Me siento orgullosa de que mi hija tenga ese corazón”, decía emocionada su mamá. Lo cierto es que Nayla no fue la única. En la primera jornada (fueron dos) de “Tu cabello por una sonrisa” un centenar de jóvenes y muchas chiquitas se acercaron a donar su pelo. Unos seis peluqueros solidarios se sumaron a la iniciativa del Ministerio de Salud Pública. “La convocatoria fue un éxito. En las primeras tres horas ya había 70 personas para donar”, exclama Noelia Jandar, referente del Ministerio de Salud.

Alba Martínez, de 10 años, llegó de la mano de su papá. “Yo me enteré de que hay muchos chicos que necesitan pelo porque a ellos se les cae por los tratamientos. Y como yo tengo mucho (se toca el pelo que le cubre la espalda) le dije a mi papá que me traiga. Le voy a contar estos a mis compañeras del colegio y a mis primas para que ellas vengan también”, prometió.

La peluquería montada en una carpa en plena plaza Independencia detenía el paso de curiosos y personas solidarias que de inmediato se sumaban a la propuesta. Sofía se miraba al espejo y repetía: “esto es lo más loco que he hecho en mi vida”. Tiene 10 años. Siempre usó el pelo largo, pero reconoce que ya había pensado donarlo. Jessica Rodríguez Moreno, su mamá, contó que hace un tiempo estuvieron en la fundación Flexer en Buenos Aires por un problema de salud de su hija menor. “Por suerte no tenía nada, pero allí las tres quedamos muy impactadas al ver tantos niños con cáncer. Desde entonces a Sofía se le ocurrió donar su pelo pero no sabíamos dónde hacerlo hasta que vimos la publicidad del Ministerio de Salud”, relató Jéssica.

En los sillones había varias chicas que esperaban su turno. Entre ellas estaba María José Rojas, estudiante de la carrera de Trabajo Social de la UNT. Nunca se tiñó el pelo ni tampoco se lo cortó más que las puntas. “Quizás tuvo que ver en mi decisión de donar el hecho de que mi papá era paciente oncológico. Pensé en tantas mujeres que tienen el padecimiento del cuerpo que además está marcado por un signo tan fuerte como es la ausencia de cabello. Capaz que el solo hecho de dar algo que vuelve a crecer podemos hacer más llevadera la situación de alguien, pensé”, contó.

María José sabe que el pelo no es solamente algo que se corta y vuelve a crecer. Representa mucho más, sobre todo para un mujer joven o una niña. “Es un signo construido culturalmente de belleza y animarse a cortar el pelo largo que a una la hace sentir linda es muy significativo. Es como decir la belleza pasa por otro lado, por la construcción de una belleza más profunda”, argumentó la joven.

María José hablaba sin haberse visto al espejo todavía. Pero estaba segura de que los peluqueros le iban a hacer un corte “bien copado”.

 ZOE. La donante de cinco años, junto a su mamá, Daniela, con la que donaron “a dúo”.- ZOE. La donante de cinco años, junto a su mamá, Daniela, con la que donaron “a dúo”.-

La donante más joven fue Zoe, de cinco años, quien se acercó con su mamá, Daniela Arias, para un corte “a dúo”. “Mi hija nació con un pelo tan lindo que nunca quise cortárselo. Negro y brillante. Y se me ocurrió que lo podíamos donar. Le consulté a ella, le dije que si le regalaba su pelo a las nenas con cáncer ellas iban a quedar tan lindas como princesas. A Zoe le gustó la idea”, explicó. Al terminar el corte, Zoe se miró al espejo y comenzó a bailar de alegría. La peluquera se emocionó y dijo: “eso mismo hacen las nenas frente al espejo cuando les entregamos las pelucas”.

LARGO. La cabellera debe medir 25 centímetros como mínimo para poder realizar una donación. LARGO. La cabellera debe medir 25 centímetros como mínimo para poder realizar una donación.

> Cómo sumarse
Se puede seguir haciendo donaciones

Quienes no pudieron concurrir a las jornadas podrán realizar sus donaciones durante todo el año. Podrán hacerlo en el Departamento de Operativos Móviles (Italia 1.919). En ese mismo lugar las personas interesadas en recibir una peluca deben inscribirse con fotocopia de su DNI y de una factura de servicio que lleve la dirección de su casa. Cuando ya no necesiten la peluca deberán devolverla al Banco de Pelucas.

> A tener en cuenta
Las características del cabello

- El cabello debe medir un mínimo 25 cm de largo.
- Debe estar limpio, seco y sano.
- No debe contar con productos capilares adicionales.

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