Cartas de lectores
30 Agosto 2018

La economía

“El único fin que tiene el dinero es sólo para darles movimiento a los mercados” (Adam Smith). Hasta donde sé, cuando una región o país se encuentra con una disminución de producción, con dirección al “paro forzoso” (inactividad industrial por falta de insumos), el Gobierno solicita préstamos para luego colocarlos en los mercados por medio de los consumidores finales (agentes de policía, empleados administrativos, madres solteras, otros) y para que de esta manera se instale la demanda; así el capital empiece a producir y vuelque la oferta. En una economía con reglas sanas se produce el efecto multiplicador, situación positiva que lleva a la riqueza de las naciones, siempre y cuando los ingresos estén equitativamente nivelados en todas las áreas. Cuando se produce un marcado distanciamiento de un ingreso a otro nos encontramos con la situación negativa de la “preferencia de liquidez”, dinero inactivo que es guardado debajo del colchón o en la cucha del perro. Este, al no estar en circulación, reduce los movimientos de transacción. Esta reducción obliga al Gobierno a imprimir más billetes con un respaldo limitado, provocando una devaluación constante. Y para terminar, la frase “El ahorro es la base de la fortuna” es correcta, siempre y cuando la palabra “ahorro” la leamos como “cooperativas” y “fortuna” como “afortunado” (suertudo).

Miguel A. Rodríguez

Pasaje Dorrego 1.023

San Miguel de Tucumán

Libertad de expresión

En la nota titulada “Censores del falso progresismo” ( 25/8), firmada por Federico Türpe, tras incurrir en una serie de frases prehechas y “políticamente correctas”, (el columnista) efectúa una demagógica reivindicación de la libertad de expresión, pero en el mismo artículo el cronista se lamenta de que yo no esté preso por opinar distinto de él. Obviamente el periodista se cuida en su corrección política y pide mi cárcel no por disentir con él, sino por una forzada imputación de “apología del delito”, al adherir a las ideas políticas del General Bussi, mandándome a mí y a los seguidores del General Bussi a la cárcel. No menciona el autor que las condenas que se  le imprimieron a mi padre no se ajustaron en absoluto a derecho, y se dictaron violando las garantías más elementales, como los principios de : cosa juzgada, de ley penal más benigna, de irretroactividad de la ley penal, de “Non Bis In Idem”, y como si fuera poco, también se lo privó de ser juzgado conforme los jueces naturales. Tampoco dice que mi padre actuó militarmente ante la agresión terrorista que estaba padeciendo la Argentina, cumpliendo órdenes de aniquilamiento impartidas por Isabel Perón. ¿A los peronistas también les cabe la cárcel por apología del delito por adherir al partido que inició y planificó la represión antiterrorista y que además creó la Triple A? A pesar de todo ello, los tucumanos consagraron al general Bussi con repetidos triunfos electorales: diputado nacional en dos oportunidades, convencional constituyente nacional y provincial, senador nacional, legislador provincial, intendente y gobernador. Salvando la distancia, por mi parte fui ungido con el voto popular para los cargos de senador nacional, diputado nacional en dos oportunidades, dos veces legislador provincial y actualmente soy concejal de Capital, siendo además que en la última elección mi partido, Fuerza Republicana, obtuvo más de 150.000 votos, dato que confirma no sólo nuestro crecimiento partidario, sino la vigencia y amplificación  de las ideas que alguna vez mi padre pensó para el bien de todos los tucumanos. A pesar de que Türpe clama al cielo a favor de la libertad de expresión, pero me quiere ver preso por mi modo de pensar, desde mi lugar no deseo en absoluto ver preso a Türpe por sus desacertados comentarios, pero sí me veo en la obligación de corregirlo e ilustrarlo para que no siga confundiendo la buena fe de los lectores de LA GACETA.

Ricardo Argentino Bussi

Monteagudo 115

San Miguel de Tucumán

N. de la R. : En ese contexto el columnista, irónicamente, considera que si se extendiera el argumento de “apología del delito” a todas las opiniones, se encarcelaría a todos los seguidores de Bussi y de Santucho, etcétera. Similar recurso irónico usa el lector Bussi cuando pregunta si a los peronistas les cabría la cárcel por adherir al partido “que inició y planificó la reprensión antiterrorista...”. En definitiva, se apela a la exageración como un recurso de contraste para dimensionar los alcances que tiene la libertad de expresión y la facilidad con que, desde cualquier sector, se llega a justificar la censura previa.

Fondo Soja

En mi opinión, el DNU (Decreto de necesidad y urgencia) que derogó el Fondo Soja es inconstitucional. 1- El poder Ejecutivo Nacional no tiene facultades para generar, modificar, y/o delogar impuestos; esta es exclusiva facultad del Congreso de la Nación cuya cámara de origen es Diputados. 2- Dicho impuesto es copartisipable, por consiguiente no se lo puede derogar sin la intervención de las provincias. ¿Qué dice nuestra Constitución Nacional, promulgada en 1994, Art. 52? A la Cámara de Diputados le corresponde exclusivamente la iniciativa de las leyes sobre contribuciones. Cap. 4, atribuciones del Congreso, Art 75: corresponde al Congreso: 1- Legislar en materia aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación, los cuales, así como las evaluaciones sobre las que recaigan, serán uniformes en toda la Nación. 2- Imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias, las contribuciones previstas son coparticipables. Disposiciones transitorias, cláusula 6°: un régimen de coparticipación conforme lo impuesto en el inciso 2 del art 75, no podrá modificarse sin la aprobación de la provincia interesada. Esto nos debe llamar a una reflexión; una situación similar se produjo en el segundo mandato presidencial de Carlos Menem y su ministro Domingo Cavallo: suscribieron dos DNU (2.284 y 2.489), denominados Decreto de Desregulación: derogaban impuestos, modificaban reglas de juegos de economías regionales y otros aspectos, todos en colisión con la Constitución Nacional, situación que produjo enormes pérdidas económicas, en especial a los sectores productivos. Finalmente, después de larguísimos debates, informes y dictámenes, se los declaró inconstitucionales. Por ello hablo de reflexionar, porque no se entiende que las máximas autoridades nacionales no respeten la Constitución Nacional que juraron cumplir y hacer cumplir; después nos extrañamos y nos quejamos de que nuestro país no se pueda circular libremente como establece la Constitución, a raíz de cortes y piquetes; también se observa una desobediencia civil por los ciudadanos comunes, el no acatamiento de leyes y normas vigentes. En mi opinión hay cierta lógica y la pregunta es: si las máximas autoridades no dan el ejemplo cumpliendo con la Constitución, ¿qué se puede esperar de los ciudadanos comunes? Un ejemplo clásico es nuestra provincia es el tremendo desorden vehicular: nadie respeta absolutamente nada, y lo más grave es que las autoridades nada hacen para que se cumplan dichas normas.

Juan Carlos Bernard

Salas y Valdés 1.250 T II 1°C

San Miguel de Tucumán

Los tentáculos de la corrupción

Imaginemos la existencia de tres empresas: la empresa “A”, la empresa “B” y la empresa “C”. El funcionario a cargo de la obra pública consigue un “arreglo” (retorno mediante) con la empresa “A”. Por lo tanto la mencionada empresa comienza a crecer y hacerse más competitiva. Esto, lógicamente perjudica a las empresas “B” y “C”. ¿Qué deberían hacer los empresarios B y C? ¿Resignarse al deterioro de sus empresas? ¿Reducir el personal? ¿O imitar la inconducta de la empresa “A” e integrarse al “club de la obra pública”? La diferencia entra la corrupción política y empresarial es que el político, además de ser corrupto, es corruptor y va infectando en la corrupción al resto de la sociedad. Esto no exculpa a los empresarios, pero ellos son responsables de su propia corrupción; en cambio el “político” es  responsable de la degradación moral de nuestra sociedad. ¿Quién no conoce a un ciudadano exageradamente enriquecido por su actividad política? ¿Quién no conoce un ñoqui? ¿Un pensionado “trucho” o simplemente un puntero con una muy buena calidad de vida sin ingresos conocidos? Todos ellos se originaron a partir de un “político”. Estos, corrompidos primero, necesitan prostituir luego al resto de la ciudadanía para conservar su poder. Ese es el círculo vicioso que la Justicia debe combatir para defender a la mayoría de los ciudadanos honestos indignados ante el obsceno espectáculo de coimas, bolsas de dinero y bóvedas de la última década.

Luis Ovidio Pérez Cleip

Tucumán, como Las Vegas

Muchos de quienes vienen a Tucumán de visita y no conocen la realidad que vivimos, descriptas de manera magnífica por el periodista Federico Van Mameren en su columna “la gota que no derrama el vaso” (26/8), seguramente sienten que llegaron a una ciudad de niños, o al nuevo Jardín del Edén de la historia, donde no existe el pecado. Y, al no existir el pecado, no hay de qué arrepentirse. Porque esta es la sensación que transmiten a diario nuestros gobernantes, mostrándose siempre con una sonrisa radiante, plena de satisfacción por los logros obtenidos, lo que es una muestra más de las tantas caras que tiene la mentira y que obliga a la vergüenza, a esconderse, a no asomar sus narices ni cuando se cuente hasta cincuenta o se grite “¡cincuenta y uno!” para que aparezca. No obstante, insólitamente, esta se aparece ante quien no debe, como se me apareció ayer a mí en el momento en que me encontré con una amiga que había leído en La Gaceta que en Tucumán nadie tiene de qué arrepentirse, por lo que no paraba de reírse. Confieso que, por primera vez en mi vida, sentí vergüenza de ser tucumano. La evidencia de los males que padecemos estuvo tan bien expuesta en su columna por Van Mameren, que cerramos el diálogo con mi amiga, admitiendo que nacimos, crecimos y moriremos quizás, en la “Ciudad del pecado” argentina. Porque, si bien no somos Las Vegas, paradójicamente, merecemos el mismo mote, con la diferencia -según lo sugieren los rostros de quienes nos gobiernan- de que en Las Vegas necesitan un Juan El Bautista que los llame a arrepentirse; en cambio, los tucumanos recién estamos necesitando una serpiente que nos tiente a conocer el pecado.

Daniel E. Chavez

Pasaje Benjamín Paz 308

San Miguel de Tucumán

Caña de azúcar

LA GACETA Rural del 25/8 informó algo interesante, referido al contenido y objetivos del próximo “2° Seminario Internacional de caña de azúcar” donde se señala que la actividad cañera exige cada vez mayores rendimientos, mejor calidad, y más sustentabilidad en todo el proceso, cosa correcta desde cualquier ángulo que se lo observe. Además indican que se lanzará el programa “Pura Caña” que contemplará aspectos integrales específicos desde el rendimiento agronómico, soluciones nutricionales, beneficios económicos y de sustentabilidad, etc lo cual me parece acertado sobre todo trabajando en conjunto con nuestros organismos técnicos oficiales, como la Eeaoc, el INTA, los grupos CREA cañeros, etcétera. Sin embargo, me llama la atención que -aparentemente- no haya inclusión en un tema clave y fundamental de nuestra actividad azucarera, como es lo referente a la forma de analizar y valorar la calidad del jugo de la caña de azúcar en todo el país, ya que de allí surgen los elementos esenciales para conocer fehacientemente cuanta azúcar se obtiene de esa materia prima que ingresa a molienda y que tanto esfuerzo agronómico costó en el campo. ¿Por qué digo esto? Porque según la cantidad de azúcar obtenida que cuantifica el laboratorio lleva implícito el sistema de pago al productor que -como se observa- es una cuestión crucial en todo el sistema. Poco ganaremos con tener inmensas y modernas maquinarias, si el rendimiento fabril del jugo primera presión es subestimado con las técnicas actuales y por consiguiente los kilos de azúcar. ¿Por qué? Porque tenemos un sistema arcaico y sin modificar que arrastra un atraso tecnológico de 50 años, que en el mundo azucarero moderno nadie usa y aquí no hay ni intenciones de cambiarlo. La prueba está en que la fórmula matriz para el cálculo citado fue elaborada entre 1967-72 luego del cierre de los 11 ingenios y con parámetros que contienen valores para las variedades de aquellos años y con la eficiencia de los ingenios de ese entonces, a lo que agregamos, para peor, con coeficientes surgidos en lo que era la Isla de Java en 1890 (hoy Indonesia) y que los elaboraron los holandeses cuando estaban allí. Es decir comento algo de más de ¡100 años atrás! Esto en términos generales se llama “Análisis indirectos en el jugo de primera presión”, y que en Tucumán el Dr. Cross ya lo había introducido en 1928 con el Laudo Alvear, pero que en el día de hoy, en el mundo azucarero moderno ningún país lo emplea porque el avance de la cosecha totalmente mecanizada hizo variar ese enfoque. Ya la propia Sociedad Internacional de Técnicos Azucareros se pronunció en 1963 advirtiendo sobre la necesidad de cambiar lo expresado por los tipos de “análisis directos” con prensas hidráulicas. Nuestro viejo y atrasado esquema deprime el rendimiento fabril. Para mayor sorpresa, observé que en nuestro país se emplean 6 o 7 fórmulas distintas para dicho cálculo, de las cuales 4 o 5 son de Tucumán. Eso no se ve en otros países, donde sólo impera uno. Para redondear más el tema, estuve observando unos interesantes datos estadísticos para 2018 de la Eeaoc, donde para 273.500 ha cosechables, sólo el 8% de esos cañaverales (21.190 ha) tienen altos rindes en t de caña/ha, el 40% (108.260 ha) tienen rindes medios, y el 52% (144.010 ha) con rindes bajos para la tecnología actual. Creo es para preocuparse. El conjunto se traduce en alrededor de 53,4 t/caña ha según las cifras de molienda total que hizo conocer la Eeaoc. Lo más llamativo de todo esto es que cotejando lo que ocurría en la década de 1970 (después de la gran crisis) la unidad de medida para calcular el costo de producción y aceptado por todas las entidades, tanto oficiales como privadas de la época era de 900 kilos/surcos, es decir 55,8 t/caña/ha. El ultimo eslabón para cerrar lo expuesto, lo hizo conocer hace unos días un excelente trabajo de la Cátedra de Economía Agrícola FAZ-UNT donde según las condiciones de hoy, el punto de equilibrio económico está en 267 ha y con una retribución al capital de 2,96%. Este valor alcanza a cubrir cerca de 100 unidades productivas porque tuvieron rápido acceso a las modernas tecnologías. Sin embargo debemos reconocer los notorios incrementos de azúcar que tienen las nuevas variedades, pero también señalar que el aumento de producción de azúcar elaborado es consecuencia del aumento desmedido del área cultivada y no por un crecimiento vertical de la producción como serían altos rindes de caña por ha en toda la provincia. Por ello considero que este 2° Seminario viene muy bien para analizar todas estas cosas.

Franco Augusto Fogliata

Veredas de la cárcel

Sería muy importante y beneficioso para los vecinos de Villa Urquiza que la Municipalidad incluya en su programa de Regularización de Veredas a las correspondientes al entorno de la cárcel de Villa Urquiza, sobre todo la de calle Delfín Gallo, que es sólo yuyales que en verano alcanzan los dos metros de altura y que ocasionan serios problemas a los peatones sobre todo en días de lluvia, que tampoco pueden circular por la calle debido al torrente de líquidos cloacales. Está visto que a las autoridades de la cárcel sólo les preocupa el frente que da a calle México. La Municipalidad debe acordarse de las veredas que rodean la cárcel.

Jorge Miguel Wolters

Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected],  consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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