Tres historias que evidencian inacción policial en los barrios tucumanos

Tres historias que evidencian inacción policial en los barrios tucumanos

Vecinos de 11 de Marzo, La Ciudadela y Villa 9 de Julio vivieron experiencias insólitas tras denunciar que los habían asaltado.

CALLES PELIGROSAS. En la mayoría de los barrios recorridos por LA GACETA, los vecinos denuncian el accionar de los motochorros y piden más policías.  la gaceta / foto de Analía Jaramillo CALLES PELIGROSAS. En la mayoría de los barrios recorridos por LA GACETA, los vecinos denuncian el accionar de los motochorros y piden más policías. la gaceta / foto de Analía Jaramillo

Las víctimas de la inseguridad dicen que en las comisarías los “desalientan” a hacer las denuncias. Aseguran que se cansan de esperar y que se van sin conseguir formalizar ese trámite.

Tres víctimas de este tipo de situaciones se comunicaron con la línea de policiales de WhatsApp de LA GACETA (381-6311910), para contar sus historias.

Esta no es la primera vez que trascienden hechos de estas características. En las últimas semanas, LA GACETA publicó los testimonios de víctimas de rompevidrios y de motochorros que también tuvieron problemas para dejar constancia en las comisarías los ataques que habían sufrido.

Caso 1

Daniel Tanda dijo que esperó dos horas en la comisaría 13ª y cuando llegó su turno le dijeron que no le tomarían la denuncia porque el personal debía acudir a un accidente de tránsito.

Tanda reside en el barrio 11 de Marzo. Según su testimonio su hijo fue víctima de un violento robo mientras esperaba el colectivo en la esquina de Inca Garcilaso y Libertad, en la zona sur de la capital. Incluso, le dispararon. Pero logró resguardarse detrás de un árbol.

“Cuatro motochorros lo abordaron. Se movilizaban en dos rodados de baja cilindrada. Le quitaron la mochila con trabajos de la Facultad, calculadora, celular, billetera y los auriculares. En ningún momento se resistió. Le hicieron disparos y se salvó al refugiarse detrás de un árbol”, contó Tanda.

Cuando el muchacho regresó a su casa y contó lo que le había sucedido, se dirigieron a la comisaría 13ª para radicar la denuncia. Tanda explicó que una hora después se retiró de esa sede policial sin haber podido.

“Me tuvieron más de dos horas esperando. Había un solo hombre denunciando antes que mí. Cuando me tenían que atender me dijeron que no podían hacerlo porque tenían que acudir un accidente de tránsito. Me fui muy enojado y sin poder la denuncia”, contó.

“Sentí que estaba en el lugar equivocado y que ellos son cómplices de lo que pasa. Nosotros tenemos que hacer el trabajo de ellos. Hace años que vivimos viven enrejados en el 11 de Marzo. Por eso no hay registros de los robos. El barrio Terán es zona liberada, hay robos constantes”, reclamó.

Caso 2

Norma contó que el sábado 18 de agosto dos motochorros la encañonaron en la esquina de Pellegrini y Ambrosio Nougués, en la zona sur del barrio La Ciudadela. “Me robaron el celular a punta de pistola. Después me fui hasta la comisaría 3ª para hacer la denuncia y me tuvieron esperando como una hora”, contó.

Pero cuando llegó su turno tampoco pudo hacer la denuncia. Contó que se lo “impidieron” con un argumento insólito: “Me dijeron que para hacer la denuncia necesitaba la factura de compra del celular. Fue una forma elegante de correrme. Encima me dijeron que jamás recuperan los celulares robados. Así me volví a mi casa. Lo viví con mucha bronca e impotencia”, se lamentó.

Caso 3

“Lo que vivimos fue increíble. Hubo dos robos en una misma cuadra con dos horas de diferencia. Pero lo más grave fue la explicación del personal de la Seccional 10ª. Dijeron que no fueron a ver qué pasaba porque pensaban que se trataba de una broma infantil”, indicó Luis Díaz.

Díaz vive en Raúl Colombres casi esquina Alfredo Palacios. “Nos despertamos cerca de las tres con los ladridos del perro. Cuando prendí la luz, observé que una persona saltaba la tapia con algunas de nuestras pertenencias. Los perseguí y logré recuperar parte del botín. Llamamos a la comisaría y nunca aparecieron”, comentó en una entrevista con LA GACETA.

“Nos volvimos a dormir y como a las cinco de la mañana, sentimos un estallido y escuchamos gente corriendo por arriba de los techos. Nos dimos cuenta que habían ingresado a la casa de al lado volteando la puerta del fondo. Las dos mujeres que viven allí nos dijeron que estaban armadas y que ellas se encerraron por temor. Desde afuera comenzamos a gritar y otra vez la misma escena: los ladrones corriendo por caminos separados para que no lo pudiéramos atrapar”, relató la víctima.

Díaz contó que llamaron otra vez a la Seccional 10ª y al servicio 911 para que fuera hasta ese lugar. “Tuve que salir al trabajo y después de las 7 me avisaron que habían ido y que les habían dado esa excusa. Puedo entender hasta que me digan que no hay móviles o que no tenían personal suficiente para desplazarlo, pero no porque pensaron que se trataba de una broma de chicos. Evidentemente que fue una zona liberada”, concluyó.

Para tener en cuenta

- Las denuncias deben ser realizadas en la comisaría de la jurisdicción donde se produjo el delito.

- La constancia policial es un documento que se emite una vez que se realiza la denuncia.

- La única manera para que la Justicia pueda actuar es que se realice la denuncia.

- En caso de que no le permitan hacer su exposición, puede hacerlo en otra dependencia policial. Cuente por qué la decidió hacerla ahí.

- Las víctimas también pueden denunciar los hechos en los tribunales de avenida Sarmiento al 500.

Denuncias por Whatsapp

LA GACETA cuenta con un canal directo para que los lectores puedan difundir los hechos de inseguridad delos que fueron víctimas. Los datos (que también pueden estar acompañados por imágenes y videos) deben ser enviados vía WhatsApp al número 381-6311910.

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