Tangibilidad, cercanía e intereses

Tangibilidad, cercanía e intereses

19 Agosto 2018

Por Ana María Mopty

PARA LA GACETA - TUCUMÁN 

En tiempo de tecnología y cibernética, los libros parecen poco visitados por los niños. Sin embargo, la curiosidad y el ingenio de los menores resulta un gran aliado a la hora de hojear las páginas, y en ese punto, es importante que los más pequeños los toquen, busquen sus dibujos, los guarden con sus juguetes. Al principio, conviene que la lectura, hecha por un adulto, sea expresiva, breve, buscando identificación con los personajes y que acompañemos a los niños a elegir los textos en una visita a librerías o bibliotecas. Son numerosas las ofertas, basta comprobar el poder que tienen unos versos rimados para contar historias a los más pequeños o las fábulas con el conocido parloteo de animales y la lección que les acerca. También el relato de algunas leyendas regionales y los reiterados mitos antiguos proporciona goce a los niños. Para los que pueden leer solos, la elección debe tener en cuenta sus intereses, saber que no serán evaluados, sino que los libros fueron hechos para entretener. Podemos narrarles historias inconclusas que los motive a buscar el libro, hablarles de algunos personajes emblemáticos de la literatura, también completar información en internet. Los programas de televisión permiten abrir historias, como aquella mujer hilvanando relatos para retrasar su muerte, frente a un sultán inclemente o el héroe de una propuesta televisiva. Sobre todo, es importante que contemos con una pequeña biblioteca y que los chicos vean en nosotros el gozo al leer un libro.

© LA GACETA

Ana María Mopty - Escritora y docente

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