El abogado tucumano Marti Coll deja de ser prófugo de la Justicia jujeña

El abogado tucumano Marti Coll deja de ser prófugo de la Justicia jujeña

“Están actuando para la tribuna porque la persecución prosigue. Sigo temiendo por mi familia y vuelvo a responsabilizar al gobernador Gerardo Morales", dijo.

Carlos Marti Coll Carlos Marti Coll

El abogado tucumano Carlos Marti Coll ya puede volver a salir a la calle sin el temor de que será detenido por la supuesta retención indebida de una camioneta Audi Q3 que había denunciado su todavía esposa, Tulia Snopek. Pero él dijo que no estaba tranquilo. “Están actuando para la tribuna porque la persecución prosigue. Sigo temiendo por mi familia y vuelvo a responsabilizar al gobernador Gerardo Morales (UCR-Cambiemos)”, añadió. Técnicamente el imputado perdió el estatus de prófugo de la Justicia de Jujuy ayer, cuando lo notificaron del cese de la orden de detención que había dispuesto el juez Isidoro Cruz por pedido del fiscal Aldo Lozano. El magistrado, el mismo que la dirigente kirchnerista Milagro Sala impugnó por sus vínculos con el gobernador, dio a Marti Coll cinco días para que se presente ante la Fiscalía “con la documentación original”; dijo que el caso “era delicado” y dispuso el libramiento de un informe al Superior Tribunal de Justicia de Jujuy.

Cruz emitió su decisión una semana después de que el senador justicialista Guillermo Snopek (h), hermano de la denunciante y defensor de su cuñado tucumano, expresara en la Cámara Alta que el Poder Judicial de su provincia estaba al servicio de fines particulares y políticos, y atribuyera esa anomalía institucional a Morales, que es pareja y futuro marido de Tulia Snopek. Ese miércoles, Morales se refirió en Twitter al planteo de su rival político por primera y última vez: “senador @guillermosnopek, patético lo suyo. El Senado no es un tribunal de Familia. Vergonzoso que invente historias más para el Gran Cuñado que para un debate serio. Concéntrese en el tema del aborto. Si no lo supera vaya al psicólogo”.

Al día siguiente de la exposición en el Senado, LA GACETA publicó la versión de Marti Coll quien “en la clandestinidad” expresó que habían armado la causa penal de la camioneta para encarcelarlo y lograr que cediera sus pretensiones civiles (en uno de los tres juicios de divorcio abiertos reclama U$S 600.000 atesorados en una caja de seguridad). El abogado tucumano había decidido esconderse el 13 de julio e informado que estaba desesperado porque los Tribunales de Jujuy habían citado a declarar a su madre, Victoria Hill Terán.

El escenario judicial acuciante cambió de manera drástica. El 9 de agosto, el fiscal Lozano, que había imputado y pedido el arresto de Marti Coll el mismo día del ingreso de la denuncia de Tulia Snopek (6 de junio), opinó que ya no correspondía la privación de la libertad porque la camioneta cuya restitución era reclamada había sido puesta a disposición de la Justicia jujeña. En el expediente consta que Lozano entregó provisoriamente el vehículo a la denunciante Snopek al día siguiente de que este fuese recibido en sede judicial. Ello sucedió pese a que la compañía Masnou SA, la empresa de la familia de Marti Coll que reivindica el dominio de la camioneta, había solicitado a Cruz que el bien permaneciese en un depósito judicial hasta la dilucidación de su propiedad en los Tribunales penales y civiles.

El 14 de agosto, Cruz coincidió con el fiscal en cuanto a que había motivos para “desvirtuar la seria presunción de riesgo procesal tenida en cuenta al ordenar la detención” de Marti Coll. Pero, acto seguido, cuestionó a Lozano e, incluso, a Luis Conde, abogado de la denunciante Tulia Snopek. “El agente fiscal se extralimitó en sus facultades arrogándose la facultad de entregar el vehículo”, dijo Cruz y recordó que él era quien debía resolver el destino de la cosa en disputa. “Quien debe realizar el control pertinente es el juez con el fin de dar seguridad jurídica, y evitar abusos, arbitrariedades y discrecionalidades”, manifestó. El magistrado incluso afirmó que había “prevenido” sobre ello telefónicamente a Lozano y al querellante Conde “en su público despacho”. Aunque declaró que la entrega provisoria del vehículo a Tulia Snopek, que es funcionaria pública de Jujuy, había sido “un dislate jurídico”, el juez Cruz no dispuso que el rodado regresara a su órbita.

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