Cartas de lectores

LA ANTIGUA RUTA N° 305

En el año 1895, comenzó la construcción del dique La Aguadita, cuya finalización e inauguración fue en el mes de diciembre de 1899. Estos datos me sirvieron para calcular, aproximadamente, que el trazado de la antigua ruta N° 305 es más antiguo que la obra de dicho embalse. Esta carretera fue, y no es aún hoy, de gran progreso, porque en ese entonces llegaba hasta El Timbó Viejo, departamento Burruyacu. Esta ruta nacía en la avenida Francisco de Aguirre, sobre cuyo trazado estaban emplazadas las instalaciones del desaparecido ingenio El Colmenar, donde hoy se encuentran las instalaciones principales de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán. Estaba asfaltado hasta Las Moritas. A comienzos de la década del ‘70 se modifica su trazado y es asfaltada hasta la localidad de El Sunchal. Desde ese tiempo, un tramo en La Aguadita quedó como auxiliar, sigue enripiado, pero es el paso obligado para la circulación de camiones y colectivos. Sobre ese trazado está emplazada la Centenaria Escuela N° 210, que cuando no llueve está feo, pero que en los períodos lluviosos se vuelve intransitable. Sería de gran importancia que se lo pavimente hasta el acceso mismo de dicho establecimiento escolar.

Andrés Valdez

Entre Ríos 1.214


San Miguel de Tucumán

EL POPULISMO

Lo que sigue tiene que ver con lo que sucede culturalmente en el país. De los factores nefastos para la Argentina que tienen ya el carácter de permanentes: populismo (72 años), inflación y pobreza estructural (ahora, los mismos que provocaron el incendio pretenden soluciones inmediatas y se proponen como bomberos), el populismo es el de mayor significación y de más difícil eliminación -imposible en el corto plazo-, porque después de tantos años entró a formar parte del acervo cultural argentino. Esto, como consecuencia innegable de la existencia de empresarios prebendarios a la sombra del Estado, sindicalistas enquistados por entre 20 y 30 años e inmensamente ricos, políticos y funcionarios que no pueden explicar su patrimonio, desde el nivel más alto hasta los niveles medios. Lo mismo ocurre con agentes y magistrados de la Justicia de las distintas jurisdicciones. Tal penetración cultural, a veces, ha sido deliberada. El populismo, que para la izquierda modernosa es una palabra que no tiene entidad conceptual, que es sólo un invento de la derecha salvaje. Sin embargo, la historia reciente y la de más atrás ha mostrado con claridad que una cosa es lo popular (lo concerniente o perteneciente al pueblo, sin connotaciones que tengan que ver con los valores), y otra es el populismo (lo que se hace, omite u oculta para manipular a porciones amplias de un pueblo). En el populismo están presentes el cortoplacismo; el machacar con lo “nacional y popular”; la demagogia, la dádiva, la impunidad, la desinformación, el periodismo militante y también mercenario; la imposición del pensamiento único y la uniformación autoritaria; la parálisis de los organismos de control facilitando la corrupción; la degradación y sometimiento de las instituciones que conforman la República; el nepotismo, el amiguismo y el adoctrinamiento de niños y jóvenes. También figuran la necesidad de personalismos salvadores, se exacerba la propaganda oficial; las palabras organización, orden, autoridad no existen porque son propias de las dictaduras; aparece el relato que desfigura la realidad y se promueve la dicotomía amigo-enemigo, donde estos son los malignos traidores de la Patria. Así, se profundizan la ignorancia y el fanatismo, que facilitan cualquier proyecto de poder omnímodo.

Mario Alberto Ricci

FONDO SOJA

He escuchado hablar con enojo al gobernador, Juan Manzur, sobre la quita -por el Gobierno nacional- de los denominados “fondos soja”. Incluso, vi en la redes sociales “flyers” del Ejecutivo provincial indicando todo lo que se podría hacer con ese monto de dinero. Lo que no escuché decir -al mandatario- qué gastos políticos sobredimensionados disminuiríamos en la provincia. Cantidad de asesores, empleados contratados, oficinas innecesarias, alquileres exorbitantes, la cantidad de publicidad que nos bombardea a diario con los spot televisivos inaugurando un cantero, ni hablar de los proyectos faraónicos como el estadio único en época de crisis. Ni hablar de prioridades inmediatas como la pobreza, la educación, la lucha contra la droga e incentivos a la producción para lograr trabajo genuino. Y nada menos transparentar las cuentas y tener acceso público a la información, para conocer en qué se gastan nuestros impuestos que pagamos con gran esfuerzo. Esperamos su mensaje con ansias, señor Gobernador.

Juan Pablo Leguizamón

“LOS TRAPITOS”

Si uno va a pagar la boleta de EDET en la casa central, se encuentra con que al estacionar todas las calles fueron ocupadas por los denominados “trapitos”. Incluso el estacionamiento para motos armado por la misma empresa para comodidad de los clientes tiene su cobrador. Si queremos visitar un familiar en el hospital o cerca de alguno de ellos, hay que prepararse con $ 50, porque todas las calles de los alrededores tienen cobrador. Si vamos al Mercofrut, incluso están dentro del mismo predio siendo en este caso peor (que los anteriores), porque pagamos en la garita de entrada al mercado, y luego dentro del mercado mismo al “trapito”. Y así se multiplican las zonas donde los ciudadanos somos extorsionados, mientras las autoridades que cobran sueldos por un trabajo que no hacen miran para otro lado. Quiero saber qué pasa que las máximas autoridades de la provincia no ordenan solucionar el problema que enfrentamos los ciudadanos. ¿O acaso alguien está haciendo negocios? Si ni el informe especial de “Panorama Tucumano” de LA GACETA, del 20 de junio, logró cambiar las cosas, ¿qué les queda por hacer a los simples ciudadanos como yo? Sólo se me ocurre votar a los contrarios el próximo año.

Guillermo D. Palavecino

LA PROPINA DE RIGOR

A veces, la ética y el pragmatismo se enfrentan de modo irreconciliable. Cuando salió a la luz que el Harvard Business School (HBS) enseñaba a los alumnos a presupuestar obra pública incorporando como una variable a considerar el porcentaje a pagar por “coimas”, el diario The New York Times puso el grito en el cielo: cómo era posible que una institución cuyo “slogan” era “Veritas” (la verdad) podía cometer semejante incoherencia. Desde el HBS le hicieron notar que “así es el mundo”. Para un presidente y un partido que se jactan de envestir la transparencia como valuarte de su gestión, esta antítesis en su propia casa, puede generar algo más que un molesto dilema. ¿Cómo explicarles a los posibles inversores extranjeros, con formación “empresarial” universitaria, que tienen altas chances de terminar en prisión por incurrir en el gasto presupuestario denominado “propina de rigor”?

Leonardo Peusner

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