Por Claudia Nicolini
16 Agosto 2018
De misteriosa causa de la mortal epidemia de sida, el VIH pasó en menos de 30 años a ser el agente de una infección crónica que sabemos cómo detener: hay que lograr que la población se haga el test; educar para prevenir, si da negativo, y brindar el tratamiento adecuado a quienes les dé positivo. Tan claras están las acciones que hace siete años la OMS fue muy “optimista” y propuso poner fin a la epidemia en 2030. Ese “optimismo” (en los papeles, al menos) fue suscripto por muchos países, incluido el nuestro.
Para lograrlo, hacía falta que para 2020 el 90 % de las personas que viven con VIH conociera su estado serológico (si vive o no con el virus) y eso, en nuestro país, es casi una utopía. “La falta de testeos hace muy difícil que se llegue en Argentina a que el 90% de las personas con el VIH sepa sobre su situación, destacó Miguel Pedrola, director científico de Aids Helthcare Foundation (AHF) para América Latina y el Caribe durante un encuentro de prensa del que participó LA GACETA. “El acceso a los testeos no está facilitado masivamente en la Argentina -agregó-. Deberían ofrecerse en encuentros masivos y los médicos deberían recomendarlo más cuando las personas consultan”. El hecho es que la gente se sigue muriendo en todo el planeta (cerca un millón de personas por año) y que sólo en nuestro país se producen 6.500 diagnósticos nuevos por año (el 35% de los cuales llega tarde), añadió Pedrola.
No saber puede ser grave
“Muchísima gente maneja poca y/o mala información. Se desconoce (o llega a negarse) la importancia de prevenir la transmisión mediante el preservativo, la trascendencia del testeo y hasta las vías de transmisión”, señaló Sergio Ruiz, presidente de la ONG tucumana Identidad, que -como aliada de AHF- se dedica a la prevención y al testeo rápido de VIH.
“En muchos casos pueden tener claro que a la hora de la penetración deben usar preservativo, pero no piensan en otras prácticas, como el sexo oral. Desconocen absolutamente qué es un campo de látex”, describió Ruiz, y contó que de los casos que resultaron positivos en las últimas campañas de testeo realizadas en Tucumán, eran sorprendentemente numerosos los relacionados con la práctica del sexo oral sin protección.
Adolescentes
La información retaceada y -en general- obtenida de pares o de las redes es especialmente dañina entre los más jóvenes.
Según un reciente informe de Unicef, cada hora unas 30 personas de entre 15 y 19 años se infectan. La principal causa es el inicio de la vida sexual a temprana edad de la mano de poca o ninguna información confiable, a lo que se suma la baja percepción de riesgo, propia de los adolescentes.
“Los jóvenes no vieron a la gente muriendo como moscas, como ocurría antes, y eso ha cambiado el factor miedo. Ahora tienen más confianza, menos temor, y piensan que porque son jóvenes son inmortales”, reflexionaba ya hace un par de años Robert C. Gallo, el científico que descubrió el virus en 1984.
Sin herramientas
“Lo vemos cada vez que nos invitan de alguna escuela a dar talleres de educación sexual: los chicos inician su vida sexual mucho antes de lo que los adultos piensan, y no tienen herramientas para prevenir infecciones ni embarazos”, advirtió Ruiz durante la charla.
¿Qué es el campo de látex?
Usalo para la práctica de sexo oral seguro
El campo de látex es una superficie de látex fina, que se realiza a partir de un preservativo, aunque también puede usarse papel film de cocina. Se utiliza para protegerse de infecciones de transmisión sexual cuando se practica el sexo oral en la vagina o en el ano, o en el caso de frotar genitales entre mujeres. Para hacerlo se desenvuelve el preservativo y se corta el aro de la base. Luego se corta en forma vertical, a lo largo. Se consigue así un cuadrado de látex que se pondrá sobre la vagina o el ano. (Fuente: Fundación Huésped)
Elegí saber
Habrá más testeo rápido la semana que viene
El miércoles 22 y el jueves 23 el stand de testeo rápido de Identidad Asociación Civil participará de la III Expo Salud, que organiza APUNT (sindicato de no docentes de la UNT). Se llevara a cabo de 8.30 a 14 en la Quinta Agronómica (sobre calle Pellegrini). Las actividades previstas están destinadas a la comunidad universitaria y al público en general. Participarán los trailers del Siprosa, la fundación Aceltuc (Asistencia al Celíaco de Tucumán). Habrá además nutricionistas y profesores de Educación Física de la UNT.
Urge visibilizar el tema
En el mundo ha bajado el aporte de fondos
“Sabemos qué hay que hacer, tenemos cómo hacerlo y recursos humanos para lograrlo. Sólo falta el financiamiento”. La contundente frase de Loretta Wong, directora senior de incidencia política de AHF Global, dejó claro por qué parece una utopía alcanzar las metas de Onusida: a pesar de que su impacto no se detiene, el VIH casi desapareció de la agenda pública y llega a los titulares de los medios con poca frecuencia. Y por eso ha dejado de ser importante a la hora de la distribución de recursos: los casi 19.000 millones de dólares que actualmente se invierten en prevención, diagnóstico y tratamiento son sólo la mitad de lo que se necesita para cumplir la meta de 2030.
Para terminar con el VIH
Saber y prevenir no sólo te cuida a vos
Conocer cuanto antes tu estado serológico (saber si vivís con el virus o no) es clave. Si da negativo, te habrá ayudado a tomar conciencia sobre las conductas de riesgo y la prevención. Si da positivo, permite asegurarte buena calidad de vida mediante la adhesión al tratamiento adecuado, que en nuestro país es gratuito y está asegurado por ley para toda persona que viva con el virus. Pero demás, es un herramienta clave para acabar con la epidemia: la adherencia al tratamiento individual logra bajar la carga viral hasta hacerla indetectable. Y las últimas investigaciones muestran que una persona VIH-positiva que mantiene la carga viral indetectable con el tratamiento regular y exitoso no puede transmitir el VIH sexualmente.
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