Lo que hay que saber de Parker, la sonda que la NASA envía al Sol

Lo que hay que saber de Parker, la sonda que la NASA envía al Sol

Llegará más cerca que ninguna nave antes.

DESAFÍO. La Parker estará sometida a cientos de miles de grados centígrados. Reuters DESAFÍO. La Parker estará sometida a cientos de miles de grados centígrados. Reuters
13 Agosto 2018

FLORIDA, Estados Unidos.- La sonda solar Parker, que viajará a través de la atmósfera solar para acercarse lo más posible al astro rey, el Sol, despegó ayer desde el Centro Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida.

La NASA había aplazado el sábado el lanzamiento de la sonda, que viaja dentro del vehículo de lanzamiento Delta IV Heavy, debido a un problema técnico.

La Parker orbitará alrededor del Sol en un recorrido elíptico y atravesará la capa exterior de la atmósfera solar, la corona, alcanzando una velocidad de 700.000 kilómetros por hora. Protegida por un escudo de casi 12 centímetros de grosor de carbono, está diseñada para poder aguantar más radiación que ninguna otra nave antes y temperaturas de más de 1.300 grados centígrados, explicó la NASA. La sonda, que pesa 700 kilos y es del tamaño de un auto pequeño, se acercará a unos 6,2 millones de kilómetros del Sol. Volará a través de una región en la astmósfera solar con una temperatura de cientos de miles de grados.

Con esta misión, que está prevista que dure hasta 2025, los investigadores de la NASA esperan obtener conocimientos sobre por qué la corona está mucho más caliente que la superficie del Sol y con ello, sobre el funcionamiento de las estrellas. Estos datos podrían contribuir a mejorar las predicciones meteorológicas. Como el Sol es la fuente de luz y calor para la vida en la Tierra, los expertos también esperan obtener nuevos conocimientos sobre la evolución. Además el proyecto proporcionará informaciones sobre los rápidos vientos solares, que pueden molestar sensiblemente a los satélites.

Es la primera sonda de la NASA que recibe el nombre de un científico vivo, el astrofísico Eugene Parker, de 91 años, un investigador emérito de la Universidad de Chicago que en los años 50 predijo la existencia de vientos solares. (DPA)

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