“La velada de la olla”: la ceremonia con la que celebran la Pachamama en Amaicha

“La velada de la olla”: la ceremonia con la que celebran la Pachamama en Amaicha

Los preparativos para la fiesta arrancaron en la mañana del martes.

CEREMONIA. La comunidad, reunida alrededor de la apacheta.  CEREMONIA. La comunidad, reunida alrededor de la apacheta.

Los preparativos arrancaron muchas horas antes. Desde la mañana del martes, los pobladores de Amaicha del Valle empezaron a organizar la festividad de la Pachamama (Madre Tierra) que, finalmente, se cumplió ayer cuando asomaron las primeras luces del sol.

Lo hicieron en el marco de la “velada de la olla”. “Es una tradición que procura mantener la historia, los mitos y leyendas, cantos y cuentos del pueblo a través de la tradición oral. Se denomina así porque mientras se cocina en las casas de familia se van cantando coplas o relatando distintos hechos de la zona y que identifican a la familia” explica Diego Fuensalida, de la Agrupación Gaucha del lugar.

“Es una forma de mantener viva la memoria del pueblo ya que los amaichas no tienen episodios escritos, sino que trabajan con la transmisión oral”, agregó.

Locro, tamales, empanadas y hasta la sabrosa cabeza guateada fueron algunos de los platos que los amaicheños elaboraron con empeño mientras relataban cuentos, cantos e historias. Y no faltó el “ponchi”, una bebida energizante elaborada con la yema del huevo y una diversidad de licores.

La festividad coincide con las primeras épocas del nuevo ciclo agrícola: el invierno comienza a irse y la primavera se acerca. “Es tiempo de tierra fértil y llegan las primeras lluvias. Es el momento en que la Pacha se preña y, para que las cosechas sean abundantes, es agosto cuando le rendimos homenajes. Le hacemos ofrendas para que no nos falte el alimento y para que haya buen tiempo”, apuntó el cacique Eduardo Nieva.

Una noche diferente

Las comidas preparadas en cada casa se compartieron durante la noche con todos los visitantes. “De esta manera expresamos también nuestro agradecimiento con toda la gente que viene a acompañarnos en esta celebración” apuntó Nieva.

En la plaza principal se levantó un escenario por el que desfilaron folcloristas de distintos puntos de la provincia. La música, a pesar del frío, se prolongó casi hasta el amanecer. A medianoche se realizó el “sahúmo” para alejar las malas energías y los asistentes tomaron el té de ruda para esperar el 1 de agosto con el espíritu limpio, según la tradición.

Con los primeros rayos del sol se procedió a la lectura de la piedra del tiempo. Esta es la que tapa la boca de la madre tierra y sólo se abre este día para realizar las ofrendas.

La Pachamama 2018, Gregoria Navarro de Valero, imploró a la Madre Tierra para que “el nuevo ciclo productivo se despliegue con generosos y sanos cultivos de durazno, membrillo, uva y especias”. “Que tengamos salud, mucho trabajo y que los gobernantes sean iluminados con la humildad y sabiduría que les permitan trabajar por un mejor futuro para todos”, anheló.

Buenos y malos augurios

La ceremonia de ofrenda a la Pachamama se realizó a las 11 en el patio de la bodega comunitaria ubicada en el paraje El Tío. Fue cuando el sol se encontró en el punto más alto. Estuvieron presentes el ministro del Interior, Miguel Acevedo; el legislador Juan Antonio Ruiz Olivares; el titular de la Corte Suprema de Justicia, Daniel Posse, y el comisionado comunal y cacique local, Eduardo Nieva.

EN LA BODEGA COMUNITARIA. El comunero Andrade y la Pachamama 2018 encabezaron la ceremonia. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL. EN LA BODEGA COMUNITARIA. El comunero Andrade y la Pachamama 2018 encabezaron la ceremonia. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.

La otra celebración de la Pachamama se realiza en febrero también en Amaicha. Es cuando comienza la cosecha de los frutos. Ayer, cientos de visitantes se aglutinaron alrededor del agujero que se abrió en la tierra, a la par de la apacheta, para lanzar allí las ofrendas. Fue el comunero “Beto” Andrade el encargado de dirigir la ceremonia, acompañado de la Pachamama 2018. “Será un año difícil. Es lo que nos está diciendo la ‘Pacha’ con su señal. Nos la dio con la primera piedra que asomó de la olla de la tierra y que estaba con vetas de barro. Son años favorables cuando sale limpita”, explicó. De todos modos, la celebración se alegró con una buena noticia: el año que viene habrá agua potable en Amaicha. Será cuando termine la construcción de la planta potabilizadora que se comenzó a construir en Los Zazos.

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