"El pacto de silencio entre Acosta y Fernández fue para encubrir", dijo la hermana de Betty Argañaraz

"El pacto de silencio entre Acosta y Fernández fue para encubrir", dijo la hermana de Betty Argañaraz

Se cumplen 12 años de la desaparición que conmocionó a la provincia.

CONDENA. Acosta y Fernández escucharon la sentencia hace nueve años. CONDENA. Acosta y Fernández escucharon la sentencia hace nueve años. LA GACETA/FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (ARCHIVO)
31 Julio 2018

Pasaron 12 años de la desaparición de Beatriz Argañaraz y su familia todavía espera la aparición de sus restos. La mujer desapareció el 31 de julio de 2006, cuando se dirigía a su trabajo en un colegio de nuestra ciudad en el que iba a asumir como directora. Nunca más apareció.

La Justicia determinó que a Betty la mataron las ex novicias Nélida Fernández y Susana Acosta, que fueron condenadas a 20 años de prisión. A pesar de la sentencia, de las pruebas en su contra (había manchas de sangre de Argañaraz en la pared de su departamento) nunca revelaron el lugar en el que dejaron el cuerpo por un supuesto pacto de silencio.

"En 2009, luego de dictar la sentencia, la Justicia dejó de buscar a Betty. La olvidaron y la sepultaron, pero ella sigue siendo nuestro presente, la queremos encontrar”, dijo Liliana.

"Yo creo que si hablaban iban a vincular a otras personas. El pacto de silencio tuvo un encubrimiento porque no pudieron haberlo hecho sola. Hubo otras personas que participaron", sostuvo Liliana Argañaraz, hermana de la mujer desaparecida, en declaraciones a "Las 12 en 30".

Liliana reconoció que nunca se pudieron recuperar del golpe que significó la desaparición de Betty. "Nunca pudimos continuar normalmente con nuestra vida normalmente. Estas dos personas perversas no nos dieron la oportunidad de hacerlo. La buscamos todo el tiempo; todos los días nos preguntamos cómo continuar y cómo hacer para llamar la atención de las autoridades", señaló.

La mañana del 31 de julio de 2006, Argañaraz abordó un colectivo de la línea 103 a pocas cuadras de su casa, en El Manantial. Testigos la observaron bajarse en la zona del Abasto y tomar allí un remís blanco. Nunca más fue vista con vida.

Según la investigación -llevada a cabo por la fiscala Adriana Giannoni- la maestra había sido citada mediante engaños por Fernández y Acosta a su departamento, ubicado en Catamarca 30. Allí -afirma la funcionaria judicial- las ex religiosas y Luis Fernández la golpearon hasta matarla. Luego, se deshicieron del cuerpo y sellaron un pacto de silencio.

De acuerdo a la pesquisa, la mataron porque Acosta quería quedarse con el cargo de directora del colegio Padre Roque Correa. Argañaraz iba a asumir ese puesto el día que desapareció. Las ex novicias fueron arrestadas pocos días después.

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