Cartas de lectores
15 Julio 2018

Aborto

El Creador de todo lo que existe en el mundo en el que vivimos, puso a este divino ser -la mujer- para engendrar a los millones de seres humanos que habitan esta tierra. No puedo concebir que se siga poniendo todo en tela de juicio y se siga hablando de este tema -el aborto-, y esto va para el Congreso: cómo puede llegar a incidir en la mente de los ciudadanos este controvertido asunto de la interrupción voluntaria y asistida (despectivamente “aborto”) y para peor la Iglesia Católica se mete en este tema como si nada fuera y da su veredicto que considera indiscutible. Yo, con mis 85 años cumplidos, pido fervorosamente que se deje en santa paz a las mujeres y que ellas decidan si quedan embarazadas, si van a abortar o no. Toda mujer es dueña de su vientre. Bendito sea el Creador.

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Ramón Bautista Ingalina

Junín 1.348, San Miguel de Tucumán

Deuda a jubilados

Tucumán hizo los deberes y por eso no tenemos déficit fiscal; se vienen produciendo ahorros mensuales en el gasto público y que su gestión muestra un equilibrio en las cuentas, según declaró el gobernador Manzur a LA GACETA el 11/07. Ya había declarado tiempo atrás que pagó millones de pesos al arquitecto Pelli por el proyecto de un Centro Cívico que va a construir gastando otros muchos millones y hasta prometió construir también un moderno y único estadio para fútbol orgullo de la provincia. Es una pública declaración de que le sobra dinero; pero sigue aplazado porque se olvida de pagar no tantos millones de pesos a los jubilados transferidos a la Nación que siguen reclamando el 82% móvil de sus sueldos. Para que ello ocurra tiene que dictar un decreto sencillo, de pocas palabras, disponiendo que se cumpla con lo que ordenaban las leyes previsionales vigentes en ésa época, lo que claramente ordena el convenio de transferencia y el acatamiento de las cientos de sentencias en los tribunales en lo Contencioso Administrativo, condenando al PE. Es consecuencia de que desde el año 1996 habían declarado cosa juzgada el derecho adquirido a la porcentualidad del 82% móvil y, obviamente, que ese decreto ordene también pagar los haberes impagos conocidos como deuda por retroactivos. Con tanto dinero sobrante el Gobierno beneficiaría a cientos de jubilados y pensionados que no pudieron iniciar el juicio y que siguen peregrinando sin ser oídos en la Plaza Independencia, identificados como los Jubilados de la Plaza. Si el gobernador dictara ese decreto, con seguridad podría ampliar sus declaraciones, anunciando su mayor y completa felicidad y orgulloso del deber cumplido.

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Ángel Ricardo Salguero

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Siempre vigente

“Si es necesario vamos a comer menos, vamos a gastar menos en ropas, en cosas superfluas, tendremos menos automóviles. Todo lo que quieran, pero créditos no, créditos no vamos a realizar. Vamos a conquistar la riqueza con nuestro trabajo, y si es necesario con nuestro sacrificio, pero no recurriremos al usurero. Bueno, pobre del país que cae en manos de los actuales usureros, porque esos le sacarán no sólo el dinero, sino la independencia, la libertad y la dignidad”. (Juan Domingo Perón, 25 de febrero de 1952, a los gobernadores).

Ricardo R. Robles

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Festejos patrios

No vi el programa de TV en el que el conductor y sus acompañantes, típicos porteños mediocres, soberbios, despectivos, ignorantes y mal educados, para cuyos conocimientos y sentimientos, la Patria de todos los argentinos termina en la General Paz. Quienes se burlaron de lo ocurrido en el desfile realizado en nuestra ciudad, para festejar la fecha más trascendente de nuestra historia, produjeron la lógica reacción de comprovincianos que se sintieron ofendidos o agraviados. A ellos les digo, sus calidades no ofenden ni agravian a nadie, como compatriotas, solo producen lástima y vergüenza. Me llenó de alegría y fervor el hecho de que después de tanto tiempo se realizara esta vez el desfile cívico-militar, para festejar la magna fecha Patria, en el que vimos al Presidente y al Gobernador compartiendo el palco, alegres y entusiasmados por lo que ocurría, alentando y aplaudiendo a los protagonistas de la marcha y compartiendo con la ciudadanía, que libremente unida se hizo presente para homenajear a los beneméritos patriotas, que con todo coraje, nos dieron la Patria que habitamos y gozamos. Quedaron sepultadas -esperemos que para siempre- las reuniones precedentes, que se realizaban en locales acotados, con la participación exclusiva de partidarios del Gobierno y la consigna de aplaudir a las autoridades presentes. En otro orden de cosas, me preocupa y aflige el contraste del comportamiento de las autoridades de los gobiernos nacionales y el de muchos compatriotas, con los hechos vinculados con los festejos del Centenario y Bicentenario del 25 de Mayo, y del 9 de Julio. Así en Buenos Aires, el 25 de Mayo se festejaron ambas fechas, construyendo los gobiernos nacionales, grandes obras emblemáticas de tales conmemoraciones y fastuosas reuniones de nuestros gobernantes con autoridades de diversos países y otras con participación popular. En cambio el 9 de Julio de 1916, las autoridades nacionales, dejaron prácticamente solo al Gobierno provincial, para que organice y realice los festejos del Centenario. El Presidente de la Nación no vino a Tucumán para presidir los actos, ni lo hicieron gobernantes de la mayoría de otras provincias. Lo ocurrido para el Bicentenario, es más preocupante. Las autoridades nacionales cuyo mandato finalizó en diciembre de 1915 no proyectaron ni ejecutaron ninguna obra en Tucumán, pero si enviaron a un secretario de Estado, que organizó en nuestra ciudad un foro que contó con la inadmisible colaboración de las autoridades del gobierno provincial y de dos universidades locales, en el que se debatió sobre la supuesta verdadera fecha en que debíamos festejar la Declaración de la Independencia. Si fue en la reunión del 29 de Junio de 1815, que organizó Artigas en Concepción del Uruguay o la del Congreso de Tucumán. Me preocupa pensar lo que puede ocurrir si seguimos en esta línea de acción, donde la prédica de pseudo historiadores oportunistas y revisionistas, convencen de sus afirmaciones a gobernantes nacionales autoritarios y estos imparten órdenes a gobernantes provinciales sumisos. ¿En el Tricentenario (que no veré), seguirá siendo Tucumán la Cuna de la Independencia?

Adolfo Valeriano Poliche

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Árboles peligrosos

Soy de Montevideo, Uruguay, y conocí las páginas de LA GACETA a través de su ambientalista local Pedro Martínez y las publicaciones del cuidado del medio ambiente, por lo tanto sigo asiduamente las publicaciones. Leyendo la carta al lector sobre árboles peligrosos, de este señor, sencillamente me parece genial el planteo, nunca se me cruzó por la cabeza esta realidad tan evidente que pasa por nuestras narices y no le damos importancia. En realidad los árboles no son peligrosos, el hombre es el peligroso, la avaricia del hombre es peligrosa, no el árbol, pero tal cual es más fácil culpar al árbol que dentro de su bondad no puede defenderse, que mostrar la intencionalidad mala del ser humano. Esto nos debe dejar un mensaje a todos, hay que amar la naturaleza y los arboles no son peligrosos, son nuestros ángeles protectores, yo personalmente tengo tres en mi terreno y cada uno tiene un nombre, los visito y ellos me dan vida. Muchas gracias LA GACETA y felicitaciones a Pedro Martínez que dejó un gran mensaje a la humanidad.

Carmen Ramírez Acosta

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Veredas rotas

Las veredas de la capital es un tema que muestra una de las caras del abandono de una ciudad fea y sucia. Donde los cordones y platabandas de las avenidas están destruidos tanto como las veredas, y que se pintan sobre los escombros. El problema de las veredas es de culpas compartidas. Los edificios que la ponen nueva, al poco tiempo las verán levantadas por una empresa para renovar un servicio y a pesar que se paga una tasa de “rotura de vereda”, son reparadas de manera irresponsable, con cualquier cosa que se parezca y en dos días están sueltas. Nadie controla esas reparaciones que son de pésima calidad y se habilitan al tránsito sin ningún cuidado. En mi niñez, toda la ciudad tenía un mismo tipo de vereda. La típica de mosaicos de vainillas o cuadriculadas. Eran homogéneas. Hoy ponen hasta cerámicos esmaltados. Sin ningún control. Hace un par de años, algún genio mandó a “bachear” las veredas del centro, tapando los desniveles con un pastón de mezcla que suponían nadie pisaría. Error. Otra vez plata tirada. No duraron ni 15 días esos arreglos. Sería interesante que algún concejal presente un proyecto para unificar las veredas con un mosaico de 40x40 de 16 cuadros en granito reconstituido. Color gris, pero podrían ser además blancos o negros para todo el microcentro, por su gran durabilidad (Mar del Plata tiene una ordenanza al respecto). Empezando con los edificios nuevos y las remodelaciones de manera obligatoria y para toda renovación. Obviamente a cargo del propietario (es lo más barato de cualquier obra). Al ser un único modelo, sería fabricado de manera estándar por muchas fábricas. Con stock permanente y precio de competencia. Las continuas roturas serían de fácil reparación. En 10 años el microcentro tendría otro aspecto. Alguna vez que se piense a futuro. Y las reparaciones propuestas por la municipalidad es un paliativo importante. Que se encaren pronto, pero con seriedad y control.

Daniel Mas

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El payaso 

Porque cuando se trata de herir a alguien que tuvo alguna actitud en público que se aproxima al ridículo o que pretende ofender con sus dichos y actitudes, hay quienes para repudiarlos los tildan de “payasos”; buscan así descolocarlo ante la opinión ajena. ¿Por qué? Si el payaso es lo más lindo que acompañó nuestra niñez. Un personaje sano, puro. Los circos de los barrios o de los más importantes que visitaban nuestra provincia, traían para los chicos a ese ser humano tan querido por chicos y grandes. “¡Mirá el payasito!”, era la expresión más dulce que los mayores les regalaban a los niños en las funciones circenses. Entonces, ¿por qué tomarlo hoy como muestra de algo o de alguien desagradable? Por favor, démosles las gracias a los que eligieron hacernos felices en aquellos momentos con su arte, cuando para premiarnos nos decían: “si te portás bien, te llevo a ver a los payasos”. Busquemos cualquier otra comparación para repudiar a los que nos desagradan por sus actitudes o “discursos”. Dejemos a salvo a ese “amiguito” tan querido y admirado por chichos y grandes, como es el payaso. No le regalemos a cualquiera el mérito de ser payaso.

Héctor Costilla Pallares

Banda del Río Salí

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