Lavagna le ganó a Macri

El presidente de la Nación hizo realidad uno de sus anhelos de gestión y achicó la grieta entre los argentinos. Pero alcanzó ese objetivo de la peor manera, porque los unificó ante la mala percepción que tienen de la economía y del acuerdo con el FMI.

En la Casa Rosada circula una decena de encuestas que intentan reflejar el impacto en “la calle” de la crisis cambiaria y política. Una de ellas es el Monitor del Humor Social elaborado por D’Alessio IROL / Berensztein (realizada en junio, sobre 1.477 adultos de todo el país). En ese informe se analiza, por separado, la postura de quienes votaron por Cambiemos y de quienes lo hicieron por el Frente para la Victoria. Allí se visualiza con claridad el final de la grieta, al menos en cuanto a la percepción económica. Por ejemplo, ocho de cada 10 consultados, de ambas preferencias políticas, cree que la situación es peor que hace un año y pocos confían en el éxito del acuerdo con el FMI. El 48% cree que fue la peor opción y el 41% que no servirá para evitar una crisis mayor. No es todo. La percepción de votantes de Macri y de antimacristas es similar en cuanto a la situación económica actual respecto al año pasado y a 2019: el 50% cree que es peor y el 62% que está mucho peor, respectivamente.

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“Hay alarma por la devaluación y la inflación, y se profundiza la pérdida de confianza en la gestión. Cae la imagen de los principales dirigentes del oficialismo. El 61% evalúa como mala la gestión hasta este momento. El impacto de la devaluación, sumado a las nuevas perspectivas inflacionarias y a la sensación de que los cambios en el Gabinete no han llegado a solucionar los problemas de fondo, han transformado la crisis cambiaria en una crisis política, de confianza”, argumenta la consultora.

El análisis sobre el impacto político de las medidas económicas no es menor y pegó en la imagen de los dirigentes nacionales. La de los líderes del oficialismo baja y emerge la de un economista: Roberto Lavagna está al tope de imagen positiva a nivel nacional, con un 55%, y la adhesión es alta en ambos lados de la grieta. El 48% de los votantes de Cambiemos y el 61% de los que apostaron por el Frente para la Victoria lo valoran positivamente.

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María Eugenia Vidal mantiene cierta inmunidad en medio de la crisis y exhibe un 53% de adhesión, seguida por Elisa Carrió, con un 44% (su imagen cayó en junio, pero continúa siendo alta). Mauricio Macri cayó, pero sigue con un elevado índice positivo, de 41%.

Ese número sería insuficiente para garantizarle la reelección. “Vamos hacia una elección en la que lo económico va a ser prioridad, lo cual explica el porqué de la cifra de Lavagna. La ausencia de una alternativa parece no ser suficiente barrera de contención como para asegurar una reelección de Macri”, dice el informe.

En castellano: no le alcanza a Macri para evitar un balotaje y posiblemente tampoco para ganarlo.

Más que números

Con la radiografía que exhiben las consultoras, los líderes políticos toman decisiones. Por ejemplo, sirven para comprender acciones aparentemente aisladas como la de José Alperovich. El ex gobernador visitó al ex ministro Lavagna hace apenas unos días y se encargó de difundir y de darle publicidad al encuentro. El ex gobernador pareció sacar ventaja al acercarse a la figura que podría ser clave en una eventual unificación del peronismo nacional. Estuvo rápido.

Los números también explican que algunos ahora intenten mostrarse lejos de Macri. Generó sorpresa que Germán Alfaro criticara al Presidente por el poco tiempo que estuvo en Tucumán durante los festejos del 9 de Julio. Algunos ligaron sus palabras al desaire de no haberle prestado más atención. Otros a que el intendente olfateó el malhumor social con la Nación y busca tomar distancia. Demasiado tarde.

Juan Manzur es quizás quien mejor capitalizó esos datos, ratificados por los que le habría dado Hugo Haime. Porque con el Presidente en problemas y lejos de la reelección no necesitó desdeñarlo. Al contrario, aprovechó para abrazarlo. Un gesto para fortalecer la relación y no sufrir con el envío de fondos nacionales. Entendió que es contraproducente pegarle al que está en el piso. El gobernador mostró “barrio”.

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