Comida, plástico y hasta ropa interior sucia tiran los tucumanos cada feriado en el parque 9 de Julio

Ropa interior y pañales con caca, restos de papas fritas, trapos sucios, frutas, botellas de vino y recipientes plásticos de todo tipo. Eso es lo que sacaron ayer los operarios municipales del lago San Miguel, que luego del feriado quedó cubierto de desechos. Una mala costumbre que se repite cada año y que les resulta difícil (o imposible) erradicar a las autoridades de la ciudad. Teniendo en cuenta que vienen fechas en las que el parque se colma de visitantes -Día del Amigo y Día del Niño-, ¿qué harán para cuidar al mayor pulmón verde de la ciudad?

Desde las 8.30 de ayer, y luego de una publicación de LA GACETA que mostraba el estado deplorable del espejo de agua, una cuadrilla de Espacios Verdes de la Municipalidad se ocupaba de sacar los residuos que habían quedado del miércoles luego de que un aluvión de vecinos copó el parque en un perfecto día feriado: con sol y un tiempo cálido para el invierno que ya empezó. En ese equipo de operarios estaba Franco Romano. “Impresiona lo que se puede sacar del lago. Calzoncillos y bombachas con caca, por ejemplo. Un asco. Y hacemos la limpieza, pero dura poco. Y por más que haya baños, ya rompieron uno nuevo que estaba frente a Espacios Verdes; las personas hacen sus necesidades en la base de los árboles. Y también hay mucho vandalismo”, describió el empleado municipal. Agregó que las peores jornadas de trabajo son los lunes, especialmente después de los días del Amigo, del Niño y de la Primavera. La pesca de padres y niños es otro problema del que nunca se habló, opinó: “se ven familias que traen las cañas, pero después dejan los pescaditos en los costados. Eso genera mucho olor feo alrededor del agua”.

Por otra parte, Romano menciona que desde que instalaron el “Punto de encuentro” (la pantalla gigante para ver los partidos de la selección de fútbol de Argentina en el Mundial de Rusia), ese lugar se ha vuelto en un vaciadero: “ensucian mucho. Y ya han roto la pantalla, el primer día que transmitieron un partido”.

Un nuevo spot para concientizar sobre la importancia de mantener limpios los espacios públicos, reforzando las cuadrillas de limpieza y nuevos vehículos para trasladar los residuos (dos camiones abiertos y un compactador), son las herramientas con las que el municipio capitalino pretende “pelear” la eterna lucha de la basura. Sin embargo, Carlos Arnedo, secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad capitalina, confesó que pareciera que nada alcanza. “Libramos una batalla cultural muy fuerte”, señaló.

Con la cantidad de basura que sacó ayer de todo el parque la cuadrilla de Espacios Verdes Municipal, Arnedo detalló que llenaron tres camiones: cada uno de ellos tiene una capacidad de 30 toneladas. Mientras que en uno de los días festivos más concurridos (como el Día del Niño), suelen llenar unos ocho camiones.

Por más acciones

Rosa Albornoz, tallerista de educación ambiental del área de Extensión y Difusión del Consorcio Metropolitano de Residuos (Girsu), opinó que las acciones en el parque son escasas y que, por ejemplo, el programa “Yo me sumo: limpio mi lugar, cuido Tucumán” del Ente de Turismo no se hizo allí. “El parque dejó de llamar la atención de los ecologistas. Está bastante abandonado por la sociedad y sufre todos los días la desidia. Quienes van y vienen de la Facultad también ensucian. Es que casi no hay cestos. Desde nuestra área, que integro con Virginia García y Paula Sánchez, brindamos talleres y acompañamos en todas las campañas. Creemos que el parque merece que se hagan allí campañas de prevención”, añadió Albornoz.