El estacionamiento pago en la calle, un asunto crónico

El estacionamiento pago en la calle, un asunto crónico

“La historia sin fin” se denomina una popular novela del escritor alemán Michael Ende, que luego fue llevada al cine con éxito. El mismo título -pero sin gloria- podría aplicarse a varios problemas que arrastra la sociedad tucumana y que han alcanzado la categoría de crónicos. Uno de ellos es el estacionamiento callejero pagado, que desde hace tiempo sigue sin resolverse, aunque un anuncio genera alguna expectativa de que en algún momento encuentre una solución.

Desde la década de 1970, el estacionamiento pago en la vía pública pasó por diferentes instancias; los parquímetros tuvieron una mínima participación en 1998. El servicio siguió su derrotero en forma irregular. “El Estado no recibe un solo peso por el estacionamiento callejero... las dos concesionarias que explotan el servicio ganan unos $4 millones por año... El Centro de Lisiados que explota el estacionamiento desde 1972 nunca cumplió con las obligaciones tributarias...”, informaba LA GACETA el 22 de febrero de 2003. “Cualquier persona se para en una calle y cobra a los automovilistas. Hasta armaron cooperativas y entregan un ticket por el servicio sin estar autorizados por la Municipalidad. Es una cuestión voluntaria y unilateral”, dijo un concejal en mayo de 2010.

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En 2015 se aprobó un proyecto de ordenanza para regularizar el servicio de estacionamiento callejero pagado, pese a la oposición de miembros del Centro Mutual de Lisiados Unidos de Tucumán. La iniciativa prescribía que los usuarios podían abonar el servicio a través de la emisión de un ticket, pagando las horas de estacionamiento en quioscos, telecentros o cualquier comercio, que debían estar inscriptos en el municipio para poder operar. La modalidad iba a aplicarse en 380 cuadras. Hubo un llamado a licitación en abril de 2016, pero en agosto de ese año se canceló la iniciativa.

Los cuidacoches -llamados también trapitos- cobran entre $10 y $25 por hora en el microcentro. Hay automovilistas que “pactan” con el cuidador un pago de $30 o $50 o más por todo el día. Por cada cuadra estaciona un promedio de 24 vehículos, de manera que la recaudación es significativa volumen de recaudación muy importante. Se calcula que en el centro se estacionan diariamente más de 5.000 vehículos, que pueden estar pagando 20.000 horas/día. Una sola cuadra puede dejar una jugosa ganancia por día, aunque el monto varía porque muchos conductores solo pagan una “propina” a voluntad. En la zona de Barrio Norte, los viernes y sábados por la noche, los cuidacoches pueden llegar a cobrar $50 o más.

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El subsecretario municipal de Tránsito y Transporte Operativo le dijo a “Panorama Tucumano”, el programa televisivo de LA GACETA, que están redactando un pliego de licitación para que una empresa se haga cargo del estacionamiento pago en 200 o 300 cuadras a determinar.

En todos estos años, la autoridad ha permitido que la actividad continúe desarrollándose fuera de la ley, provocándoles perjuicios económicos al municipio y al usuario que está pagando por algo que no le rinde ningún beneficio. Si su vehículo sufre algún daño, el cuidador no se hace responsable. A veces la contribución “voluntaria” es compulsiva porque si no se paga se corre el riesgo de que automóvil sufra una rotura intencional. Al no tomar ninguna medida ni efectuar controles, el municipio está avalando la ilegalidad con su silencio.

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