La defensa, esa incógnita
LUGAR ASEGURADO. “Toto” Salvio (izquierda) juega de volante en Benfica y mañana será el marcador de punta derecho de la Selección. Mascherano aportará su oficio.  REUTERS LUGAR ASEGURADO. “Toto” Salvio (izquierda) juega de volante en Benfica y mañana será el marcador de punta derecho de la Selección. Mascherano aportará su oficio. REUTERS

Eduardo Salvio es volante en Benfica. Marcos Rojo es suplente en Manchester United. Los apuntes resaltan la actualidad de dos de los hombres que Jorge Sampaoli ubicará mañana en la última línea, una defensa nueva, probada sólo en entrenamientos y que remite a Nicolás Otamendi como líder y puntal. Así saldrá a la cancha la Selección para enfrentar a Islandia, con una incógnita en la retaguardia.

A favor juega la naturaleza del rival, un equipo rocoso y ordenado que ataca básicamente por dos vías: el contragolpe y el cabezazo. En el partido imaginado en las mesas de arena de los entrenadores no hay margen para un aluvión islandés sobre el área argentina. Esa puede ser una ventaja, pero a la vez un problema.

Publicidad

Se espera un dominio sostenido de la Selección, pero para abrir al rival será necesario usar los laterales. Así se explica la presencia del “Toto” Salvio. Nicolás Tagliafico también tiene luz verde para subir por la izquierda, en tándem con Ángel Di María. Esas excursiones por las bandas pueden generar espacios y allí radica la preocupación. Si Sampaoli armó el histórico doble cinco Lucas Biglia-Javier Mascherano es para equilibrar al equipo, ganar en recuperación y complementarse con los movimientos de Otamendi y de Rojo. Lanzando seis jugadores en ofensiva, atrás el seleccionado argentino no puede cometer errores y de allí la apuesta por la experiencia.

Lo aconsejable es llegar a un Mundial con mayoría de certezas, pero no es el caso de la defensa. Hasta hace unos días se descontaba la presencia de Gabriel Mercado y de Federico Fazio entre los titulares. También a Giovani Lo Celso acompañando a Biglia en el medio. Las prácticas fueron modificando las percepciones de Sampaoli, que movió las piezas. Y en este esquema de cambios también influye la carrera entre Wilfredo Caballero y Franco Armani, saldada hasta el momento en favor del arquero de Chelsea. Sobre la marcha pueden armarse grandes equipos, pero también sufrirse serios traspiés. Justo en el medio de ese mar de posibilidades navega la Selección.

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios