Causa Lebbos: se afianza la hipótesis del encubrimiento policial con otra detención

Causa Lebbos: se afianza la hipótesis del encubrimiento policial con otra detención

La decisión de aprehender a Raúl Ferreyra fue tomada por el tribunal con una decisión dividida. “Cometió un delito”, aseveró Lebbos. Un ex subjefe de la Brigada, sospechoso de brindar falso testimonio.

EN VOZ ALTA. “Nunca hubo encubrimiento, se trabajó como corresponde hasta último momento”, vociferó Ferreyra. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO EN VOZ ALTA. “Nunca hubo encubrimiento, se trabajó como corresponde hasta último momento”, vociferó Ferreyra. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO

Una vez más un oficial de alto rango generó dudas con su relato y terminó detenido. Se trata del comisario general Raúl Antonio Ferreyra (54), quien era el subjefe de la ex Brigada de Investigaciones cuando se produjo el crimen de Paulina Alejandra Lebbos.

Ferreyra se convirtió en el tercer comisario sospechado del presunto delito de falso testimonio. Lo precedieron Daniel Díaz, ex jefe de Criminalística Norte; y Raúl Lobo, ex director de Bomberos.

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Según Alberto Lebbos, el padre de la víctima “los oficiales de alto rango vienen a mentir brutalmente y creen que no les va a pasar nada”. “Esta gente quiere que se oculte la verdad. Cometió un delito durante el juicio. Por su condición de policía es un auxiliar de la Justicia, tenía la obligación de venir a decir la verdad. Mintió para proteger a sus ex jefes”, agregó.

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El tribunal, por mayoría -con el voto en disidencia del vocal Rafael Macoritto-, resolvió hacer lugar al pedido de la querella. El lunes por la noche, Emilio Mrad, representante de Lebbos, había pedido la detención Ferreyra.

Ayer, después de que el testigo participara de un careo con Luis Núñez -otro ex jefe de Investigaciones-, los jueces Macorito, Dante Ibáñez y Carlos Caramutti pasaron a deliberar. Ibáñez y Caramuti se inclinaron por la inmediata detención de Ferreyra, quien quedó a disposición del fiscal de instrucción Diego López Ávila (IV), por la vinculación con la causa.

Ferreyra no ocultó su enojo con la determinación del tribunal. Mientras era trasladado por la guardia hasta la Alcaidía del Palacio, se defendió a los gritos: “Es una situación totalmente injusta. Dije todo lo que me preguntaron. Esto realmente es un circo. Me arruinaron la vida. El fiscal no me ordenó ninguna medida. He perdido toda mi vida trabajando en este hecho con la única finalidad de encontrar a Paulina viva”, aseguró.



“No hubo ningún encubrimiento, se trabajó como corresponde hasta último momento, se puso todo. Nunca oculté ningún detalle, porque soy padre de familia y nunca lo haría. Es una cuestión de Justicia, no económica”, sostuvo.

Para los magistrados “fueron muchas las cuestiones que demuestran la falsedad del testigo”. En particular, destacaron dos puntos: la supuesta existencia de un doble encintado en el perímetro que demarca el lugar donde se encontró el cadáver de Paulina y la ubicación de ese sector, por un lado; y, por otro, dónde se encontraban las autoridades en la escena del crimen.

“Llegaron con brutalidad y mis hijas los corrieron”, contó Alberto Lebbos

Ferreyra nunca modificó su versión respecto a la distancia donde habría estado el segundo encintado, donde dijo haber visto a los policías. Además, aseguró que ese segundo anillo de seguridad estaba a unos 30 o 40 metros del lugar del hallazgo. “Es absolutamente imposible ver el lugar desde esa distancia. Resulta muy evidente la falsedad del testigo en este aspecto”, consideró Caramuti.

Ferreyra también se habría complicado al describir la ubicación de las autoridades y jefes policiales en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Paulina. Tuvo que dibujar un plano para intentar despejar las dudas. Las contradicciones se habrían hecho más evidentes. “Ubicó, distanciadas entre sí, a las autoridades, y afirmó que sólo se reunieron cuando llegó el fiscal (Alejandro Noguera). Los propios imputados dijeron que estuvieron reunidos antes de que llegara el fiscal”, remarcó Caramuti, quien presidió el debate.

Los jueces también observaron discordancias en la descripción del terreno y la forma en la que fue retirado el cadáver. “Se contraponen totalmente con el video que vimos”, expresó Ibáñez.

Se espera que en breve más oficiales se presenten a declarar para explicar su intervención en el caso.

Quiénes deben declarar

Lilia Moyano: era jefa de Laboratorio de la Policía y realizó las pericias en la escena; y la posterior autopsia. Actualmente, Moyano se desempeña en el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Público.

Julio López: era jefe de la ex Brigada y superior del detenido Ferreyra, quien aseguró que su jefe era quien se encontraba al frente de la instrucción de la causa.

Francisco Picón; actual subjefe de la Policía, era uno de los directores de la Brigada de Investigaciones Norte en 2006. Esa unidad secuestró dos remises similares al descripto por Virginia Mercado, amiga de Paulina.

Dante Bustamante: ex jefe de Policía. Era secretario privado de Hugo Sánchez, uno de los imputados por el encubrimiento del caso y anoche comenzó a declarar.

José Díaz: actual jefe de la Policía. Habría formado parte del jurado que dispuso el ascenso a comisario de Enrique García, actualmente detenido por falsear las actas del hallazgo.

Galería 22 fotos Careo entre el radio operador Chazarreta (recibió tres anónimos indicando donde estaba el cuerpo) y el condenado y ex oficial Lencina. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex Jefe de Policía de Tucumán, Dante Bustamante, fue llamado a declarar como testigo en el juicio por el crimen de Paulina Lebbos y su posterior encubrimiento. Por el retraso producido en los demás testigos, se cree que su testimonio será la semana entrante. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Un careo con el sargento Diego Gustavo Robledo, complicó al ex comisario Héctor Rubén Brito. Brito aseguró que, en la mañana del 12 de marzo de 2006, llegó “cuando la morguera se llevaba el cuerpo”. Robledo rebatió esa versión y afirmó que cuando llegaron, todavía se estaban realizando pericias en el sector del hallazgo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El el ex jefe de Bomberos Daniel Raúl Lobo, estaba al mando del grupo encargado de trasladar el cuerpo de Paulina Lebbos desde el lugar en el que fue encontrado hasta la morgue. Durante su declaración, Lobo habría incurrido en una serie de contradicciones, por lo que el Tribunal - integrado por los jueces Rafael Macoritto (presidente), Dante Ibáñez y Carlos Caramuti - dio lugar al pedido del fiscal de cámara Carlos Sale y ordenó la detención del ex jefe de Bomberos de la Policía. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“No mentí en mi declaración. Fue un error de registro. Yo no estaba en el momento en que salió el móvil. No me permitieron explayarme sobre la tarea de los bomberos. Estoy sorprendido por esto. No tengo nada que ver con este hecho”, afirmó Lobo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los vocales Dante Ibañez y Rafael Macorito, escuchan el pedido del fiscal de cámara, Carlos Sale, de detener a Daniel Raúl Lobo por falso testimonio. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El radio operador Chazarreta busca en el libro de registro las llamadas que recibió. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Hugo Sánchez, ex jefe de policía durante el gobierno de José Alperovich, se encuentra con prisión preventiva por amenazar a un testigo y es custodiado por miembros de la Policía Federal dentro del Palacio de Tribunales. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El agente Carlos Ricardo López ( de traje oscuro) se retira de la sala, luego de generar dudas con su testimonio. Primero declaró que en la noche del 26 de febrero de 2006, fue junto con el ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella; el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez; y el responsable de la comisaría de Raco, Enrique García, hasta el domicilio de una familiar de Di Lella en esa villa veraniega. Luego, José Luis Chaván, abogado del imputado Sánchez, le recordó una declaración en la que había manifestado: “Yo a Sánchez no lo he visto, pero el tema de la camioneta y de trasladarlo a Di Lella para llevarlo hasta la casa era común. Capaz que Sánchez iba en otro vehículo”, señaló. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los acusados de encubrimiento Nicolás Barrera y Hugo Sánchez. Ex sub jefe y ex jefe de La Policía de Tucumán respectivamente. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex Secretario de Seguridad de la Provincia Eduardo Di Lella, acusado de encubrimiento. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los acusados Brito, Barrera y Sánchez, conversan con el abogado José Luis Chaván, luego de escuchar que quedó asentado en el libro de novedades de control vehicular de la comisaría de Raco que: “a las 22.45 hace su paso el señor Di Lella hacia su casa de veraneo; a horas 23.35 se presenta el señor Jefe de Policía Sánchez en el móvil Chevrolet S10 para retirarse al domicilio del secretario Di Lella, acompañado por el subcomisario García y el agente Carlos López”. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El acusado de encubrimiento y ex policía de Raco, Hugo Rodríguez. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los abogados defensores Gustavo Morales y José Luis Chaván, conversan durante la declaración del testigo Carlos López. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los acusados de encubrimiento Eduardo Di Lella y Nicolás Barerra. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El testigo Carlos López reconoce el libro de control vehicular de Raco donde figura que Hugo Sánchez fue a la casa de Eduardo Di Lella la noche que Paulina desapareció. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Según Alberto Lebbos, padre de la víctima, en casa de un pariente de Di Lella “se pergeñó el encubrimiento del crimen de Paulina, de eso no tengo dudas. Ese día se reunieron Sánchez, Di Lella y García. Es mentira que fueron a una fiesta”, indicó. “Según Sánchez, el encuentro era para agradecerles que redujeron los robos en la zona, pero la verdad es que no habían esclarecido ningún caso. Además, no hay un sólo testigo de la fiesta en el club de veraneantes”, sostuvo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Roberto Luis Gómez, el único acusado de la desaparición y crimen de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los acusados por encubrimiento Héctor Brito y Nicolás Barrera. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
José Luis Chaván, abogado defensor del imputado Hugo Sánchez, interroga al testigo López sobre el libro de registros de la comisaría de Raco. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El abogado querellante, Emilio Mrad, escucha las oposiciones de los defensores a sus preguntas. “Llevamos 12 años con Alberto Lebbos queriendo realizar éstas preguntas. No entiendo el porqué de la oposición”. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El policía que le tomó la denuncia a Alberto Lebbos por la desaparición de su hija Paulina, Gustavo Orellana, continuará declarando en la semana. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
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