Carlos Melconian: "No hay que enamorarse del atraso cambiario"

Carlos Melconian: "No hay que enamorarse del atraso cambiario"

CON LA GACETA. Melconian no tiene dudas de que Mauricio Macri será reelecto como Presidente en 2019. la gaceta / foto de diego aráoz CON LA GACETA. Melconian no tiene dudas de que Mauricio Macri será reelecto como Presidente en 2019. la gaceta / foto de diego aráoz

Carlos Melconian pregunta: “¿qué está pasando en el PJ?” Detrás suyo pasa Julio Bárbaro y le contesta: “Luis Barrionuevo es el interventor designado por (la jueza María) Servini de Cubría”. El economista retoma la palabra. “Ves, lo vengo diciendo, (Mauricio) Macri será reelecto”, lanza. El analista político atina a sonreir. En el medio de ambos está el rumbo económico y los desafíos que se le presentan a una Argentina que transita por encima de las metas de inflación. Melconian y Bárbaro disertaron anoche en el Catalinas Park sobre las Perspectivas Económicas y Políticas en la Argentina, en el marco del 65° aniversario de la Federación Económica de Tucumán (FET). El ex presidente del Banco Nación, durante el primer tramo de la gestión presidencial de Macri, no tiene dudas de que el líder de Cambiemos tendrá otros cuatro años de mandato porque, a su criterio, aún sigue vigente lo que él denomina como el “Plan Perdurar”. Lo dice en una entrevista que concedió a LA GACETA.

-¿Dónde está hoy la Argentina en materia económica?

-Estamos en un período histórico distinto a lo que había. Macri cambió la ruta a Venezuela. La Argentina tenía una herencia gravísima. Y hay algo que no admite ninguna discusión: él es el hombre indicado par este período histórico. De allí en más, podemos hablar de los dos primeros años de la gestión, de hacia dónde vamos, de la búsqueda de la reelección. La Argentina tiene herencias que pueden ser vistas desde la perspectiva de los últimos 70 años o de los últimos 12 años de kirchnerismo, de un desastre que no explotó. Siembre dije que la corrección va a costar dos presidencias: una para, por lo menos, poner las cosas en orden y después podemos discutir la velocidad, la profundidad o la dinámica. Pero está claro que hay un período 100% de transición. La otra tendrá que ver con lo institucional, con el funcionamiento de la organización económica. La clave para la Argentina es que el que venga no pueda hacer cambios estructurales, de 180 grados. Lo que la Argentina no puede repetir es ese mamarracho entre (la gestión de Carlos) Menem y (la de Néstor) Kirchner, con la anécdota radical o de la Alianza en el medio. Eso no se puede repetir. No podés privatizar y luego ser estatista. Y encima participan siempre los mismos; con una vehemencia y vocación privatizadora primero y con la misma vehemencia y vocación estatista después. El mandato de ocho años de Macri es para corregir esas cosas.

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-¿Por qué cuesta tanto combatir la inflación?

-Cuesta tanto combatirla porque, durante el primer bienio macroeconómico lo único que ha cambiado es lo genuino del financiamiento. En definitiva, la necesidad de financiamiento, vía emisión monetaria, es la misma. Antes era directo desde la maquinita y ahora es indirecto a través de la compra de dólares de (Luis) Caputo. Lo que se quiso absorber con las Lebac para tener una tasa de inflación que no estaba ni está en línea con los números fiscales de la Argentina. Entonces está complicado bajar la inflación porque no hay un programa antiinflacionario en marcha.

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-¿Cuáles deberían ser los lineamientos de ese programa antiinflacionario?

-Es muy largo para contestar en una sola pregunta...Junto con mi socio Rodolfo Santángelo (dirigen la consultora MacroView) entregamos, en su momento, un programa económico al candidato Macri. Arrancó con otras cosas y ahora está esto. Los programas económicos no se ponen en marcha cuando uno quiere; hay fechas determinadas; momentos históricos y hay oportunidades. Ahora es esto.

-¿Cómo se reduce el déficit fiscal en un escenario que, como expuso alguna vez Santángelo, se debía a la cuestión previsional, particularmente?

-No se equivocó, porque acto seguido vino el cambio de la fórmula. Imaginate que el Gobierno anterior casi quebró el sistema previsional porque incorporó entre cuatro millones y cinco millones de jubilados, que no habían aportado antes. Hace años dije que había que modificar la fórmula jubilatoria. Ahora bien, cuando el presidente habla de decir la verdad, la gente cada vez entiende más; hay que decir las cosas como son. Entonces, ¿por qué tardamos tanto tiempo, si al final terminó modificando una cosa que estaba mal? Y me refiero a lo anterior, no a lo que hizo Macri.

-¿Es elevado el nivel de endeudamiento de la Argentina?

-El problema de la Argentina en materia de endeudamiento no es que sea alto. Y no es alto porque el kirchnerismo haya hecho bien las cosas, sino porque no tuvo acceso al financiamiento. La Argentina está hoy con un problema de flujos; no de stock. Insisto, el problema es de flujos; lo que no se puede es ir a buscar U$S 30.000 millones o U$S 45.000 millones todos los años para el soberano más lo corporativo, más las PPP (sistema de Participación Público Privada) y la infraestructura. El barril sin fondo es el flujo anual, no el stock. Pero no porque tengamos el stock (de deuda) bajo, lo vamos a elevar así porque sí. Hay que tener un justificativo para subirlo.

-¿Qué nos espera a los argentinos ahora y en 2019 en materia económica?

-Está vigente el plan Perdurar, que es la ventaja que te da tener una oposición dividida más la necesidad de juntar U$S 30.000 millones este año, el que viene y algunos más para que la macroeconomía no sea una cosa que enamore, pero sí que -modestamente- mantenga el nivel de actividad. También que la tasa de inflación, si bien no irá hacia las metas, siga bajando y que, respecto del tipo de cambio, no haya un enamoramiento del atraso cambiario. Además, que las paritarias no se excedan, pero que sí sean generosas con el consumo. En suma, buscar un programa que tenga como objetivo preparar las bases de un plan antiinflacionario en serio cuando Mauricio Macri sea reelecto.

-¿Está convencido de eso?

-Estoy convencido de que Macri va a jugar y que será reelecto como presidente de la Nación. En el rumbo, lo de Macri es impecable. Va a tener que acomodar las variables para tener un programa antiinflacionario de verdad en algún momento.

-¿Por qué no hay que enamorarse del atraso cambiario?

-Fijate que si nos quedamos enamorados en estancarnos en los $ 20,50 (el valor del dólar), vamos incubando la idea de meternos en otro lío. El Banco Central está viendo dónde se pone después del 28 de diciembre...

-¿Por qué?

-Porque ha perdido su mandato de ser el paladín antiinflacionario; ha perdido la tasa de interés como instrumento. Está transitoriamente vendiendo dólares. No sabemos si lo hará a lo largo de todo el año para cubrir el bache que tiene el mercado cambiario o está con temor a la tasa de inflación. Ha quedado desdibujado.

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