Entregan su experiencia para que otras mujeres crezcan

“Soy una convencida de lo bueno que es el mentoreo y de lo bien que hace. El vínculo del aprendiz y el mentor es beneficioso para ambos, aunque sólo sean tres horas”, afirma Graciela Adán, miembro de Voces Vitales Argentina y delegada W20, en su segunda experiencia en la caminata tucumana.

Como cada año, en el marco de las celebraciones por el Día de la Mujer, se realizan de manera simultánea y en más de 60 países, las Caminatas de Mentoreo, organizadas por la red mundial Voces Vitales. En Tucumán se llevó a cabo el sábado en la Casa de la Cultura de la Municipalidad (parque 9 de Julio), donde se ofrecieron espacios de reflexión, de mensajes y de experiencias entre mentores (líderes emergentes destacadas) y aprendices.

Claro que en esta oportunidad, en la zona de la Casa de la Cultura, más que una caminata, lo que se veía era una sentada: mujeres y hombres compartían sobre el pasto una terapia en parejas (mentor y aprendiz).

“Cuando uno comienza una tarea, no hay nada más satisfactorio que alguien, que ya pasó por lo mismo, te aconseje y te trace una línea de ruta, sobre todo cuando estás algo perdido. Del encuentro me llevo muchos consejos y experiencias útiles no sólo para mis futuros proyectos sino para mi vida”, describe Eliana Alvarado. Esta aprendiz dejó, después de 12 años, un trabajo en relación de dependencia para comenzar un proyecto gastronómico.

“Es muy lindo participar. Aquí reina la buena onda y la satisfacción tanto, que las mismas mujeres que participan como aprendices, después se postulan para ser parte del equipo de Mujeres en Red. Es como una premisa: devolverle a la red lo que ella te da”, dice Romina Soria, representante de Mujeres en Red.

Alianzas femeninas

Una de las mentoras invitadas fue la abogada Natalia Alurralde, dueña de una reconocida tienda de café, que dejó de lado su profesión para dedicarse al rubro gastronómico. “Venir como mentora era un gran desafío, un título que me parecía muy grande. Pero accedí porque siempre estoy dispuesta a ayudar y más si es compartiendo mi propia experiencia. Es la primera vez y creo que no será la última. Me parece fundamental el crecimiento de las alianzas y redes de mujeres para poder seguir creciendo profesionalmente”, expresó la empresaria que hizo la actividad en pareja con Eliana Alvarado.

En esta “sentada” de mentoreo no sólo las mujeres fueron protagonistas; la comisión organizadora seleccionó algunos hombres líderes en ciertos rubros para que den su testimonio. Este fue el caso del psicólogo y máster en Administración de Empresas Matías Sánchez, que trabaja en el rubro de recursos humanos . Fue convocado para ser mentor de la programadora universitaria Silvina Leal.

“Participar significa poder transmitir tus experiencias, poder enseñar todo lo que uno pasó hasta hacer pie y poder caminar. Es encontrarse con otros que todavía no saben caminar ni pueden encontrar su camino. Aprender de los errores y de los aciertos es muy beneficioso. Silvina, mi aprendiz, es una persona maravillosa con un proyecto muy interesante. Encontré en ella una mujer muy emprendedora y determinada”, comentó.

Inspiración

Agregó que en estas reuniones los participantes se inspiran por las ganas y la energía que tienen de concretar futuros proyectos.

Por su parte, Leal se mostró muy contenta con la experiencia. “Matías tiene una visión tan amplia que me hizo razonar sobre mi trabajo, mis conocimientos y planificaciones, además de la organización de mis tiempos. Me permitió poder ver más allá . Es muy enriquecedor que personas tan generosas puedan transmitirte abiertamente lo que yo, como emprendedora, tengo que saber. Sería ideal que todas la mujeres tengan la oportunidad de vivir esta experiencia”, dijo.