Seis puntos sobresalientes que dejó el Foro de Pensadores en Tucumán

Seis puntos sobresalientes que dejó el Foro de Pensadores en Tucumán

11 Marzo 2018

Cuatro expositores y un ausente

Cuatro expositores destacados a nivel nacional se reunieron en un encuentro organizado por la fundación Federalismo y Libertad. No obstante, en el salón del Hilton Garden hubo una silla vacía que estaba reservada para el escritor Juan José Sebreli, pero la filósofa Cristina Bulacio lo hizo presente en su exposición. ¿El público? En su gran mayoría adulto.

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Constructor y modernizador del Estado nacional

Remontarse más de un siglo atrás y recordar a “un gran estadista”, le resulta deleitable a Rosendo Fraga. El analista político calificó a Julio Argentino Roca como un constructor del Estado nacional en su primera presidencia; y como modernizador de la patria, en la segunda. La primera medalla por la unificación de la moneda y del poder militar, y por la ley de educación gratuita, laica y obligatoria. El trofeo de su segundo gobierno se debe a las reformas de modernización, “algunas logradas y otras no”. No obstante, Fraga no negó que el Estado ya existía, “pero mucho más debilitado”.

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“Esto no es ni África ni Asia, esto es América Latina”

La diplomacia presidencial fue el eje de la política exterior de Roca. En ese camino hacia la articulación de tres países del Cono Sur, que Rosendo Fraga definió como el triángulo ABC -Argentina, Brasil y Chile-, se destacó la doctrina Drago: “esto no es África ni Asia. Esto es América Latina; no son colonias. Estas son naciones independientes”. Y agregó: “hasta hoy sigue vigente que la deuda no se cobra por la fuerza militar”, en referencia a la invasión de Reino Unido, Italia y Alemania a Venezuela.

“Puede ser que ganemos la guerra, pero no la paz” La paz entre Argentina y Chile tambaleó por la cuerda floja a fines de 1902. Rosendo Fraga relató el encuentro del 24 de diciembre de ese año entre el presidente Roca y Pablo Ricchieri, su ministro de guerra. El eje de aquel encuentro fue la firma -o no- del permiso para la movilización de las tropas argentinas. “Posiblemente usted tenga razón: al atacar primero, se gana la guerra”, le dijo Roca a Ricchieri, quien intentaba torcer la mano al mandatario. Y prosiguió: “podemos llegar a ganar la guerra, pero nunca más habrá paz en el Cono Sur”. Así, explicó el politólogo, cómo Roca bordeó el límite de un posible enfrentamiento con Chile.

Roca y el Cono Sur unido

El punto de vista de un chileno reforzó la exposición de Fraga. Daniel Prieto Vial puntualizó también la dura herencia de Roca al asumir su segunda presidencia. “Una guerra hubiera sido terrible, ambas naciones eran muy ricas en armamentos”, expresó y agregó: “Roca siendo militar, en vez de optar por construir un imperio con ello, prefirió rechazar la guerra”. Coincidió con Fraga en reconocerlo como un gran estadista. En respuesta a una pregunta del público, Vidal manifestó: “el Cono Sur unido, puede llegar muy lejos”.

“Ver cada caso con la lupa”

En un salto hacia otro eje, Marcelo Gioffré inició su exposición en referencia al 8M. “La declaración final de ayer (por el jueves), anticapitalista, antisistema y casi absurda, parecería a contrapelo de la promoción de los valores democráticos y libres. El feminismo tuvo inicios liberales”, problematizó el abogado. Si bien subrayó de “extraordinario” al movimiento para recuperar la democracia, la libertad y la igualdad, afirmó que tiene sus matices sobre los cuales “hay que ver con una lupa”. Y añadió: “no vaya a ser que valores patoteros y machistas sean los que terminen adhiriéndose a la mujer”.

“Mezclar la política y la religión es un mal de raíz”

“Tengo que dialogar con un ausente”. Cristina Bulacio hizo del libro de Juan José Sebreli (“Dios en el laberinto”) el centro de su exposición. Puntualizó en la distinción entre política y religión y citó al autor: “el Papa se mueve políticamente, sin comprometerse demasiado”. La primera implica negociación y la segunda, dogmas; pero ambas son” irreconciliables”. Destacó que su mezcla es “un mal de raíz”. “El hombre desea el poder y recurre a ciertos elementos, a los religiosos”, cerró.

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