Líder, talentosa y ganadora

Líder, talentosa y ganadora

Merino evolucionó en todos los indicadores y se convirtió en la mejor jugadora del mundo

Líder, talentosa y ganadora
14 Febrero 2018

Walter Vargas - Télam

Diestra con el stick desde la cuna sin declinar jamás su condición de futbolera, Delfina Merino se ha convertido en la tercera argentina elegida como la mejor jugadora de hockey del planeta y por extensión en una genuina luminaria del deporte de este confín.

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También la porteña María Cecilia Rognoni en 2002 y la rosarina Luciana Aymar en ocho oportunidades habían recibido la máxima distinción de la Federación Internacional de Hockey. “La llamé a Lucha y le dije que estamos 8 a 1, preparate porque te alcanzo”, bromeó Delfino, premiada en Berlín, sede de la gala anual en la que por segundo año consecutivo. Además, María José Granatto fue laureada “Mejor Jugadora Joven”.

Desandemos la trayectoria de Merino: recién andaba por los 9 años cuando Luciana debutó en Las Leonas y cuando en 2001 “Lucha” fue elegida la mejor, ella era una ardillita de 12 que mostraba grandes condiciones. Brilló en juveniles (sobremanera en el Mundial de 2009 en Boston, con subcampeonato de Las Leoncitas), debutó en la mayor con Gabriel Minadeo; se consolidó con Carlos Retegui y se destacó en Las Leonas campeonas mundiales de 2010 y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres, al calor de una asombrosa evolución en todos los indicadores.

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¿Cómo juega Merino para haber sido elegida la mejor del mundo? Esa pregunta fue formulada a un grupo de periodistas especializadas y de tal cóctel emana la semblanza. Mercedes Margalot, ex leona y hoy conductora del noticiero deportivo de Espn, por ejemplo, enfatiza cinco virtudes de Merino: “potencia, despliegue, habilidad, inteligencia y tiro de revés”.

Mariano Ryan, por su lado, destaca de Delfina sus condiciones: “símbolo, líder, talentosa en espacios reducidos para provocar una acción tan vital en el hockey, como el córner corto”. Según Marcelo López no es comparable con Ayma. “Entre otras cosas porque ella jugaba desde bastante atrás, y desde ahí se volvía imparable, pero Merino es decidida, veloz, ganadora en el uno contra uno y además de todo eso hace un enorme desgaste. Tiene sangre caliente, mucha viveza criolla bien entendida, es intuitiva, astuta”.

López afirma que Merino es un genuino animal competitivo. “Un animal ganador que da el máximo a cada segundo. Se diría que tiene un instinto futbolero”, sostiene.

En términos de analogías, si bien coinciden en destacar su notable crecimiento, dos colegas platenses disienten en las semejanzas. “Delfina ha mejorado tanto su técnica y sus movimientos de ataque, su velocidad en la definición y ha perfeccionado un revés fantástico, que se acerca al estilo de Soledad García, aunque sin la potencia de la cordobesa”, sostiene Fermín Ruiz Erenchun.

Mariela Napolitano, en cambio, ve cosas de Vanina Oneto, la otrora “Bati” del hockey: “Merino tiene de Vanina eso difícil de explicar que es la fortaleza mental y la facilidad con que se mueve dentro del área, que es su lugar por excelencia. Ahí, aunque esté de espaldas, tiene el arco en la cabeza y resuelve de maravillas”, destaca la periodista.

Y ahí va Merino, con su devoción por la camiseta de Racing y el tácito de seguir honrando la camiseta de Las Leonas que se ha calzado 250 veces.

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